recordar ningun pais originado a partir de cavernas, aunque parte de estas capas de caliza pudieran rellenar las formaciones con la cooperacion del clima.

— He oido hablar de cavernas en otros continentes donde se pueden encontrar unos extranos diagramas y dibujos en las paredes — dijo Dar Lang Ahn. El grupo entero se volvio hacia el como un solo hombre.

— ?Nos puedes llevar alli? — varias voces hicieron esta pregunta casi simultaneamente.

— Puede ser. Seria mas seguro si fueramos a una de las ciudades del continente e hiciesemos que alguno de los individuos del lugar nos sirviera de guia.

Asi fue dispuesto, despues de consultar con el comandante Burke en el lejano Alphard.

Otro modulo bajo de la nave, de forma que los geologos tuvieran un medio de viaje, y varios especialistas mas descendieron en el.

El continente en cuestion se encontraba lejos, al suroeste del lugar donde se desarrollo el trabajo, pero estaba aun iluminado por el rojo Theer. Dar Lang Ahn encontro una ciudad sin dificultad, y despues de dar las usuales explicaciones requeridas por la presencia de los seres humanos pudo obtener un guia. De hecho, muchos de los ciudadanos fueron con ellos para ver trabajar a los extranjeros; no habia mucho de importancia que hacer, ya que todos los libros de esta ciudad en concreto se habian llevado ya a las Murallas de Hielo y la gente estaba simplemente esperando la muerte.

Las cavernas eran como Dar las habia descrito; no hubo sospecha alguna en la mente de ninguno de los hombres de que habian sido habitadas por seres pertenecientes al despertar de una civilizacion. La mayoria de los visitantes se sintieron atraidos por las pinturas de las paredes, pero los que sabian lo que hacian se pusieron a trabajar con extremo cuidado en los suelos.

Estos estaban cubiertos de tierra apelmazada, que fue quitada con cuidado, y capa por capa, y cribada por si tuviera algo de interes. Los nativos hacian comentarios de todo tipo sobre cuanto salia a la luz; no habian pensado nunca en ponerse ellos a cavar alli y aparentemente no reconocieron ninguno de los objetos que se encontraron. Estos podian lo mismo haber provenido de una caverna similar en la Tierra: herramientas de piedra y hueso y objetos que podrian haber sido ornamentales.

La excavacion se sucedio durante varios dias. Los cientificos habian esperado en un principio que aparecieran esqueletos de los habitantes, pero sufrieron una desilusion. Uno le menciono esto a Dar.

— No hay que sorprenderse — respondio el nativo —. Puedo ver que esta gente vivia de forma diferente a nosotros, pero no tanto. O morian en el momento adecuado sin dejar rastro o lo hacian violentamente, en cuyo caso esto no sucederia en las mismas cavernas.

— No sabes realmente si eran gentes de tu raza los que vivian aqui — respondio uno de los cientificos secamente —. En algun punto de la historia de este tu planeta parece haber habido una gran interrupcion. Podria haber sospechado que tu gente hubiera venido de otro planeta y que los «calientes» fueran nativos de este si no hubieramos sabido la relacion padre — hijo que tienes con ellos.

— Tal vez vinimos ambos — sugirio Dar. El biologo parecio haber recibido una gran revelacion.

— Es una posibilidad. Querria que la gente que vivio en estas cavernas hubieran hecho uno o dos dibujos de ellos mismos.

— ?Como sabemos que no lo hicieron? — los cientificos miraron las extranas criaturas, cuyas imagenes se extendian por las paredes y techos de caliza.

— No lo sabemos — dijo tristemente —. Tu has sido quien ha traido esto a colacion. Por lo menos ninguno de ellos tiene seis miembros, lo que al menos sugiere que la vida animal cuando esta caverna se hallaba habitada estaba relacionada mas intimamente contigo que lo que encontramos en las rocas del lugar donde estuvimos antes.

El cientifico se puso a trabajar de nuevo, y Dar Lang Ahn, por primera vez desde que Kruger le conocia, se marcho solo. Vio como el chico le buscaba y le llamo con el equivalente de una sonrisa.

— No te preocupes. Tengo mucho que meditar. No temas llamarme si sucede algo interesante.

Kruger se sintio aliviado, pero no muy seguro de lo que entenderia su amigo por interesante. Al principio, despues de la llegada del Alphard, virtualmente todo parecia encajar en su casilla; el nativo tenia dificultad en fijar su atencion en un objeto, ya que todo requeria su examen. Con el paso del tiempo, esa tendencia habia desaparecido.

Kruger empezo a preguntarse si Dar podria haber perdido el interes en las ciencias que tanto habia querido desarrollar el chico. Decidio que el riesgo era escaso; este trabajo estaba resultando, incluso para Kruger, un poco aburrido. Habia pasado ya el momento en que cada nuevo fosil, cuchillo de pedernal o trozo de caliza contara notablemente a la hora de incrementar sus conocimientos.

Se preguntaba si merecia la pena volver al Alphard para ver que hacian los astronomos. Significaria un cambio, y si Dar estaba empezando a perder su interes, lo cual parecia un poco improbable, aquello tal vez significara un cambio positivo. Le haria esta sugerencia cuando Dar abandonara su meditacion.

Sin embargo, resulto que el pequeno nativo no estaba cansado de la geologia. Su natural cortesia le hizo sugerir que volvieran con el otro grupo «un momento» antes de volver a la nave; no hubiera considerado en modo alguno la idea de un regreso de no haber visto que Kruger se estaba aburriendo.

El grupo de geologos, cuando regresaron, habian progresado mas de lo que ellos o cualquiera pudiera haber supuesto; tanto que el aburrimiento de Kruger desaparecio segundos despues de llegar al lugar de las operaciones. En resumen, se debia a que habian encontrado el «eslabon perdido» en la secuencia geologica.

Despues de mucho trabajo infructuoso, se le habia ocurrido a uno de los cientificos que el drastico cambio climatologico de cada ano largo tenia que producir un efecto similar, aunque mas pronunciado, que los cambios estacionales producen en la Tierra en formaciones tales como la arcilla. Los lagos, por ejemplo, se debian secar por completo y alternar los sedimentos traidos por el viento con los depositados por el agua de una forma mucho mas evidente de lo que nunca se hubiera visto en el planeta madre. Pensando esto, seleccionaron un lago grande y poco profundo. Unas muestras tomadas del borde comparadas con otros similares de la parte mas profunda condujeron a resultados capaces de poner muy contentos a los astronomos.

Los cambios estacionales, como los describiera el Profesor en el lejano poblado de los geiseres, se habian estado desarrollando, al parecer, durante poco menos de seis millones de anos, de acuerdo con la teoria de uno de los cientificos, y durante poco mas de diez, segun otro. Las dos escuelas de pensamiento estaban divididas casi por igual, basando la primera sus cifras en el supuesto de que el ano largo habia tenido siempre su duracion de unos sesenta y cinco anos terrestres y la segunda insistiendo en que el periodo estacional tenia que haber ido progresivamente decreciendo de tamano. Este grupo no tenia ninguna sugerencia para interpretar el fenomeno, pero se atenia a su interpretacion de los datos. Dar Lang Ahn estaba fascinado; era la primera vez que se daba cuenta de que el conocimiento positivo no surgia inmediatamente despues de la investigacion cientifica.

Fue el jefe del grupo quien resumio la situacion geologica del planeta, despues de la primera comida, tras el retorno de Dar y Kruger.

— Esta parece ser la historia del planeta, de acuerdo con la evidencia presente — dijo —.

Se origino hace tanto tiempo como la Tierra, aproximadamente; digamos unos mil millones de anos, con todas las naturales reservas. Paso por el habitual proceso de enfriamiento y finalmente el agua se pudo condensar. Su atmosfera primitiva fue probablemente retenida algo mejor que la de la Tierra, ya que la velocidad de elusion es aqui mas de un veinte por ciento mayor. La vida nacio, probablemente, de modo espontaneo y de la forma usual, aunque es posible que lo hiciera a partir de ciertas esporas, y se desarrollo de una forma comparable a la de los planetas con los que estamos familiarizados, esto es, modificando drasticamente la atmosfera primitiva hasta que se convirtiera en una muy parecida a la de la Tierra.

«Durante este periodo, que duro la mayoria de la existencia del planeta, los tremendos cambios climaticos que ahora se presentan al pasar periodicamente su sol cerca de Alcyone no parecen haberse presentado; al menos no se encontro la evidencia al respecto y un numero de hechos muy significativos indican lo contrario. Por ejemplo, se ha encontrado en alguno de los yacimientos de fosiles gran cantidad de mariscos y otras criaturas de, aparentemente, la misma especie, pero muy diferentes en tamano, sin poderse suponer por los estratos que los mas pequenos murieran antes. Parecia como si en aquel momento la vida en Abyormen fuera en sus habitos reproductivos normal desde nuestro punto de vista: las criaturas nacian, crecian y morian de una forma mas o menos fortuita.

«La vida evoluciono hasta el estado de vertebrados que respiraban aire bajo dichas condiciones, con un tipo generico de seres de seis patas. No hay evidencia de la aparicion de seres inteligentes.

«Entonces en algun momento, hace entre cinco y diez millones de anos, los tremendos cambios de

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