pildoras.
Porque no pienso darles nada a cambio. Podran ustedes quitarme lo que puedan tal como hicieron anoche, pero yo no les dare nada de buen grado, ni una sola cosa. ?Recuerdelo! ?Ahora quitese de mi vista, asqueroso!
– Te estas cavando la fosa, senorita -le dijo Shively sonriendo-. Quedate en ella. -Tomo lentamente la bandeja de la comida, la examino, aspiro su aroma y esbozo una radiante sonrisa. Tomo un sorbo de zumo de naranja y chasqueo la lengua. Tomo despues una salchicha y empezo a mordisquearla-. Mmmm, delicioso. -Volvio a mirarla sonriendo-. Muy bien, muneca, cuando quieras algo, lo recibiras o no lo recibiras segun lo que estes dispuesta a pagar. A partir de ahora no recibiras nada a excepcion de nuestro amor, claro, de eso no quisieramos privarte. -Se dirigio hacia la puerta para reunirse con los demas y le hablo por encima del hombro-. Cuando quieras algo mas, dinos que estas dispuesta a dar mas, estas son las condiciones finales. Hasta luego, encanto.
Shively cerro la puerta del dormitorio y les guino el ojo a los demas.
– Tened paciencia, muchachos. Hacedlo a la manera de Shiv. Tened confianza en mi. Dentro de cuarenta y ocho horas podreis gozar del trasero mas colaborador de la historia.
Sharon Fields yacia inerte en la cama debilitada por el hambre, la sed y la falta de sueno y se sentia constantemente como al borde del delirio. No sabia como habia transcurrido la tarde. No recordaba las dolorosas horas ni los pensamientos que habian cruzado por su imaginacion.
Ahora, puesto que ya no se filtraba luz a traves de las rendijas de los tableros, supuso que ya habria anochecido.
El reloj que habia al lado de la cama le confirmaba que eran las ocho y veinte de la tarde en algun lugar del reino de Satanas.
Volvia a sentirse febril y, por alguna extrana e inexplicable razon, ello contribuyo a aclararle las ideas. Su cerebro se esforzaba por hallar alguna esperanza a la que aferrarse y, al final, solo consiguio aferrarse a una. Volvio a pensar por centesima vez en la promesa de las Personas Extraviadas.
No podia concebir que un personaje celebre, una mujer tan famosa como ella, pudiera desaparecer sin que nadie la buscara. Imposible. Si bien, pensando en la facilidad con que habia sido apartada de la seguridad de la raza humana, mantenida en esclavitud, violada y humillada, habia empezado a abrigar ciertas dudas en relacion con su importancia y su fama dado que ello se habia producido sin que la protegiera y lo impidiera ninguna persona que la conociera y venerara.
Habia examinado minuciosamente sus dudas descubriendo una profunda grieta en su orgullo -consecuencia de su desamparo-y habia tenido que hacer acopio de toda la fortaleza de su ser para recordar quien era y que representaba a los ojos de todo el mundo.
?Por que, pues, no la echaban en falta? ?Por que alguien de entre su legion de amigos, protectores y admiradores no hacia algo por salvarla? Otra vez la esperanza de las Personas Extraviadas. Era su maxima esperanza.
Felix Zigman y Nellie Wright hablando con la policia, demostrando que su desaparicion habia sido real. Y los de la policia, que eran muy listos y cientificos, encontrarian alguna clave que les permitiera descubrir el secuestro y sus autores y su paradero.
Procuro imaginarse lo que estarian haciendo en aquellos momentos por ella. Varias patrullas de vehiculos de la policia ya se habrian puesto en camino hacia el lugar en el que ella se encontraba al objeto de apresar a sus secuestradores y salvarla.
Siguio alimentando aquel sueno pero de repente este fue sustituido por un espectro que eclipso todas sus esperanzas. Habia recordado algo, una escena que subitamente revivio mentalmente, un primer plano de Nellie y ella anoche en el salon de su casa de Bel Air, mejor dicho, no anoche sino la noche del dia anterior, cuando todavia era un ser humano apreciado por los demas.
Aquella escena, finalizada la fiesta de despedida y tras haberse marchado todos los invitados, hablando con Nellie antes de subir a acostarse.
La recordaba con toda claridad y precision.
Ella: 'Tal vez necesite a alguien. Tal vez lo necesite todo el mundo. Tal vez no. Ya lo averiguare. Pero no me hara falta toda esta corte y adornos.
Dios mio, a veces quisiera marcharme, huir, escapar hacia algun lugar donde nadie supiera quien soy, donde a nadie le importara quien soy estar sola y en paz algun tiempo, vestir lo que quisiera, comer cuando me apeteciera, leer o meditar o pasear entre los arboles o haraganear sin experimentar sentimiento alguno de culpabilidad. Largarme donde no hubiera manecillas del reloj, ni calendario, ni agenda, ni telefono.
A un pais de nunca jamas, sin pruebas de maquillaje, sesiones fotograficas, ensayos ni entrevistas. Yo sola, independiente, libre, perteneciendome a mi misma'.
Nellie: '?Por que no, Sharon? ?Por que no lo haces algun dia?'
Ella: 'Tal vez lo haga. Si, es posible que este dispuesta a hacerlo muy pronto es posible que emprenda un vuelo inesperado y vea donde aterrizo y que me sucede'.
Santo cielo, le habia dicho a Nellie todas estas cosas precisamente la vispera del secuestro.
Y Nellie, con la mentalidad de grabadora que tenia, no habria olvidado ni una sola palabra.
Se estaba imaginando ahora otra escena, la que habria tenido lugar tras su desaparicion.
Felix: 'O sea, ?que te dijo todo eso la vispera de su desaparicion?'
Nellie: 'Exactamente estas fueron sus palabras textuales. Que le gustaria largarse, huir y ocultarse en algun lugar desconocido donde nadie pudiera encontrarla'.
Felix: 'Pues ya tenemos la explicacion. Se ha largado impulsivamente sin decirnos nada. Estara descansando en algun sitio'.
Nellie: 'Pero no tiene por costumbre no decirnos nada a ninguno de los dos'.
Felix: 'Ya lo ha hecho en otras ocasiones, Nellie'.
Nellie: 'Si, pero…
' Felix: 'No, eso es lo que habra ocurrido con toda seguridad. Es inutil que acudamos a la policia. Hariamos el ridiculo cuando apareciera. Me parece que tendremos que permanecer sentados con los brazos cruzados esperando a que se aburra de estar sola y decida regresar a casa. No te preocupes, Nellie. De una forma consciente o inconsciente te dio a entender que tenia en proyecto ir a ocultarse en algun sitio durante algun tiempo.
Y eso es lo que ha hecho. No podemos hacer otra cosa como no sea esperar'.
Santo cielo, aquellas palabras estupidas, inofensivas y carentes de significado que le habia dicho a Nellie, las habrian interpretado ahora erroneamente y serian el instrumento que la alejaria de toda posibilidad de alerta, busqueda y salvacion.
El espectro que habia borrado su ultima esperanza habia sido ella misma.
Navegaba al garete, sola y sin que nadie que la echara en falta, sobre una balsa en un mar desconocido y era necesario que afrontara aquella realidad de una vez por todas. Estaba totalmente a la merced de aquellos sadicos tiburones.
?Como era posible que ella -precisamente ella-hubiera acabado metida en aquella pesadilla viviente? Busco alguna explicacion racional y se acordo de aquellos increibles momentos del dia anterior, de la tarde del dia anterior, en que el Sonador le habia leido todas sus falsas declaraciones en el transcurso de las falsas entrevistas de prensa, las declaraciones que la habian hecho aparecer como una ninfomana, papel que justamente interpretaba en su ultima pelicula, “La prostituta real”.
Todas aquellas falsedades y aquella imagen suya deformada, que ya empezaba en la biografia que los estudios habian divulgado, la habian conducido en cierto modo a la cautividad de aquella cama.
La biografia de los estudios, la biografia publica, parecia que todavia estuviera escuchando al Sonador recitandola, recitandosela como si fuera el Evangelio.
Nacida en una plantacion de Virginia Occidental. Sus padres, unos aristocratas. Su padre, todo un caballero y abogado sureno. Estudios en la escuela de Educacion Social de la Senora Gussett y en Bryn Mawr.
Un concurso de belleza, un anuncio de television, el metodo Stanislavsky, un desfile de modelos benefico, un descubridor de talentos, unas pruebas cinematograficas, un contrato con unos importantes estudios, un papel secundario y el inmediato ascenso al estrellato.
Santo cielo, si aquellos chiflados supieran la verdad. Pero, si alguien se la contara, no la creerian. Ni ella misma podia creersela porque la habia reprimido y enterrado hacia mucho tiempo.
En contra de su voluntad, su cerebro empezo a practicar excavaciones arqueologicas en su no muy lejano pasado. Habia que ir desenterrando uno a uno todos aquellos feos y desagradables objetos. Un solo vistazo a
