Randall localizo a Jeffries en su oficina, y el teologo britanico habia colaborado con mucho gusto. Umm, Santiago 23:66, umm, veamos. Randall habia obtenido la linea traducida. «Y Nuestro Senor, al huir de Roma con sus discipulos, hubo de caminar aquella noche a traves de los abundantes campos del Lago Fucino, que habia sido desaguado por ordenes de Claudio Cesar y cultivado y labrado por los romanos.»

Simple, directo, inocente.

?Donde estaba el defecto fatal que Bogardus habia senalado?

Los judios habian sido expulsados de Roma en el ano 49 antes de Jesucristo, Jesus se encontraba entre ellos y era el ano en que habia muerto, el ultimo ano de Su vida, segun Santiago. ?Que estaba mal en todo eso?

Sin decir que era lo que buscaba, Randall habia asignado a Elwin Alexander y a Jessica Taylor para averiguar lo que pudieran acerca del Emperador Claudio, la expulsion de los judios de Roma en el ano 49 A. D., y esas hectareas de tierra cultivada que una vez habian constituido el Lago Fucino cerca de Roma. Sus investigadores habian escudrinado los escritos de los antiguos historiadores… Tacito, Suetonio, Dion Casio y el grupo que habia escrito la Historia Augusta , asi como los de los historiadores modernos, anteriores y posteriores a Gibbon. En poco tiempo, el equipo publicitario de Randall habia vuelto con fotocopias del material que habia encontrado.

Randall hojeo el material desesperadamente, y de pronto una fecha lo dejo estupefacto. En pocos segundos reconocio el tal defecto fatal al cual se referia Bogardus.

El Fucino habia sido un lago cercado de tierra en las proximidades de Roma. No tenia salida. Regularmente, cuando la temporada de lluvias llegaba a la antigua Roma, las aguas del Lago Fucino crecian, se desbordaban e inundaban la campina. El Emperador Claudio habia ordenado a sus ingenieros que desaguaran el lago para siempre, y ellos desarrollaron un proyecto que se convirtio en una tarea formidable. Tendrian que excavar un tunel de cinco kilometros de longitud desde el Lago Fucino, a traves de las rocas de una montana adyacente, hasta el Rio Ciris. Claudio habia dirigido a treinta mil obreros que trabajaron en el proyecto durante mas de una decada, excavando y construyendo el tunel. Cuando terminaron, Claudio solto las aguas del Lago Fucino a traves del tunel, desaguando y secando el lago por completo, y convirtiendolo en un lecho de tierra cultivable.

Jesus habia caminado sobre las tierras de cultivo que anteriormente habian estado bajo el Lago Fucino en el ano 49 antes de Jesucristo. Esa era la version de Santiago.

Claudio Cesar habia ordenado desaguar el Lago Fucino y convertirlo en tierras de cultivo en el ano 52 A. D. Esa era la version de los historiadores romanos.

Ahi estaba el error, el defecto descubierto por Bogardus.

Jesus, al huir, en el ano 49 A. D., habia cruzado un lago seco, a pesar del hecho irrefutable de que el lago todavia existia en aquel ano y que no seria desaguado sino hasta tres anos despues de la muerte del Senor.

El anacronismo dentro del Evangelio segun Santiago estaba ahi, visible a todos. Posiblemente nadie lo notaria jamas, de la misma manera como nadie lo habia detectado hasta ahora, excepcion hecha de un bibliotecario holandes. No obstante, si se recalcara, si fuera transmitido a todo el mundo, el publico se sentiria inquieto, tal como Randall se sentia en este momento.

Debia existir una explicacion de esta falla.

Todavia esperando en la linea para hablar con George Wheeler en Maguncia, Randall pensaba que el editor no tendria dificultad para resolver el problema. Una vez solucionado eso, Bogardus podria ser despedido de inmediato y Resurreccion Dos estaria finalmente a salvo del dominee De Vroome.

La telefonista alemana que operaba el conmutador de Hennig hablo nuevamente.

– Herr Wheeler ha sido notificado. En seguida viene al telefono.

Se escucharon varios golpecillos secos, seguidos por la atronadora voz de Wheeler que estallo en el oido de Randall.

– ?Hola! ?Quien habla… Steven Randall?

– Si, George, tuve que…

– Me sacaron de una junta muy importante, diciendo que era una llamada urgente. ?Que demonios sucede que no pueda esperar hasta que yo regrese?

A pesar del disgusto de Wheeler, Randall insistio:

– No, no puede esperar, George. Es muy importante. Tenemos un problema aqui.

– Si tiene que ver con la publicidad…

– Tiene que ver con todo el proyecto, con la propia Biblia. Le dare la informacion rapidamente. Me entreviste con Maertin de Vroome anoche.

– ?Que? ?Vio a De Vroome?

– Asi es. Me mando buscar. A mi me entro la curiosidad y lo fui a ver.

– Situacion peligrosa. ?Que queria?

– Le dare los detalles cuando nos veamos. Lo mas importante…

– Steven, mire, manana podremos hablar de eso -Wheeler parecia sentirse acosado y nervioso-. Tengo que regresar a la junta con los otros editores y con Hennig. Algo ha surgido, una emergencia. Lo vere despues…

– Creo que ya estoy enterado de la emergencia -interrumpio Randall-. Acaban ustedes de saber que Plummer y De Vroome estan tratando de chantajear a Hennig. Tienen pruebas de que Hennig fue un incinerador de libros nazi en 1933.

Se escucho una exhalacion de sorpresa desde Maguncia.

– ?Como lo supo usted? -pregunto Wheeler.

– Por De Vroome.

– ?Ese hijo de puta!

– ?Y que piensan hacer? -inquirio Randall.

– Todavia no estamos seguros. De Vroome tiene en su poder negativos y algunas impresiones, pero las fotografias pueden mentir. En este caso, la fotografia no representa la verdad. Karl Hennig era en aquel entonces tan solo un muchacho que apenas comenzaba la preparatoria y para el era solo una diversion callejera, asi que se unio al alboroto. ?Que muchacho no quisiera lanzar sus libros de texto al fuego? Tampoco era nazi. No pertenecia a la juventud hitleriana, ni nada semejante. Pero si la fotografia se diera conocer y se distorsionara sensacionalisticamente… bueno, usted es publicista… usted sabe…

– Se veria muy mal. Lo se. Afectaria las ventas.

– Bueno, no se va a publicar -dijo Wheeler llanamente-. Tenemos varios planes para acallarlos. Y una cosa si es definitiva; no pagaremos el precio de De Vroome. No le anticiparemos nuestro secreto, a ningun precio.

– Por eso le estoy llamando, George. Me he tropezado con una situacion similar de chantaje aqui en el «Krasnapolsky». Y quiero saber que…

– ?Que situacion de chantaje? ?Que esta sucediendo alli?

Brevemente, Randall le informo como, a traves de su entrevista con De Vroome, habia logrado conocer la identidad del traidor del proyecto.

– ?Quien es? -interrumpio Wheeler.

– Nuestro bibliotecario. Hans Bogardus. Lo interrogue hace una hora. Ya confeso. Es el quien ha estado pasando nuestros…

– ?Esta despedido! -ladro Wheeler-. Se lo dijo usted, ?o no?

– No, espere, George…

– Vaya usted y digaselo ahora mismo. Digale que el doctor Diechhardt y George Wheeler lo han autorizado. Haga que suban Heldering y sus guardias para que echen de una patada en el culo a ese hijo de puta de Bogardus.

– No es tan sencillo, George. Por eso le he llamado.

– ?Que quiere usted decir?

– Bogardus esta tratando de extorsionarnos. Afirma haber descubierto una evidencia que desafia la autenticidad del Evangelio segun Santiago. Me ha dicho que le entregara esa evidencia a su novio. Cedric Plummer… si, asi es… y nos reventaran hasta el cielo si intentamos despedirlo.

– ?De que demonios esta usted hablando, Steven? ?Cual evidencia?

Randall tomo su hoja de apuntes y leyo el pasaje de Santiago y la investigacion acerca del Lago Fucino.

– ?Eso es ridiculo! -exploto Wheeler-. Nosotros tenemos a los mejores expertos del mundo… expertos en el proceso de datacion por medio del carbono 14, en la critica textual, en el arameo, en la historia antigua, hebrea y romana. Han sido anos de trabajo. Cada palabra, frase y oracion de Santiago, han sido analizadas bajo lente de

Вы читаете La palabra
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×