semejante descubrimiento pudiera hacerse en el humedo clima de Italia o, de hecho, en ninguna otra parte. Pero sucedio; el hallazgo se realizo y ha sido verificado por cuanta prueba cientifica autorizada tuvimos disponible. El profesor Monti dio con un antiguo bloque de piedra romana, que en realidad era la base de granito de una estatua que habia sido partida, ahuecada y luego resellada con resina. Dentro de ella, habiendo sobrevivido mas de diecinueve siglos, estaban dos documentos. El mas breve estaba en malas condiciones y consistia de cinco fragmentos de pergamino, del tipo que en el siglo primero usaban los romanos para escribir. Una vez acoplados, los fragmentos resultaron ser un escueto informe oficial, en griego, de un tal Petronio, capitan de las guardias de Poncio Pilatos en Jerusalen, dirigido al jefe de las Guardias Pretorianas en Roma, un tal Lucio Elio Sejano, quien gobernaba el Imperio en nombre de Tiberio Cesar. El documento mas extenso estaba mejor preservado y consistia de veinticuatro fragmentos de papiro, relativamente grandes, cubiertos por completo de escrituras en arameo, que aparentemente habian sido dictadas personalmente en Jerusalen por el lider judio de la futura Iglesia Catolica justo antes de su ejecucion, en el ano 62 A. D.

El entusiasmo de Randall aumento. Se recargo sobre la mesa.

– ?Que… digame… que habia en esos documentos?

Los ojos de Wheeler brillaban.

– La historia mas grandiosa de nuestro tiempo; la que deslumbrara a todo el mundo cristiano y provocara un renacimiento de la religion y una resurreccion de la fe. Los papiros que fueron descubiertos (y que ahora estan en nuestro poder) son la fuente perdida de los Evangelios Sinopticos, el llamado documento Q; no un quinto, sino un primer evangelio original… el Evangelio segun Santiago… escrito por Santiago el Justo, hermano menor de Jesus, para testimoniar la vida del verdadero Jesucristo, tal como El anduvo por el mundo, un hombre entre los hombres, un ser humano al mismo tiempo que el Mesias, en el siglo primero de nuestra era. Al fin lo tenemos ya; lo tenemos todo.

Wheeler espero la reaccion de Randall, pero Steven se quedo mudo.

– Cuando usted lea las traducciones de los manuscritos, estara todavia mas pasmado -Wheeler continuo fervientemente-. Su contenido basta para dejar atonito a cualquiera. Ahora sabemos en verdad donde nacio Jesus, donde estudio, como crecio, como oro sobre la tumba de Su padre cuando Jose murio, que hizo para subsistir antes de ejercer Su ministerio, los detalles de Sus anos desconocidos entre los doce y los treinta; todo, todo. Jesus existio; y si esta fantastica fuente cristiana, la mas antigua que se conoce, no fuese suficiente, si se considerara sospechosa porque fue escrita por un judio convertido al cristianismo, tenemos ademas la corroboracion del ministerio de Nuestro Senor, lo mismo que de Su existencia y Crucifixion, de una fuente no cristiana, de una fuente pagana; de un soldado romano informando desde la ocupada Palestina, a su superior en Roma acerca de ese rebelde, ese tal Mesias… en el Pergamino de Petronio. Pero ni siquiera eso es lo mejor, senor Randall. Me he reservado lo mejor para el final. Esta parte es la mas extraordinaria.

Randall estaba ofuscado y todavia mudo.

– Escuche esto -resumio el editor con voz tremula-. Jesus no murio en la Cruz, en Jerusalen, en el ano 30 - Wheeler hizo una pausa, subrayando lo siguiente-: Jesucristo sobrevivio a la Cruz y siguio viviendo durante diecinueve anos mas.

– Siguio viviendo -musito Randall casi para si mismo.

– Petronio informo a sus superiores que Jesus fue crucificado, declarado muerto y bajado para Su sepultura. Pero Santiago el Justo descubrio que su hermano no habia expirado en la Cruz; que Jesus estaba vivo y respiraba. Santiago no dice si Jesus sobrevivio por la ayuda de Dios o la habilidad de un galeno; pero si dice que se recupero y continuo Su ministerio, clandestinamente, en Palestina y otras provincias, llegando finalmente a predicar a Roma… a Roma…. en el noveno ano del reinado de Claudio Cesar, en el 49 A. D., cuando Jesus tendria cincuenta y cuatro anos de edad. Y no fue sino entonces que la verdadera Resurreccion y la Ascension ocurrieron. ?Comprende usted lo que le estoy diciendo? ?Se da usted cuenta de las implicaciones de este hallazgo?

Steven Randall oscilo suavemente sobre su silla, todavia demasiado sacudido para comprender cabalmente.

– Es… ?puede ser verdad? No puedo creerlo. Tiene que haber algun error. ?Esta usted absolutamente seguro?

– Estamos absolutamente seguros. Todos y cada uno de los fragmentos de ambos documentos han sido autentificados sin lugar a dudas. Conocemos la verdad. Por fin tenemos la Palabra. Y se la vamos a dar al mundo a traves del Nuevo Testamento Internacional. Vamos a resucitar para la Humanidad al verdadero Jesucristo, al genuino Salvador que una vez vivio sobre la Tierra y que ahora vive dentro de nosotros. Por eso es que le hemos dado a nuestro proyecto secreto en Amsterdam el nombre en clave que lleva. Steven, ?puede usted creer en Resurreccion Dos?

Randall habia cerrado los ojos. Tras ellos rotaba una girandula brillante que acarreaba imagenes de su pasado y su presente. Visualizo sobre esa girandula las imagenes humanas respondiendo a este, el mas sensacional de los descubrimientos de mil novecientos anos. Las vio electrificadas y fulgurantes, con una renovada fe en el significado de la vida. Su padre. Su madre. Su hermana Clare. Tom Carey. Y sobre todo, se vio a si mismo. Contemplo a aquellos cuya fe se habia resquebrajado o hendido, y a aquellos que, como el mismo, no tenian fe y estaban perdidos. Y tambien vio, acercandose a esa ruleta de desesperacion, a Aquel que durante tanto tiempo habia sido un mito, una fantasia, un personaje de cuento de hadas. El hijo de Dios, Jesus de Nazareth, seria finalmente conocido por el hombre. El Evangelio de Santiago reviviria el mensaje de amor y paz del Salvador, y confortaria y curaria a Su familia humana.

Increible. Increible. De todas las maravillas que Randall habia visto y escuchado en su vida, nunca habia habido una tan prodigiosa como esta. Las Buenas Nuevas Sobre la Tierra.

?Podria realmente ser?

?Que le habia preguntado Wheeler? Si. «?Puede usted cree en este proyecto, en Resurreccion Dos?»

– No lo se -respondio lentamente-. Es algo… algo en lo cual me gustaria creer; me gustaria mucho, si es que todavia puedo creer en algo.

– ?Esta usted dispuesto a intentarlo, senor Randall?

– ?A intentar que? ?Vender la Palabra? -Randall lo considero, e inquietamente se puso de pie-. Mire, si El esta aqui para salvarnos, supongo que yo estoy aqui para ser salvado. ?Cuando empezamos?

II

Por alguna razon, todos sus suenos, cuando habia sonado en la ultima semana y media, parecian girar alrededor de Jesus. Ahora, mientras luchaba por despertarse, el sueno que habia estado viviendo y embelleciendo, conforme le brotaba la conciencia, estaba todavia intensamente brillante tras sus ojos…

Sus discipulos vieron a Jesus caminar sobre las aguas y se inquietaron, diciendo: «Es un espiritu.» Jesus inmediatamente les hablo, diciendo: «Regocijaros, soy Yo. No tengais miedo.» Y Steven Randall le contesto y dijo: «Senor, si en verdad eres Tu, permiteme llegar a ti sobre las aguas.» Y Jesus dijo: «Venid.» Y cuando Steven habia saltado de la barca, camino sobre las aguas para ir hacia Jesus. Pero cuando vio el viento turbulento, sintio miedo. Comenzando a hundirse, grito: «Padre, salvame.» Y el reverendo Nathan Randall inmediatamente alargo su mano y lo alcanzo, y le dijo: «Oh, tu de poca fe, ?por que has dudado?» Y Steven Randall fue salvado, y tuvo fe.

Fue un sueno loco y confuso que lo estaba sofocando.

Finalmente estaba despertando, abriendo los ojos, para descubrir que lo que lo estaba ahogando eran los suaves pechos de Darlene, su seno izquierdo descubierto presionando los labios de Randall. Ella estaba encaramada sobre la cama, encima de el, con la parte superior de su fino negligee rosa totalmente abierto y uno de sus senos desnudos frotandole la boca.

Randall habia despertado en muchos lugares extranos y de muchas maneras insolitas, pero nunca antes se habia despertado en un barco, en pleno Oceano Atlantico, por el contacto de un pecho de mujer. Todavia estaba sobre el agua, pero repentinamente Jesucristo y el reverendo Nathan Randall se habian quedado muy lejos.

Darlene se dirigio a el, fastidiandolo.

– Bien, admitelo. No puedes pensar en una manera mejor de despertar, ?o si? Nombrame un pacha que reciba mejor tratamiento.

Вы читаете La palabra
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×