poco.

– Si -dijo Shively satisfecho-. Empecemos a estudiar todos los detalles. Y despues lo someteremos a votacion. ?Os parece bien a todos?

Acordaron estudiar todas las ventajas e inconvenientes de la propuesta de Kyle Shively. Permanecieron hablando por espacio de setenta minutos, primero uno y despues otro, sentados alrededor de la mesa.

Transcurrido ese tiempo, comprendieron que ya habian pasado revista a todos los pros y los contras.

– Creo que ya lo hemos estudiado exhaustivamente -dijo Shively-. Estoy dispuesto a emitir mi voto.

– Recuerda que esta en vigor la norma revisada -le dijo Yost-. El voto por mayoria la aprueba o la rechaza. Un empate significa que se rechaza la propuesta. Propongo que el Club de los Admiradores inicie las votaciones. ?Tu que votas, Shiv?

– ?A ti que te parece? Soy partidario de ello. ?Voto un si como una casa!

– ?Y tu, Adam?

– No, absolutamente no.

– Muy bien, ahi va mi voto: Howard Yost vota si. Dos estamos a favor de la nota de rescate y uno esta en contra. La cuestion esta en manos del ilustre Leo Brunner. ?Que dices, Leo?

– Recuerda, Leo -le grito Shively-, un cuarto de millon de dolares en el bolsillo. Di que si y lo tendras. -Sonrio-. Libre de impuestos, Leo, un cuarto de millon libre de impuestos.

– No, vota no, Leo -le suplico Malone-. No nos conviertas en unos delincuentes. Tu voto negativo sera el final de esta maldita propuesta.

Brunner parpadeaba sin cesar detras de las gafas mirando alternativamente a Shively y a Malone.

– Tienes que decidirte, Leo -le apremio Yost-. Habla. ?A favor o en contra? ?Si o no? Brunner se esforzo por articular una palabra.

Parecio que sus labios estuvieran a punto de formar un no pero de repente se escucho su reseca voz:

– ?Si!

Yost y Shively se pusieron en pie y le aplaudieron.

– ?Tres a uno! -exclamo Shively pavoneandose-. ?Ya esta arreglado! ?Somos ricos!

Afligido y derrotado, Malone se aparto de la mesa y se levanto. Observo apenado el alborozo de sus companeros y espero a que este cediera un poco.

Cuando los demas se hubieron callado, Malone consiguio hablar y se dirigio a Shively.

– No pienso discutir mas. Lo hecho, hecho esta. Pero una cosa. No llegaras muy lejos en este asunto del rescate sin la colaboracion de Sharon Fields.

– Claro, necesitamos su colaboracion -dijo Shively.

– ?Y si se lo preguntas y ella se niega a colaborar?

– Te prometo que no ocurrira tal cosa -le dijo Shively guinandole el ojo.

– ?Como lo sabes?

– Porque esta noche se lo he preguntado cuando la he visitado -repuso Shively sin dejar de sonreir-. No habra ninguna dificultad. Se ha mostrado de acuerdo. Colaborara.

– ?Quieres decir que ha accedido a escribir la nota de rescate?

– No una sino dos -dijo Shively preparandose el trago de la victoria-. Te asombrarias de lo facil que ha sido. Yo le he dicho: 'Hermana -le he dicho-, quiero que le escribas a Zigman que reuna el dinero y despues quiero que le escribas donde tiene que dejarlo'.

Le he dicho que era necesario que escribiera ella las notas para demostrar que estaba en buenas condiciones. Al principio se ha hecho de rogar un poco.

Me ha dicho: '?Y si me niego a escribir las notas de rescate?' Y yo voy y le digo: 'Carino, te lo dire muy claro. Si no conseguimos una carta escrita de puno y letra por ti, me temo que tendremos que enviar tu mano para demostrar que te tenemos en nuestro poder'. -Se echo a reir-. Y ya no ha habido dificultades.

Malone le miro aterrado.

– Ya aprenderas, muchacho -le dijo Shively sacudiendo la cabeza-. Tienes que aprender a manejar a las mujeres. -Levanto el vaso-. Por nosotros y por nuestro primer millon.

La habitacion estaba a oscuras y Sharon estaba demasiado adormilada para poder encender la lampara y mirar la hora, pero se imaginaba que debian ser las doce de la noche.

A pesar del Nembutal, le estaba resultando dificil aislarse del dia y sumirse en el sueno.

Se imaginaba que aquel estado de duermevela debia ser voluntario y obedecia al deseo de saborear el mayor triunfo de su cautiverio.

Con cuanto esmero habia preparado lo que para ella constituia su ultima esperanza. Con que habilidad y astucia habia conseguido grabarle a Shively en la cabeza, y despues a aquel otro cuyo nombre todavia no conocia, pero al que apodaba el Sonador, la idea de su riqueza y de que seria una estupidez no aprovechar parte de la misma a traves de una nota de rescate. Con cuanta desesperacion habia rezado para que picaran el anzuelo y de que manera tan maravillosa habian picado.

Durante diez largos dias, toda una eternidad, no habia sido una persona, no habia existido para los del mundo exterior.

Ahora, al final, y por primera vez en el transcurso de sus angustias, se convertiria en una persona, en un ser humano necesitado de la ayuda del reducido pero poderoso circulo de aquellos que la conocian y se preocupaban por ella y lo arriesgarian todo por salvarla. Su adormecida mente intento recordar las escenas de triunfo que se habian desarrollado hacia escasas horas.

A primeras horas de la noche la habia visitado el Sonador, con sus acostumbradas y nauseabundas efusiones romanticas, y ella habia interpretado para el un prodigioso papel, una actuacion de aquellas que su mas reciente productor-director, Justin Rhodes, hubiera considerado innecesario repetir y hubiera ordenado imprimir sin mas.

Dado que el Sonador no habia hecho referencia alguna a ninguna nota de rescate, suponia que aun no habrian resuelto la cuestion de si revelar o no el hecho de haberla secuestrado.

La unica indicacion de que se estaba fraguando algo habia sido la aclaracion que le habia hecho el Sonador, en el sentido de que aquella noche solo la visitarian el y Shively, nacido Scoggins.

Tanto Yost como Brunner habian decidido saltarse la visita, lo cual significaba que su impulso sexual habia disminuido, tal como suele suceder siempre.

?Cual habia sido la observacion de Roger Clay a este respecto? Si, 'la costumbre mata el deseo', o algo por el estilo. Sea como fuere, ello le habia dado a entender que se habian producido las primeras senales de pasividad, es decir, que ya se estaba acercando el momento en que decidirian terminar. Soltarla o -?cual era el eufemismo vietnamita?-, si, devastarla.

Despues se habia producido la visita del Malo, de Kyle T. Shively, el monstruo.

Al igual que siempre, se habia sentido presa del terror y la angustia. Pero, a diferencia de lo que solia ocurrir cuando se acostaba con el, todo resulto facil y relativamente breve.

Estaba muy claro que aquella noche no tenia el cerebro centrado en la fornicacion. Habia llevado a cabo el acto de una forma muy rapida, rutinaria y ausente, como si se estuviera acostando con uno de aquellos hinchados troncos femeninos que las 'sex shops' japonesas les venden a los onanistas.

Despues se habia mostrado deseoso de hablar y, al exponerle sus ideas, Sharon intuyo por primera vez el exito alcanzado.

– Estamos pensando en soltarte -le dijo el.

Ella procuro disimular su gratitud.

– Pero no a cambio de nada -anadio el-. Estamos pensando en la posibilidad de pedir un rescate a cambio.

Al fin y al cabo, nos merecemos algo a cambio del alojamiento y manutencion que te hemos ofrecido.

El muy hijo de puta.

– Pero, como es natural, esperamos que nos prestes tu colaboracion -dijo.

– ?Como?

– Si lo hacemos, tendremos que demostrarle a tu gente que te tenemos en nuestro poder. Te dictaremos una nota de rescate que escribiras tu misma. El instinto le dijo que tenia que seguir simulando que ya no le apetecia la libertad, que estaba disfrutando de aquellas vacaciones y que la idea de cambalachearla a cambio de dinero le resultaba ofensiva.

– ?Y si me niego a escribir la nota de rescate?-le pregunto burlonamente.

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