cambiarla o modificarla. Sabia tambien que no le gustaria que fuese de ninguna otra manera.

Asi pues, el le relato los resultados de sus visitas al hospital la noche anterior y esta manana.

Ahora, varios minutos despues, todavia encerrado en la sofocante cabina telefonica, Randall terminaba su recitacion.

– Eso es todo, Wanda. A menos que algo imprevisto ocurra, papa ha pasado la crisis. Se recuperara. Hasta que punto, no lo puedo decir.

– Me alegro mucho por usted, jefe. ?Quiere que transmita las nuevas a alguien mas?

– Supongo que seria mejor. No he tenido oportunidad de llamar a nadie. Puede usted llamar a Darlene al apartamento y decirselo. Ademas…, -Randall trato de pensar. Estaban Joe Hawkins, su asistente, y Thad Crawford, su abogado hechicero. Ellos querrian saber-, creo que tambien puede informar a Joe y a Thad. Ah, si, y digale a Thad que definitivamente firmare el convenio con Towery y Cosmos en cuanto regrese. Digale que estare de vuelta en unos dos o tres dias. Yo le avisare.

– Asi lo hare, jefe. Solo que yo esperaba que pudiera usted regresar a Nueva York para manana. Por eso le estoy llamando.

Por fin, penso Randall. Wanda estaba lista.

– ?Para manana? -dijo el-. Esta bien, carino; sueltela.

– Tengo dos recados urgentes para usted, jefe. Al menos, quienes llamaron los consideraron urgentes. No queria agobiarlo, si su padre todavia estaba en condiciones criticas. Pero ahora que usted dice que ya esta mejor, creo que se los puedo pasar.

– La escucho, Wanda.

– Uno es nuevamente de George L. Wheeler…, ?lo recuerda usted…?, el editor de libros religiosos de quien le informe ayer cuando usted estaba en el aeropuerto. Cuando le dije a Wheeler que todavia estaba tratando de localizarlo, insistio en que me comunicara inmediatamente. ?Ha tenido usted tiempo de pensar en ese asunto?

– Francamente, no.

– Bueno, si puede usted darse el tiempo, podria valer la pena que lo pensara -dijo Wanda-. Sus antecedentes son de lo mejor. Yo ya he verificado algunas referencias: Dun and Bradstreet, Quien es Quien en America, El Semanario de los Editores. Mission House es la numero uno entre las editoras de Biblias. Muy por delante de Zondervan, World, Harper and Row, Oxfrod, Cambridge, Regnery y todas las demas. En Mission House, Wheeler es el propietario de todo; llaves, acciones y Biblias. Patrocino al reverendo Zachery, el predicador protestante que recorrio Australia para despertar la fe, y recientemente estuvo en la Casa Blanca para recibir no- se-que premio. Ha estado casado, durante treinta anos, con una dama de la alta sociedad de Filadelfia; procrearon dos hijos, y el tiene cincuenta y siete anos de edad, de acuerdo con el Quien es Quien. Heredo la Mission House de su padre hace unos veinte anos… y tienen sus oficinas aqui mismo en Nueva York, y tambien sucursales en Nashville, Chicago, Dallas, Seattle.

– Esta bien, Wanda, con eso es suficiente. Asi que telefoneo de nuevo hoy. ?Le dijo esta vez que es exactamente lo que quiere?

– Quiere verlo manana por la manana, tan temprano como a usted le sea posible. Fue tan obstinado que al fin tuve que decirle donde estaba usted y que es lo que estaba pasando. El lo comprendio todo, pero insistio en que era vital que se reuniese con el por la manana. Me rogo que lo localizara y le preguntara si podria regresar tan solo para esta reunion, asegurandome que todo estaria resuelto para el mediodia y que usted podria, entonces, volver a donde esta su padre. Yo hice lo que ayer me ordeno usted que hiciera… le dije que trataria de localizarlo, pero que no le garantizaba que lo lograria.

– Wanda, esa junta…, ?le dijo Wheeler de que se supone que se trata?

– Bueno, me dijo algo mas acerca de que usted se encargara de promover esa flamante Biblia…

– ?Solo eso? -Randall la interrumpio agriamente-. Gran negocio. Otra vez lo mismo. ?Quien la quiere o la necesita?

Hubo un breve silencio al otro extremo de la linea, y luego vino de nuevo la voz de Wanda:

– Estaba pensando que tal vez usted la necesita, jefe -dijo arrastrando las palabras-. He estado revisando mis notas. Wheeler me dio unos cuantos detalles mas acerca de este asunto. El querria que usted lo representase durante todo un ano. Dijo que pagaria lo maximo; mas de lo que ninguna cuenta industrial jamas le ha pagado. Dijo tambien que implicaria un considerable prestigio para usted. Y ademas dijo que queria que fuera usted a Europa durante un mes o dos, con gastos pagados, y que ese viaje le pareceria fascinante. El unico pero es que tendria que partir casi inmediatamente.

– ?Para que necesita un editor norteamericano de biblias a un publirrelacionista en Europa?

– Eso tambien se me ocurrio a mi. Trate de averiguarlo, pero el se encerro como almeja. Ni siquiera me quiso decir a que parte de Europa tendria usted que ir. Pero Joe Hawkins y yo lo estuvimos discutiendo, y Joe esta de acuerdo conmigo. Considerando la presion que ha tenido encima ultimamente, usted muy bien aguantaria un cambio.

– Hacer yo alharaca por una Biblia -bufo Randall-. ?Vaya cambio! Querida, yo creci con la Biblia y la he tenido hasta la coronilla desde anoche. No encuentro ningun placer en regresar a aquello de lo cual sali.

Wanda insistio.

– Todos nosotros aqui tenemos la corazonada de que no se trata del mismo viejo libro, sino que podria ser algo diferente. George L. Wheeler insistio en que me asegurara de pasarle a usted la clave acerca de lo que trata todo ese proyecto.

– ?Cual clave?

– El versiculo 28:7 del Evangelio San Mateo en el Nuevo Testamento -Wanda hizo una pausa-. Supongo que no lo recuerda, despues de todo lo que ha tenido que pasar. ?Recuerda que se lo dije ayer…? El pasaje de San Mateo que dice: «E id pronto y decid a Sus discipulos que ha resucitado de los muertos, y he aqui va delante de vosotros a Galilea; alli le vereis…» Y Wheeler me recordo de nuevo que le dijera que usted manejaria la Segunda Resurreccion.

Randall lo recordo. Todo volvio a su mente; la enigmatica chifladura de Wheeler que queria que el promoviera la Segunda Resurreccion.

Al igual que antes, Randall estaba perplejo. ?Que diablos era lo que Wheeler estaba tratando de decirle?

Randall habia dedicado buena parte de su vida a desprenderse de los efectos de la Primera Resurreccion. ?Para que necesitaba una Segunda… tratarase de lo que se tratare?

Y sin embargo, ahi habia estado su padre esta manana, apenas consciente, con sus ojos misericordes. Cuan complacido estaria el reverendo al saber que su hijo se iba a involucrar en el Buen Libro, haciendo buenas obras. Cuantas fuerzas le podria dar eso a su padre. Ya habia algo mas. Que buen balsamo podria ser ese proyecto religioso para una conciencia intranquila; una conciencia todavia avergonzada por haber consentido en vender otra buena obra, el Instituto Raker, en favor de la egoista ganancia que le habia ofrecido Cosmos Enterprises.

Randall titubeo, pero solo brevemente. No tenia corazon para promover ese absurdo. Con todos los problemas que le agobiaban, nunca podria entregarse de lleno a la tarea de lanzar al mundo algo tan actualmente irrelevante como una Biblia; aunque fuera una nueva Biblia.

– Lo lamento, Wanda -se sorprendio a si mismo diciendo al aparato-, pero simplemente no puedo encontrar una razon practica para perder mi tiempo en esa junta con Wheeler manana por la manana. Mejor sera que le llame usted y le explique…

– Yo puedo darle una razon practica, jefe -interrumpio Wanda-; una razon realmente practica, la que me lleva al segundo mensaje que tengo aqui para usted. Inmediatamente despues de que llamo Wheeler, hubo otra llamada. Era de Ogden Towery III, de Cosmos Enterprises.

– ?Si?

– El senor Towery queria que usted supiera que George L. Wheeler es intimo amigo suyo y que el, Towery, habia recomendado personalmente nuestra firma a Wheeler. El senor Towery me pidio que le informara a usted de esto inmediatamente…; que el piensa que esta cuenta, la de la nueva Biblia de Mission House, es justo la clase de cuenta que a el le gustaria que usted tomara… como un gran favor hacia el. Me parecio que el senor Towery lo tomo muy en serio, jefe; como que esto era muy importante para el. -Wanda hizo una pausa-. ?Es esa una buena razon practica para que usted se reuna con Wheeler manana por la manana?

– Es la unica razon que tiene sentido -dijo Randall lentamente-. Esta bien, supongo que no hay alternativa. Llame a George L. Wheeler y digale que lo vere manana a las once de la manana.

Colgando el auricular, Randall se desprecio a si mismo mas que nunca. Era la segunda vez en dos dias que

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