Wheeler ignoro la salida de sus empleados, pero espero hasta escuchar que la puerta de la sala de conferencias estuviera firmemente cerrada antes de enfrentarse nuevamente a Randall.

– Muy bien, senor Randall. Estamos solos; nadie mas que usted y yo. He decidido correr el riesgo. Le voy a hablar con franqueza.

Randall noto que la actitud de Wheeler se habia transformado y el tono de su voz habia cambiado. Ya no era el intocable, el seguro de si mismo, el supuesto Guardian de El Libro de los Libros. Ahora era el hombre de negocios, el vendedor, el empresario que habia bajado a la arena a proteger sus intereses. Su voz habia perdido, tambien, el sonido gutural de dromedario, y se habia vuelto mas suave, persuasiva, mas controlada y fragil, y su lenguaje ya no era insensato.

– Le dije que nuestro proyecto ha permanecido en secreto durante seis anos. ?No le intrigo eso?

– No, despues de escucharlo un rato. Pense que todo era un juego; el juego de un editor que queria hacer parecer importante algo que solo era rutinario y banal.

– Estaba usted equivocado -dijo Wheeler llanamente-. Equivocado por completo. Ahora lo voy a poner al tanto de la verdad. Hemos mantenido el secreto porque sabiamos que estabamos sentados en un barril de dinamita, cuidando que no escapara la historia noticiosa mas grande de todos los tiempos. No estoy siendo extravagante, senor Randall; si acaso, estoy diciendole menos de lo que realmente es.

La curiosidad que habia sentido Randall antes de la junta se veia reavivada por primera vez. Se quedo a la expectativa.

– Si la verdad se supiera -Wheeler continuo-, podria arruinarnos a todos con nuestra enorme inversion, o cuando menos danarnos severamente. La Prensa nos persigue, pero ellos no conocen la verdad. Las Iglesias de todo el mundo sospechan que algo esta ocurriendo, pero no tienen ningun indicio de lo que realmente es. Y tenemos enemigos ansiosos de saber, con anticipacion a nuestra fecha de publicacion, lo que nosotros sabemos, para poder distorsionar y tergiversar el contenido del Nuevo Testamento Internacional, y tratar de destruirlo. Asi es que nosotros hemos jurado guardar el secreto, al igual que todos nuestros colaboradores y empleados en Europa. Ahora, cuando le revele la verdad, usted sera la primera persona ajena al proyecto (aun no comprometida hacia el) que conocera los hechos esenciales.

Randall dejo su pipa en el cenicero.

– ?Por que habria usted de correr semejante riesgo conmigo?

– En primer lugar, porque yo quiero que usted este con nosotros, ya que es el ultimo eslabon que necesitamos para asegurar el exito -dijo Wheeler-. En segundo, despues de ponderar los riesgos, pienso que se lo suficiente acerca de usted para creer que es un hombre de confianza.

– Nos acabamos de conocer. ?Que puede usted saber de mi?

– Yo se bastante acerca de usted, senor Randall. Se que usted es hijo de un clerigo de Wisconsin, un buen hombre con una buena familia. Se que usted se ha rebelado contra la religion ortodoxa y que se ha convertido en agnostico. Se que tiene esposa y una hija quinceanera, y que vive separado de ellas. Se donde vive y como vive. Se que ha tenido muchas amantes, y que ahora solo tiene una. Se que bebe copiosamente, pero que no es alcoholico. Se…

Randall fruncio el ceno y lo interrumpio:

– Usted no esta describiendo un buen riesgo, senor Weeler.

– Por el contrario -dijo Wheeler rapidamente-. Si estoy describiendolo, porque sucede que se algo mas acerca de usted. Se que a pesar de sus intimidades con mujeres y de su aficion a la bebida, usted jamas ha discutido sus negocios privados con personas ajenas a ellos, ni ha traicionado a cliente alguno. Usted ha manejado algunas de las cuentas mas grandes del pais, y ha mantenido totalmente en secreto los asuntos confidenciales. Usted ha sido un hombre reservado. Ha sabido separar su vida personal de sus negocios. Nunca ha tenido un cliente que tuviera razon para lamentar el haber depositado en usted su confianza. Por eso es que yo tambien he decidido confiar en usted.

Randall se sentia mas molesto que halagado.

– No estoy acostumbrado a que la gente se inmiscuya en mis asuntos privados, senor Wheeler.

El editor inclino la cabeza en senal de disculpa.

– Bajo circunstancias ordinarias podria ser impropio o injustificado, pero esta es la rara excepcion a la regla. Usted seguramente comprendera que cuando un enorme consorcio se prepara para adquirir un nuevo negocio, a un costo de quiza dos millones de dolares, y especialmente cuando ese conglomerado esta comprando talento administrativo y creativo, debe investigar todo a fondo antes de dar el salto.

– Towery -murmuro Randall.

– El es mi mas cercano amigo. Ogden queria tranquilizarme, por si acaso me veia yo forzado a llegar hasta este punto con usted. Yo tenia la esperanza de que no seria necesario hacer la confidencia… todavia. Pero, por si acaso resultaba necesario (como lo ha sido), yo tenia que reasegurarme. Ahora voy a correr el riesgo. No entrare en detalles, senor Randall. Le dire solamente lo que tenga que decirle. Me tomara menos de cinco minutos, y yo creo que eso sera suficiente -Wheeler miro a Randall especulativamente y luego inquirio-. Senor Randall, ?exactamente que clase de cuenta le podria realmente involucrar, comprometer, excitar en estos tiempos?

– No puedo estar seguro. Estoy tan saciado que… -Con voz abatida, simplemente agrego-: Yo podria involucrarme en algo en lo que pudiera creer. -Hizo una pausa y concluyo-: Algo que yo quisiera que todo el mundo conociera y comprara en virtud de que un producto tendria, por primera vez, valor genuino.

Wheeler reacciono con una media sonrisa de satisfaccion.

– Bien -exclamo el editor-. Ya le dije a usted que estabamos sentados sobre la historia noticiosa mas grande de todos los tiempos. Y tambien le dije que no estaba siendo extravagante al decir eso. Bueno, ?podria la historia noticiosa mas grande de todos los tiempos excitarle, involucrarle?

Wheeler no aguardo una respuesta.

– Hace algunos anos, los periodistas de mayor renombre en este pais fueron interrogados por una de las principales organizaciones de sondeo de la opinion publica. Se les pedia que especularan acerca de cual podria ser el mas sensacional reportaje noticioso del siglo, dentro o fuera del ambito de lo cientificamente posible. Hubo muchas y muy variadas respuestas. Algunos se inclinaron por el descubrimiento de una cura del cancer. Otros, por un tratamiento que permitiera a los seres humanos vivir hasta la edad de cien anos. Otros, por la llegada a la Tierra de criaturas de otro planeta, o por el viaje de terricolas a otro mundo y su descubrimiento de vida civilizada en el. Algunos mas, por el dia en que pudiera anunciarse, como una realidad, la Union de Paises del Mundo. Sin embargo, ?sabe usted en que coincidio la mayoria de los periodistas que pudiera ser la mas trascendental noticia de nuestro tiempo? En el Segundo Advenimiento.

– ?El Segundo Advenimiento? -pregunto Randall, confundido.

– Si, el Segundo Advenimiento de Jesucristo a la Tierra. Si Jesus volviera en persona, encarnado; si confirmara que la Resurreccion es una realidad…, si descendiera entre nosotros manana mismo…, esa seria, opinaron los reporteros, la historia noticiosa mas grande de nuestro tiempo.

Steven Randall sintio que un escalofrio le trepaba por los brazos.

– ?Que esta usted tratando de decir, senor Wheeler?

– Le estoy diciendo a usted, amigo mio, que ya ha sucedido. No literalmente, pero figurativamente si. Nos hemos tropezado con la noticia mas importante de nuestros dias, y estamos en posesion de ella.

Randall se inclino lentamente hacia delante sobre su silla.

– Continue usted.

– Escuche -dijo Wheeler con premura-. Hace seis anos, un arqueologo italiano muy respetado, el profesor Augusto Monti, de la Universidad de Roma, se encontraba excavando cerca de Ostia Antica… las ruinas del viejo poblado de Ostia, el gran puerto mercantil de la antigua Roma del siglo primero. Despues de anos de investigacion, el profesor Monti esperaba encontrar algo, cualquier cosa que nos acercara a la verdad acerca de la historia que del Salvador presenta el Nuevo Testamento. Y luego, por perseverancia, genio o suerte, encontro lo que buscaba. Encontro la verdad, la verdad definitiva.

Randall se sintio extranamente aturdido.

– ?Cual… cual verdad definitiva?

– En una excavacion profunda, el profesor Monti descubrio las ruinas de una antigua villa romana que debio haber sido la residencia de algun rico mercader del siglo primero, y en las desmoronadas paredes del tablinum, el estudio donde el amo guardaba sus rollos de papiro y sus codices, ocurrio su increible hallazgo. Los teologos y los sabios del pasado siempre dijeron que era improbable, y aun imposible, que

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