– ?Te acuerdas de aquel psicoanalista que conocimos hace anos, Nell? ?Donde fue? Ah, si, en aquella cena de la Casa Blanca, ?te acuerdas? El que dijo que no queria tener por pacientes a los actores y actrices.
'Te pasas el rato arrancandoles una capa tras otra esperando poder llegar al nucleo, a la autentica persona que se oculta debajo de todas las falsas apariencias. Y cuando lo consigues, ?que es lo que encuentras? Nada. No hay nadie. No encuentras a una persona autentica'.
Santo cielo, esta idea me aterro durante muchos meses. Supongo que a eso se debe a mi actual tranquilidad y satisfaccion.
Me he arrancado todas las capas. Y he encontrado a una persona autentica, un ser humano, mi propia identidad, el yo que habita en mi.
Y me gusta y respeto a esta persona y he comprendido que esta persona puede ser independiente y hacer lo que le venga en gana. No esta mal. Mejor dicho, esta muy bien.
– Se volvio sosteniendose la blusa desabrochada a la altura de los hombros.
– Gracias, Nell. -Abrazo fugazmente a su secretaria con un solo abrazo-. Es posible que sea independiente pero no se que haria sin ti. Buenas noches. Descansa tu tambien un poco.
Sharon Fields se dirigio a la alfombrada escalera que conducia a su alcoba del segundo piso. Mientras subia, recordo el reportaje que una revista de difusion nacional habia publicado sobre su casa.
Las dos paginas centrales las habian dedicado a una enorme fotografia de su alcoba, en la que aparecia la cama de matrimonio con colcha de terciopelo y dosel. El pie de la foto decia: 'Si el Despacho Ovalado de la Casa Blanca de Washington, el Kremlin de Moscu y la Casa del Estado de Pekin son las capitales politicas del mundo, este dormitorio de Bel Air es la capital sexual del mundo.
El esplendor de esta estancia, el costd de cuyo mobiliario asciende a 50.000 dolares, es el escenario en el que Sharon Fields, la diosa internacional del Estado del Amor, se olvida de todo, de la veneracion y la respiracion entrecortada, para dormir sola'.
Se habia molestado por toda aquella basura pero ahora, al recordarla, comprendio que la ultima parte habia sido profetica y sonrio. Para dormir sola.
Gracias a Dios, penso al llegar al pasillo. Gracias, Senor Dios, penso, y se dirigio alegremente a su alcoba.
Media hora mas tarde, enfundada en un camison rosa de encaje y con el cobertor de raso acolchado subido hasta la barbilla, Sharon Fields se hallaba tendida bajo el enorme dosel en la oscuridad de la alcoba, todavia despierta pero sumida ya en una especie de sopor.
Se habia tomado el Nembutal diez minutos antes de acostarse y sabia que no le haria efecto hasta dentro de otros diez.
Comodamente tendida y dejando vagar sus pensamientos, se percato de que llevaba varias noches sin preocuparse por el pasado -lo cual era indicio de buena salud mental-, habiendose dedicado con preferencia a examinar el presente y a pensar en el futuro.
Esta noche se sentia satisfecha y a salvo. Para ella se trataba todavia de una sensacion nueva, porque, hasta hacia poco tiempo, la cama habia sido para ella el simbolo de aquello que mas odiaba en la vida.
La cama habia sido la triste arena desde la que habia ascendido al exito. Una vez alcanzado el exito, la cama se habia convertido en el simbolo publico de su personalidad y de la atraccion que ejercia en millones de personas.
Para todas estas, no era un ser humano como ellas sino un objeto, una cosa, un objeto sexual -el mas deseado del mundo-cuya sola presencia se asociaba inmediatamente con el mas perfecto receptaculo sexual y cuyo sitio estaba en la cama y en ningun otro lugar.
Al principio habia perseguido esta identificacion, pero, tras haberla alcanzado, habia tratado en vano de librarse de ella, de separarse de la imagen de la cama. Pero el publico no estaba dispuesto a aceptarlo, los estudios no estaban dispuestos a aceptarlo y ni siquiera se lo permitia su propio agente de prensa Hank Lenhardt.
Al final habia hallado el medio de convivir con esta imagen -la imagen de su persona tendida en la cama de todo el mundo-y lo habia logrado descubriendo su propio yo, aprendiendo que era algo mas que un objeto sexual, y al hacerlo asi se habia divorciado mentalmente de aquel odiado simbolo de la cama.
Es mas, se las habia apanado tan bien que hasta su propia cama se habia convertido en un tranquilo y abrigado punto de reposo, huida y descanso.
Se enorgullecia de su exito y de la fuerza de voluntad que el final le habia permitido doblegar la vida a su antojo.
Habia tardado mucho en conseguirlo pero al final era duena de su ser y de su destino.
Se sentia a salvo por vez primera, segura por vez primera, libre por vez primera de los hombres y de sus exigencias sexuales y de la necesidad de moldear su personalidad y conducta de acuerdo con sus gustos.
Y, por vez primera, estaba en condiciones de hacer lo que le viniera en gana, cuando le viniera en gana y como le viniera en gana.
Era un alma independiente y, tanto si ello gustaba a los demas como si no, era igual a sus semejantes. E incluso superior.
Tras veintiocho anos de servidumbre y esclavitud como la que suelen conocer la mayoria de muchachas y mujeres, su espiritu y su cuerpo -si, su espiritu y su cuerpo-solo le pertenecian a ella.
Y, sin embargo, tal vez le faltara algo. Tal vez no. En el momento actual no experimentaba sensacion alguna de vacio.
Tal vez no le bastara el amor de si misma para poder vivir una vez se hubiera desvanecido el brillo de la novedad.
Entonces quiza resultara mas evidente la sensacion de vacio.
Entonces tal vez necesitara a alguien, a alguien honrado, amable y carinoso con quien compartir el prodigio de cada nuevo dia.
Roger Clay habia sido un hombre simpatico, considerado, respetuoso y a menudo amable, a pesar de ser un actor y un egoista.
En realidad, habian roto sus relaciones porque ella se habia mostrado celosa de su independencia tan duramente ganada y Roger no habia podido adaptarse.
Ahora, en mitad de la noche, empezo a reflexionar. Tal vez no fuera mala idea llegar a una solucion de compromiso. Ceder parte del territorio conquistado a cambio de un aliado que le hiciera el regalo del amor.
Bueno, pasado manana, no, ya estabamos a manana muy pronto se reuniria con el en Londres y estaria en condiciones de saber mas acerca de el y acerca de si misma y acerca de la importancia de ambos, y mantendria abierta la puerta de las distintas alternativas.
Bostezo y dio la vuelta sobre la suave almohada de plumas.
Aquellos libros franceses que habia leido ultimamente. ?En cual de ellos lo habia leido? Era en el de Valery, si, Valery.
'Es necesario que transcurran muchos anos antes de que las verdades que nos hayamos creado se conviertan en nuestra propia carne'.
Muy bien. ?A que objeto darse prisa? La metamorfosis se producira, se esta produciendo, se producira.
El ultimo pensamiento antes de conciliar el sueno: manana seria un dia maravilloso. Y se durmio.
Segundo acto.
La camioneta de reparto Chevrolet de tres cuartos de tonelada, con su carroceria modelo 1964 y sus neumaticos nuevos de alto rendimiento, lucia la misma leyenda en ambos laterales recien pintados.
La leyenda decia: 'Desinfeccion y Desratizacion, Sociedad Anonima, Control de Plagas desde 1938, Los Angeles Oeste'.
Mientras la camioneta de reparto ascendia por la calle Stone Canyon de Bel Air nada habia en su aspecto que pudiera inducir a sospechar que no se dirigia a cumplir uno de sus habituales servicios.
A aquella hora grisacea de un miercoles por la manana de mediados de junio -faltaban cinco minutos para las siete-, no habia por la zona ningun otro vehiculo y tampoco ninguna persona que pudiera observarla.
Sentado al volante, Adam Malone se iba acercando progresivamente a su punto de destino.
A pesar de que solo habia dormido muy poco en el transcurso de la agitada noche, Malone estaba ahora
