nosotros, es decir, el Perito Mercantil, ha procurado calmarle diciendo: 'Todavia no lo tenemos en nuestro poder, por consiguiente, todavia no podemos celebrarlo'.

Pero el Mecanico ha hecho caso omiso de sus recelos y ha dicho canturreando: '?Esta en el banco! ?Es nuestro, es nuestro!' Su entusiasmo resultaba tan contagioso que, al final, el Perito Mercantil se ha dejado convencer y ha accedido a participar en la alegria general.

Aunque yo habia censurado desde el principio aquella transaccion, no deseaba ser un aguafiestas.

He sonreido y les he felicitado.

El Agente de Seguros ya estaba trayendo whisky, hielo y vasos e insistia en que brindaramos por el dia mas memorable de nuestras vacaciones.

Yo he aceptado un trago y he participado hipocritamente del brindis por el dia mas memorable a pesar de constarme en mi fuero interno que no se trataba del dia mas memorable.

Mi mejor dia fue aquel en que gane todo el amor del Objeto, y alcance la dicha de unirme a ella.

Sabia que la satisfaccion que nace del amor jamas podria ser comparable al burdo placer que procede de las ganancias materiales.

Mientras nos trasladabamos con nuestras bebidas al salon, he tenido ocasion de comprobar que el hecho de alcanzar el exito con la mujer mas deseable de la tierra jamas puede compararse con el exito de la riqueza repentina.

Esta muy claro que para los hombres el maximo pinaculo, la perfecta consecucion del orgasmo, no se alcanza a traves de la sexualidad sino del dinero.

No se si Wilhelm Reich debio darse cuenta alguna vez de esta circunstancia.

Como es logico, aunque llegue a esta conclusion, yo no la suscribo puesto que formo parte de una minoria y soy un anticonformista.

He conservado el trago y me he abstenido de beber, observando en cambio como los demas se iban llenando una y otra vez los vasos.

A continuacion se ha iniciado una conversacion en la que al principio no queria participar si bien despues me he visto obligado a hacerlo.

Repantigado en el sofa, el Mecanico no cabia en si de gozo y satisfaccion.

'Un cuarto de millon para cada uno -se repetia una y otra vez como si no consiguiera creerselo, y ha sido la unica vez en que le he oido hablar en tono autenticamente amable-.

Imaginaos, imaginaos lo que habran cambiado nuestras vidas para el sabado. Basta de preocupaciones. Basta de luchas.

Seremos unos ricachos y bastara que chasquemos los dedos para conseguir lo que se nos antoje, igual que Onassis y Getty'.

'Yo aun no me lo creo -ha dicho alegremente el Agente de Seguros-, no se que hare primero'.

'Podremos permitirnos hacer lo que mas nos agrade -ha dicho el Perito Mercantil, pero despues ha anadido un prudente consejo muy propio de su caracter-.

Claro que seria conveniente invertir una buena cantidad en bonos municipales exentos de impuestos.

Ello evitaria que nos gastaramos todo el dinero atolondradamente y nos permitiria obtener unos ingresos regulares'.

'Primero yo quiero tener las cosas que siempre he deseado', ha dicho el Mecanico.

'?Como que?', le ha preguntado el Agente de Seguros.

Observando la expresion del rostro del Mecanico, se me ha ocurrido pensar momentaneamente en un pobre huerfano que hubiera sido adoptado de repente por una acaudalada familia y estuviera pasando sus primeras Navidades con esta y acabara de abrir las docenas de paquetes amontonados bajo el arbol de Navidad alegremente adornado.

'?Que es lo que quisiera hacer con la pasta? -El Mecanico ha empezado a reflexionar, cosa insolita en el puesto que no parece una persona acostumbrada a utilizar demasiado la imaginacion.

Cada persona dispone seguramente de un armario cerebral en el que guarda y conserva los posibles suenos que con frecuencia se averguenza de manifestar.

Y el Mecanico ha revelado los suenos que ahora, con esta repentina ganancia, podrian convertirse en realidad-.

Pero una cosa es segura -ha dicho-, pienso pasarme mucho tiempo sin trabajar y, si vuelvo a trabajar, lo hare por mi cuenta.

Creo que lo primero que voy a hacer sera buscarme un nuevo apartamento. Tal vez me compre un elegante apartamento de soltero, el mas grande que haya, o tal vez una casa en la playa de Marina del Rey, donde hay tanto ambiente, o tal vez en alguna zona de Malibu'.

'Una casa en la playa sera muy cara', le ha recordado el Perito Mercantil.

'Estas hablando con un ricacho -le ha contestado el Mecanico esbozando una ancha sonrisa-.

Si, un sitio todo para mi en la playa, y todas las noches organizare fiestas en honor de esas chicas en bikini que se exhiben por la playa.

Y despues me comprare un coche deportivo extranjero de carroceria especial, tal vez un Ferrari o un Lamborghini rojo, y me ire a pasear por ahi como uno de esos 'playboys' de Africa del Sur.

Y despues, vamos a ver, creo que me gustara hacer alguna inversion, tal como sugiere nuestro Perito Mercantil.

Tal vez compre un autentico coche de carreras -uno de esos Porsches de doce cilindros blanco y verde-con el que pueda participar en algunas de esas carreras que organizan por el pais y ganar algunos premios y trofeos.

Bueno, eso para empezar. Hay muchas otras cosas que tambien quiero. -Ha senalado con el vaso lleno hacia el Agente de Seguros y ha derramado parte del contenido-. Y tu, ?que? ?Que vas a hacer con el botin?'

El Agente de Seguros, con el mofletudo rostro arrebolado a causa del alcohol y la satisfaccion, ha empezado a reflexionar seriamente.

'Pues mira, puedes creerme, me he preguntado a menudo lo que haria si heredara de repente una elevada suma de dinero. Por consiguiente, ya estoy bastante hecho a la idea.

Ante todo, tal como tu has dicho, me gustaria dejar el trabajo inmediatamente.

Ser vendedor tiene sus ventajas pero en el fondo es una forma humillante de ganarse la vida un dia si y otro tambien.

Siempre luchando, sonriendo, procurando resultar simpatico, embaucar a la gente, y la mayoria de las veces para que te miren por encima del hombro y te insulten. Ya estoy harto de eso'.

'Pero, en concreto, ?que quieres hacer?', le ha preguntado el Perito Mercantil.

'Bueno, me gustaria hacer un deposito para Nancy y Tim, mis hijos, para asegurarles el futuro.

Despues me gustaria trasladarme a vivir a Beverly Hills, comprarme una de esas preciosas casas de dos pisos de estilo espanol que hay por Rodeo o Linden, una casa con piscina en la parte de atras.

Y dejaria la decoracion y la eleccion del mobiliario en manos de mi mujer, ella siempre ha deseado tener la oportunidad de poder hacerlo.

Como es natural, me hare socio de algun elegante club de golf y me pasare mucho tiempo jugando dieciocho hoyos al dia y alternando con la mejor sociedad.

Y hare buenas inversiones en el mercado bursatil.

Siempre he pensado que en la bolsa podria ganar mucho dinero.

Tal vez pueda doblar el capital. Y, bueno, y en cuanto a las aficiones, jamas se lo he dicho a nadie porque siempre me ha parecido ridiculo y rebuscado, pero ahora que tengo el suficiente dinero como para convertir este sueno en realidad, me gustaria volver al futbol americano.

No para jugar, claro. Para eso ya soy un poco mayor. Pero buscar por ahi, tratar de introducirme como capitalista en alguna asociacion que tenga en proyecto organizar un equipo -no tiene por que ser necesariamente en Los Angeles, podria ser en Chicago, Cleveland, Kansas-e intervenir activamente en la direccion del mismo convirtiendome para ello en asesor del equipo de entrenadores.

Eso seria estupendo, me pareceria que vuelvo a vivir mi epoca universitaria.

Creo que lo que te he dicho me mantendria ocupado durante muchos anos.

Ah, si y… -Ha mirado al Perito Mercantil-espero contar con tu colaboracion para que revises mis inversiones y cuides de mis impuestos. Siempre y cuando no pienses retirarte, claro'.

'Gracias por la confianza que me demuestras -ha dicho el Perito Mercantil-. No, creo que no me imagino

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