que Dar Lang Ahn parece estar.
— Despues de estos accidentes preparados necesitare hechos para creerlo.
— Tus palabras me hacen comenzar a preguntarme si tu raza puede ser una que nunca comete errores. La mia si los comete. Sin embargo, mejor sera que te lo explique.
En primer lugar, tu idea de que simplemente utilizamos a la raza de Dar Lang Ahn para trabajar es bastante erronea. Seria practicamente imposible para nosotros hacer eso, ya que no podemos vivir bajo las mismas condiciones que ellos. Su muerte dentro de unos pocos anos senalara el momento en que podamos vivir normalmente en este mundo.
— Quiere decir que ustedes viven cuando ellos mueren, y…
— Y la mayoria de nosotros mueren cuando ellos viven. Eso es correcto.
— ?Entonces la ciudad que hay entre los volcanes fue construida por su gente!
— Si. Se mantiene durante nuestra epoca de muerte con poca gente, entre los cuales me encuentro yo.
— Entonces es por eso que habia electricidad en aquel edificio.
— ?Cuando? ?Ahora mismo?
— Si, cuando estabamos en la ciudad, poco antes de venir — una sucesion de sonidos imposibles de imitar por las cuerdas vocales humanas salio del que hablaba, seguida de un breve silencio. Entonces la criatura invisible hablo de nuevo.
— Gracias. Tuve que poner en marcha el sistema de energia hace algun tiempo para mover una valvula de vapor, sospecho que debido a alguna accion tuya, y se me olvido apagarlo otra vez. Me temo que ya paso la epoca dorada de mi vida.
— ?Quiere decir que aquella cosa en el crater, pasada la ciudad…, la manejaba usted…?
— Al principio no; es automatica. El vapor procede de la misma fuente subterranea caliente que alimenta los geiseres. El calor es virtualmente inagotable, pero no asi el agua. Tuve que cerrar la valvula manualmente porque la perdida de vapor estaba amenazando la mayor parte de nuestra otra maquinaria, y creo sospechar que tu eres la causa de esta molestia.
— Me temo que si — Kruger conto la historia al tiempo que le volvia su buen humor.
— Entiendo — dijo el otro al final —. Confio en que pierdas un poco de tiempo en quitar esas piedras antes de volver al casquete polar. Podria hacer que lo hiciera mi gente, supongo, pero hay razones por las que no quiero que vayan todavia alli.
— Lo hare mientras su valvula manual este cerrada — replico Kruger.
— Parece que empezamos a confiar el uno en el otro — fue la respuesta —. Sin embargo, volvamos al tema. Como dije, somos diferentes de tus amigos; vivimos bajo condiciones diferentes, usamos herramientas, edificios y; comidas diferentes. En resumen, no competimos con ellos; podiamos casi tambien vivir en un planeta diferente.
— Entonces, ?cual es su objecion a que ellos vivan en un planeta diferente, o por lo menos a que puedan hacerlo?
— Eso les interesa tanto a ellos como a nosotros, como te podria decir cualquiera de sus Profesores. Si dejaran este planeta, ?que probabilidad tendrian de encontrar otro igual?
— No lo se; debe haber muchos. Hay cantidad de ellos en la galaxia.
— Pero muy pocos, si es que hay alguno, que les matara en el momento adecuado. He deducido que tu no sabes cuando vas a morir, y que te gusta que sea asi. ?Has intentado alguna vez enterarte de como se sentiria tu amigo Dar bajo tales circunstancias? — Kruger estaba callado; habia deducido ya que Dar mas bien sentia lastima por el estado humano de eterna incertidumbre. Entonces recordo una de sus numerosas teorias favoritas.
— Admito que Dar ha sido educado toda su vida en la idea de que morir en un momento determinado es natural e inevitable, pero parece ser un simple asunto de educacion; a algunos de su raza parece agradarles la idea de una vida mas larga.
— No te dijeron eso en las Murallas de Hielo — Kruger eligio interpretar esta respuesta como un reconocimiento de que tenia razon.
— No tenian que hacerlo; no estoy ciego. Toda la gente de Dar Lang Ahn, incluso su familia aqui, tienen el mismo tamano… y la misma edad. Sus Profesores son tambien del mismo tamano, aunque mucho mayores que Dar. No hacia falta ser un genio para interpretar la historia: o esta gente crece durante sus vidas o ese momento de la muerte de que habla usted les llega antes de completar totalmente su crecimiento. Algunos sobreviven ese momento y siguen creciendo. Son los Profesores.
— Tienes bastante razon en los temas principales, pero creo que tus insinuaciones acerca de la actitud de los Profesores de prolongar sus vidas deben ser supuestas.
?Preguntaste realmente a alguien en las Murallas de Hielo quienes seran sus Profesores durante la proxima epoca de vida?
— ?Que quiere decir? Hable con muchos de sus Profesores.
— ?Pero seguro que no crees que el presente grupo de Profesores sobrevivira este momento de muerte! El hecho de que sean todos del mismo tamano, como dijiste, debe demostrartelo. El proximo grupo saldra de entre la gente que empezo a vivir en el mismo momento que Dar Lang Ahn.
— Pero ?como se les eligio? ?Por que no puede Dar ser de ellos?
— Puede, pero estoy seguro de que no lo desea. Las Murallas de Hielo son el unico lugar de Abyormen donde los de su clase pueden vivir en el tiempo que mi gente domina el planeta. Simplemente, no pueden dar acomodo a toda la raza; hay que hacer alguna seleccion. Como hace falta un largo entrenamiento, se les selecciona cuando son jovenes.
— Usted sugirio que los elegidos no estan muy contentos. Encuentro eso dificil de creer.
— Un Profesor elegido lo acepta por sentido del deber. Vivir mas del tiempo natural es un castigo; viste que los Profesores en las Murallas de Hielo se movian despacio, si es que lo hacian. No los viste a todos; tres de cada cuatro, en este momento, estan virtualmente impedidos. Su tamano aumenta, pero su fuerza no guarda relacion con el.
Sus articulaciones se entumecen, su digestion es pesada. Los males fisicos aparecen de forma que convierten la vida mas en una carga que en un placer. Aceptan esto porque si no lo hicieran cada nuevo grupo de su gente tendria que empezar desde el principio, y este mundo, durante el tiempo de su vida, estaria habitado solo por animales salvajes.
— ?Vale esto lo mismo para los Profesores de su raza?
— Efectivamente. Sin embargo, no estoy tan cerca del final de mi deber como los del casquete polar; debo durar casi durante todo el proximo periodo de vida de mi gente. De momento, la vida no es demasiado mala para mi.
— Pero ?cuales son en concreto las diferencias entre sus razas? ?Cual es el cambio de condiciones que mata a una y hace crecer a la otra? ?Afecta esto a alguna otra forma de vida en el planeta?
— La primera pregunta es dificil de responder, a menos que podamos dar por supuestos algunos puntos de mi aspecto, y no veo como seria posible. Mi medio tendria que ser separado del tuyo para permitirnos a los dos vivir, y no se ninguna barrera a traves de la cual nos podamos ver — Kruger empezo a sugerir cristal o cuarzo, pero se dio cuenta de que no sabia la palabra para designar ninguna de ambas substancias. Antes de que pudiera inventar una frase para describirlas, la voz siguio — : El cambio de condiciones esta casi acabado, pero el factor mas importante es la temperatura. Hace mucho mas calor — Kruger silbo suavemente — y el aire cambia.
— ?Respira usted aire o agua, o ambos? — pregunto el chico —. Su ciudad, ?se extiende dentro del oceano?
— Solo de momento. Cuando vivimos, el oceano desaparece casi por completo.
Supongo que viajara en forma de vapor a esa parte de Abyormen donde no brilla ningun sol y que se precipitara en forma liquida o solida. Por razones bastante obvias, no hemos podido explorar tales regiones, pero el conocimiento de las condiciones de las Murallas de Hielo da validez a esta teoria.
— Pero el sol llamado Arren brilla en las Murallas durante la mayor parte del tiempo.
— En este momento si; la region mencionada esta a un cuarto de planeta del lugar de que hablabas.
— Empiezo a comprender la situacion — dijo Kruger —. Ya me habia dado cuenta de que Abyormen seguia una orbita bastante excentrica alrededor de Theer; si lo que dice es correcto, el mismo Theer hace algo parecido alrededor de Arren.
— Eso hemos deducido, aunque el tamano y forma precisas de su ruta no son aun conocidos con certeza. No