pasajero.

– No esta lejos -anuncio-. Es una casa en Chase, cerca de Winnetka. Pero conducire yo.

Bosch sabia que discutir seria una perdida de tiempo. Salio, rodeo el coche lo mas deprisa que le permitio su equilibrio y se metio en el lado del pasajero. Rider piso el acelerador y salieron del aparcamiento.

Mientras Rider se abria paso hacia el domicilio de Stoddard, Bosch pidio refuerzos a la patrulla de la Division de Devonshire y luego llamo a Abel Pratt para ponerle rapidamente al corriente de las revelaciones de la manana.

– ?Adonde creeis que va? -pregunto Pratt.

– Ni idea. Vamos de camino a su casa.

– ?Es suicida?

– Ni idea.

Pratt se quedo un momento en silencio mientras asimilaba la informacion. Luego planteo unas pocas preguntas mas acerca de detalles menores y colgo.

– Sonaba feliz -le dijo Bosch a Rider-. Dice que si detenemos a este tipo ayudaremos a que el limon se convierta en limonada.

– Bien -replico Rider-. Podemos sacar huellas del despacho o la casa de Stoddard y compararlas con las de debajo de la cama. Entonces estara hecho, tanto si se fuga como si no.

– No te preocupes, lo cogeremos.

– Harry, ?en que estas pensando, Stoddard y Mackey hicieron esto juntos?

– No lo se. Pero recuerdo esa foto de Stoddard del anuario. Parecia bastante delgado. Quiza pudo cargarla el solo por la colina. Nunca lo sabremos a no ser que lo encontremos y se lo preguntemos.

Rider asintio.

– La pregunta clave -dijo ella entonces- es como Stoddard se conecta con Mackey.

– La pistola.

– Eso ya lo se. Es obvio. Me refiero a como conocia a Mackey. ?Donde esta la interseccion y como lo conocia lo bastante bien para conseguir de el una pistola? -Creo que lo tuvimos delante todo el tiempo -dijo Bosch-. Y Mackey me lo dijo con su ultima palabra.

– ?Chatsworth?

– Chatsworth High.

– ?Que quieres decir?

– Ese verano se estaba sacando el graduado escolar en Chatsworth High. La noche del asesinato, la coartada de Mackey era su tutor. Quizas era al reves. Quiza Mackey era la coartada de su tutor.

– ?Stoddard?

– El primer dia nos dijo que todos los profesores de Hillside tenian otros empleos. Quiza Stoddard trabajaba de tutor. Quizas era el tutor de Mackey.

– Son muchos quizas, Harry.

– Por eso vamos a encontrar a Stoddard antes de que se haga nada el mismo.

– ?Crees que es suicida? Le has dicho a Abel que no lo sabias.

– No lo se seguro, pero en ese aparcamiento se aparto en el ultimo segundo. Me hace pensar que solo quiere hacer dano a una persona.

– ?A si mismo? A lo mejor no queria abollar su coche nuevo.

– A lo mejor.

Rider doblo por Winnetka, una calle de cuatro carriles, y empezo a circular mas deprisa. Ya casi estaban en la casa de Stoddard. Bosch iba en silencio, pensando en lo que podia estar esperandoles. Rider finalmente doblo hacia el oeste por Chase y vieron un coche patrulla blanco y negro con ambas puertas abiertas calle arriba. Rider se detuvo detras y ambos salieron del Mercedes. Bosch saco la pistola del cinturon y la llevo a un costado. Rider podia tener razon en que quiza Stoddard solo estaba pensando en su coche cuando lo habia esquivado.

La puerta delantera de la casa, de la epoca de la Segunda Guerra Mundial, estaba abierta. No habia senal de los agentes del coche patrulla. Bosch miro a Rider y vio que ella tambien habia desenfundado. Estaban preparados para entrar. En la puerta, Bosch grito:

– ?Detectives! ?Entramos!

Franqueo el umbral y obtuvo una respuesta desde el interior.

– ?No hay nadie! ?No hay nadie!

Bosch no se relajo ni bajo el arma al irrumpir en la sala de estar. Examino la sala y no vio a nadie. Miro la mesita de cafe y vio el Daily News del dia anterior desdoblado, con el articulo sobre Rebecca Verloren a la vista.

– ?Sale la patrulla! -dijo una voz desde un pasillo situado a la derecha.

Enseguida dos agentes de patrulla accedieron a la sala de estar desde el pasillo. Llevaban las armas en los costados. Ahora Bosch se relajo y bajo la suya.

– No hay nadie -dijo el agente de patrulla con galones de cabo en el uniforme-. Encontramos la puerta abierta y entramos. Hay algo que deberia ver aqui atras en el dormitorio.

Bosch y Rider siguieron a los agentes de patrulla por un corto pasillo, mas alla de las puertas abiertas a un cuarto de bano y un pequeno dormitorio que se utilizaba como despacho casero. Entraron en un dormitorio y el cabo senalo una caja de madera alargada que se hallaba abierta sobre la cama. El estuche tenia un recubrimiento de espuma con la silueta troquelado de un revolver de canon largo. El troquelado estaba vacio, no habia pistola. Habia un pequeno hueco rectangular en la espuma para una caja de balas. Tambien estaba vacio, pero la caja estaba al lado de la cama.

– ?Va detras de alguien? -pregunto el cabo. Bosch no levanto la mirada de la caja de la pistola.

– Probablemente solo de si mismo -dijo-. ?Alguno de ustedes tiene guantes? Los mios estan en el coche.

– Aqui mismo -dijo el cabo.

Saco un par de guantes de latex del pequeno compartimento de su cinturon y se los dio a Bosch. Este se los puso y cogio la caja de las balas. La abrio y saco una bandeja de plastico en la que se almacenaban las balas. Solo faltaba una.

Bosch estaba mirando el espacio dejado por la bala faltante y reflexionando sobre ello cuando Rider le dio unos toques en el codo. Bosch se fijo en ella y siguio su mirada hacia la mesilla que estaba al otro lado de la cama.

Habia una foto enmarcada de Rebecca Verloren. Era una imagen de la joven de cuerpo entero, con la torre Eiffel de fondo. Rebecca llevaba una boina negra y estaba sonriendo de manera no forzada. Bosch penso que la expresion en los ojos de la chica era sincera y mostraba amor por la persona a la que estaba mirando.

– El no estaba en ninguna de las fotos del anuario porque estaba detras de la camara -dijo Bosch.

Rider asintio. Ella tambien estaba en el tunel de agua.

– Asi fue como empezo todo -dijo ella-. Asi fue como se enamoro de el. «Mi verdadero amor.»

Se miraron en un silencio sombrio durante unos segundos hasta que hablo el cabo.

– Detectives, ?podemos irnos?

– No -dijo Bosch-. Necesitamos que se queden aqui y custodien la casa hasta que llegue la policia cientifica. Y esten preparados por si el vuelve.

– ?Se van? -pregunto el cabo.

– Nos vamos.

40

Volvieron rapidamente al vehiculo de Bosch y Rider se situo una vez mas tras el volante.

– ?Adonde? -dijo ella al girar la llave del contacto.

– A la casa de los Verloren -dijo Bosch-. Y deprisa.

– ?En que estas pensando?

– He estado pensando en la foto que salio en el periodico con Muriel sentada en la cama. Mostraba que la habitacion continuaba igual, ?sabes?

Rider penso un momento y asintio.

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