todo lo que querian los astronomos, pero los biologos tenian unas pretensiones considerablemente mayores. Se dispusieron a analizar todos los fosiles que encontraran con las tecnicas desarrolladas en el campo.
Capa tras capa de rocas sedimentarias fueron clasificadas, a veces de millas de profundidad, a veces un poco antes de que se esfumaran, tal vez porque los movimientos de tierra las habian arrastrado formando rompecabezas, para componer los cuales era necesaria una buena experiencia, tal vez porque el fenomeno que las habia depositado en el primer lugar habia abarcado solo un area determinada y la formacion emergia naturalmente. Un lecho de caliza depositada en el fondo del mar en mas de un millon de millas cuadradas es una cosa; una lente de piedra arenisca que una vez estaba depositada en el delta de un riachuelo desembocando en un lago pequeno es otra, a veces bastante inconveniente cuando se esta resolviendo un problema de datos relativos.
Kruger dio gracias a su suerte de que el comandante Burke no estuviera con este grupo en tierra y rogaba constantemente que no le llegara ninguna insinuacion hecha por los geologos, ya que Dar Lang Ahn estaba aprendiendo suficiente ingles, y hay pocos sitios donde una memoria fotografica puede hacerse mas evidente que al tratar con un problema de estratos. Todos los geologos, sin excepcion, miraban al nativo con respeto y sentian una amistad hacia el comparable con la de Kruger. Pronto o tarde el comandante se enteraria; el chico confiaba que para entonces la popularidad de su pequeno amigo hubiera llegado a un punto tal que moviera al viejo oficial a abandonar todas sus sospechas.
En ninguna parte del planeta parecia haber nada parecido a las «llanuras» que caracterizan muchas zonas de la Tierra. Aparentemente, toda la presente superficie plana fue sumergida en un pasado no muy lejano; habia una sospecha bastante profunda de que Abyormen sufria una actividad de seismos y orogenica mucho mayor que la de la Tierra. Uno de los especialistas sugirio que la razon podia residir en los cambios estacionales del «Largo Ano», cuando la mayor parte del agua del mar se depositaba en los casquetes polares. Una prueba en el casquete del hemisferio sur — que no estaba sobre el polo sur — indico que tenia un espesor de casi treinta y cinco mil pies. Estaba nevando cuando se hizo el experimento, ya que Theer nunca se deja ver en esta parte del planeta y Arren tardaria varios anos terrestres en salir.
Mientras pasaban varios de los breves anos de Abyormen antes de que se pudiera llegar a ninguna clasificacion de los estratos, los astronomos comprobaron con bastante rapidez lo que se habian temido. Desde el principio, por supuesto, los astronomos habian estado alerta para buscar pegmatitas y otras intrusiones volcanicas que pudieran contener substancias radioactivas susceptibles de ser fechadas, y en seguida las encontraron en varios lugares del continente que examinaban. No era posible de momento interrelacionar estas substancias con los sedimentos, pero en una de ellas se analizo uranio que tenia una edad un poco menor de millon y medio de anos. Era una muestra bastante grande y se realizaron diez comprobaciones independientes, sin obtener variaciones de mas de veinte millones de anos con la principal. Dado que los astronomos no querian creer que Alcyone hubiera existido mas de una centesima parte de dicho tiempo, aceptaron la informacion a reganadientes.
Pero fechados o no, los sedimentos tenian interes por si mismos. Si Dar Lang Ahn habia visto en su vida un fosil, no reparo en el mas de dos veces. Esta omision fue facilmente remediada, ya que los sedimentos tenian su parte de residuos organicos. Una zona de caliza de unas doscientas millas de ancho, en el centro del continente, parecia estar compuesta en gran medida por un deposito de filones y se encontraron en varios puntos unos cuantos cientos de especies diferentes. Habia gran cantidad de mariscos que, al menos a Kruger, le parecian traidos de la Tierra; un biologo paso un buen rato explicando las diferencias tecnicas.
— Supongo — concluyo — que se puede encontrar gran cantidad de criaturas virtualmente identicas a estas en las costas actuales de nuestros oceanos. Parece que los moluscos y sus parientes tienen una rara habilidad en salvar los cambios de planeta. Por la Tierra han estado alrededor de 500 millones de anos; con cambios, si, pero su estructura basica sigue siendo la misma.
— Te entiendo todo menos una cosa — Dar Lang Ahn replico en su lento y cuidado ingles —. He estado todo el rato con vosotros aqui y he visto fosiles como estos en diferentes estratos de roca, como dices que es razonable, pero nunca vi una criatura viva que se pareciera a estos fosiles.
— ?Has pasado alguna temporada larga junto al mar?
— Mucho tiempo. Nils Kruger y yo viajamos alrededor de trescientas millas hace poco, sin contar las veces que estuve en mis ochocientos anos anteriores de vida.
— ?Lleva razon! — exclamo Kruger excitado —. Sabia que habia algo raro en esa playa y no podia adivinar que era. No habia ninguna concha, ni algas dispersas, ni nada de esa naturaleza. ?Con razon me parecia extrano!
— ?Uf! Confieso que sin duda es raro. ?Habia algun otro tipo de criaturas marinas?
— No lo se. Creo que existen animales de varios tipos viviendo bajo el agua, y estoy seguro de que hay plantas. Sin embargo, no puedo pensar que vivan alli muchos tipos diferentes — el biologo paso esta parte de la informacion a sus colegas dedicados al trabajo de campo, ya que estaba demasiado ocupado estudiando las interrelaciones de los fosiles para desarrollarla el mismo.
Gradualmente, establecio un orden a partir del caos. Para motivos de comprension, dividio el pasado de Abyormen en periodos cuyas fronteras en el tiempo parecian establecidas por las inundaciones generales de este continente que habian originado los lechos de caliza. Los geologos no pudieron encontrar evidencias con que definir los periodos de formacion de las montanas, lo cual resulta generalmente mejor para este proposito; en Abyormen, como habian sospechado, la actividad orogenica parecia estar uniformemente repartida a lo largo del tiempo.
Existian, por supuesto, muchas razones por las cuales ese mundo podria ser mas activo en seismos que la Tierra. Era mas grande, con un diametro de novecientas cien mil millas y una masa un cuarenta por ciento mas grande que la de la Tierra, de forma que un hombre de ciento setenta libras pesaba en su superficie ciento ochenta. Las diferencias porcentuales eran pequenas, pero la cantidad total de fuerzas orogenicas disponibles era muy superior a la del planeta de donde proviene la especie humana. De cualquier forma, ahi estaba la evidencia: los periodos de formacion de montanas eran cortos, frecuentes y locales.
Esto debia haber contentado al departamento de biologia, aunque los fosiles vertebrados les proporcionaron, para su desgracia, mas quebraderos de cabeza.
No habia resultado dificil establecer una secuencia bastante aproximada de la vida del planeta, recorriendo lo que tenian que haber sido varios cientos de millones de anos, si la Tierra hubiera podido servir de ejemplo. Esta secuencia empezaba con cosas que tuvieran una parte inferior lo suficientemente dura como para protegerlas, seguia por criaturas con huesos comparables a los peces y acababa con unas criaturas con piernas que respiraban bastante claramente aire y que se pasaban la vida, en su mayor parte, en tierra firme. Hubiera sido simpatico poner el final de esta serie en una pagina, en su parte inferior, y Dar Lang Ahn en la superior, con las formas intermedias en medio, pero esto resultaba imposible, ya que todos los fosiles vertebrados en los que se encontraban brazos oseos tenian seis. Dar era lo suficientemente humanoide como para poseer dos brazos y dos piernas, sin ningun trazo visible de tener mas.
A requerimiento de los biologos, el nativo accedio a ser fotografiado por rayos equis.
Estaba tan interesado como el que mas en saber los resultados, y pudo ver como cualquier biologo que su esqueleto no tenia rastros de una tercer pareja de apendices.
Dar estaba ya tan familiarizado con los principios generales de la evolucion como un ser humano ordinario y podia ver la razon por la cual los profesionales se hallaban preocupados. Antes incluso de que nadie preguntara, comento: — Parece como si nada de lo que habeis encontrado en las rocas pudiera ser un ancestro directo de mi raza. Supongo que podemos haber venido de otro mundo, como Nils Kruger creyo una vez, pero no hay nada en ningun libro que haya leido, o que me haya dicho algun Profesor que haga pensarlo.
— Eso acaba con esta hipotesis — senalo con tristeza el biologo.
— No del todo; es posible que sucediera hace tanto tiempo que o no lo registramos o se han perdido dichos registros en el tiempo transcurrido. Sin embargo, me temo que sera dificil de demostrar.
— Probablemente tengas razon. Creo que lo mejor que podemos hacer es buscar formaciones que sepamos positivamente son mas recientes.
Los geologos habian escuchado esta conversacion; sucedio durante uno de los regulares intervalos que tomaban para comer. Uno de ellos hablo entonces: — Es un poco duro mirar descuidadamente una formacion y decir: «tiene menos de un millon de anos de antiguedad». Estamos alerta, por supuesto, pero sabeis perfectamente que ese fechaje viene despues de la excavacion y tras encontrar fosiles y compararlos con otras formaciones.
— ?Que pasa con el material sin consolidar que se encuentra en forma de piedras sueltas en las partes inferiores de las lomas o en las cavernas?
— No es nuestro campo, pero arramblaremos con todo el que nos encontremos. No estoy muy seguro de