representados desde un principio en el proyecto del senor Wheeler, y estamos absolutamente satisfechos porque el profesor Monti ha hecho el descubrimiento arqueologico mas significativo en la historia de la cristiandad. Eso no tiene paralelo. La importancia del hallazgo de ese quinto evangelio excede con mucho a la de los Rollos del Mar Muerto en Israel y la de los papiros de Nag Hamadi en Egipto. La cabal importancia de este descubrimiento aun no puede imaginarse.

– ?Cual es su cabal importancia? -pregunto Randall-. Por supuesto, para empezar, comprueba que Jesus realmente existio.

– Oh no; no es eso -dijo el doctor Evans-. Despues de todo, solo una pequena escuela de escepticos, principalmente en Alemania, nego siempre que Jesus hubiera existido como persona. La mayoria de los eruditos biblicos, en verdad, nunca se preocupo mayormente por la autenticidad historica de Jesus. Nosotros siempre hemos creido que la vida de Nuestro Senor quedo tan claramente establecida como lo quedaron las vidas de Socrates, Platon o Alejandro Magno. Los asirios y los persas nos legaron mucha menor informacion acerca de sus famosos lideres, y sin embargo nunca hemos cuestionado su existencia. Por lo que toca a Jesus, siempre hemos tenido presente que el ambito de Su actividad estuvo restringido, y que la duracion de su ministerio fue extremadamente breve y que Sus seguidores fueron principalmente personas sencillas. No podriamos nosotros esperar que hubieran construido templos o erigido estatuas para honrar a Aquel que muchos parecieron considerar como un mero evangelista rural; Aquel injustamente caracterizado por Shelley como un simple demagogo parroquial. Aun la muerte de Jesus, en el contexto de Su epoca, fue de escasa importancia.

Randall no habia pensado en eso antes.

– ?De veras piensa usted que Su muerte fue ignorada?

– ?Cuando ocurrio? Ciertamente. Desde el punto de vista del Imperio Romano, el juicio de Jesus en Jerusalen fue puramente un disturbio local de menor importancia, de los cuales los romanos tenian cientos. Incluso, el informe de Petronio acerca del juicio de Jesus (pese al gran valor que tiene hoy para nosotros) fue meramente otro reportaje rutinario en el ano 30 A. D. De hecho, senor Randall, la mayoria de los sabios biblicos siempre han pensado que es asombroso y afortunado que se haya escrito algo acerca de Jesus por parte de gente que habia recabado informacion de aquellos que habian conocido a Nuestro Senor. Y sucede que, a traves de los evangelios, hemos recibido tal testimonio. Las cortes judiciales por lo general se han basado en el testimonio de los declarantes como evidencia de los hechos. Los evangelios nos han proporcionado tal evidencia. Los eruditos siempre comprendieron que los detalles biograficos acerca de Jesus fueron escasos porque los testigos, con sus relatos orales (en los cuales se inspiraron los evangelistas), no estaban interesados en la biografia de Cristo, sino en Su divinidad. Sus seguidores no sintieron la necesidad de registrar la historia porque para ellos la historia estaba a punto de terminar. A ellos no les interesaba la apariencia de Jesus, sino Sus actos y Sus palabras. No podian concebir la necesidad de preservar la vida o la descripcion de Jesus, porque ellos esperaban Su reaparicion inmediata «sobre las nubes del cielo». Pero los legos, la gente ordinaria, nunca han comprendido esto, asi que los escepticos y los incredulos se han multiplicado. Para la gente de nuestros dias, educada en biografia e historia, Jesus se ha convertido en un ser irreal, en el personaje ficticio de un cuento folklorico, como Hercules o Paul Bunyan.

– Y ahora, con la nueva Biblia, usted piensa que sus dudas terminaran.

– Para siempre -dijo firmemente el doctor Evans-. Con el advenimiento de la nueva Biblia, el escepticismo universal se acabara. Jesus, el Mesias, sera totalmente aceptado. La prueba sera tan solida como si se le hubiese preservado en fotografias o en pelicula. Una vez que se sepa que Jesus tuvo un hermano que se anticipo a la duda al encargarse de asentar hechos de primera mano acerca de Su vida, una vez que se sepa que han sobrevivido fragmentos de un manuscrito que contiene el relato de un testigo ocular acerca de Su Ascension, el mundo experimentara una conmocion y la fe se restaurara en todas partes. Si, senor Randall, lo que el senor Wheeler y sus colegas estan a punto de presentar al mundo no solo arrasara la desconfianza, sino que ademas inspirara un milenio de fe y esperanza entre los hombres. Durante siglos, los seres humanos han deseado creer en un Redentor. Ahora, por fin, podran hacerlo. Usted se esta embarcando en una jornada memorable, senor Randall. Todos estamos adentro. Y es por esa jornada que le deseo un buen viaje.

Aturdido, incapaz todavia de absorber las implicaciones del hallazgo, Randall busco una tregua en otra copa de champana, y luego la simple realidad en la persona de Darlene Nicholson.

Buscando, la encontro cerca de la puerta. Un oficial frances se acababa de acercar a ella, inclinandose para murmurarle algo al oido. Darlene asintio con la cabeza y apresuradamente lo siguio fuera del salon privado. Sintiendo curiosidad por esa salida tan repentina, Randall relleno su copa y, sorbiendola, decidio averiguar a donde habia ido ella.

Abriendose paso a traves de la multitud de visitantes, Randall emergio hacia la zona del ascensor. A Darlene no se la veia por ningun lado. Preparandose para buscarla en la Cubierta Principal, de repente la vio parada frente a las ventanas abiertas de la Cubierta Veranda; y no estaba sola. Estaba sumergida en una profunda conversacion con un hombre joven. Darlene tenia veinticuatro anos de edad, y el joven de apariencia formal que estaba con ella no podia haber sido mas que uno o dos anos mayor. El holgado traje que vestia no ocultaba su delgada estructura. Tenia el cabello rubio de un tono arenoso, muy corto y erizado, y era de mandibula prominente. Parecia suplicante ante Darlene.

Entonces, rememorando una instantanea que Darlene le habia mostrado una vez con el proposito de mortificarlo, Randall reconocio al joven. Era Roy Ingram, su antiguo novio de Kansas City. Era contador, o cuando menos planeaba serlo. Antes de que pudiera especular acerca de la presencia de Roy aqui, Darlene advirtio a Randall, le hizo un ademan y se dirigio hacia dentro precediendo al joven para presentarselo.

Randall busco la manera de escapar, pero era demasiado tarde. Los dos ya estaban ahi. Darlene sostenia en su mano un ramillete de gardenias, y Randall no podia creer que esos ramilletes todavia existieran.

Darlene lucia una sonrisa alegre.

– Roy, este es mi jefe, el senor Steven Randall… Mmmm, este es Roy Ingram, un amigo mio de Kansas City.

Randall le estrecho la mano.

– Si, la senorita Nicholson me ha hablado de usted.

Roy Ingram trato de ocultar su nerviosismo.

– Mucho gusto en conocerle, senor. Darlene me escribio acerca de su empleo con usted, y me dijo que le acompanaria en este viaje de trabajo a Europa. Yo… yo pense que pasaria a decir… a desearle a Darlene un buen viaje.

– Muy galante de su parte -dijo Randall-, venir desde Kansas solo para desearle un buen viaje.

Ingram se sonrojo y tartamudeando dijo:

– Bueno, yo… yo tenia algunos negocios en Nueva York, ademas, pero si, gracias.

– Los dejare solos -dijo Randall-. Sera mejor que regrese a la fiesta.

Una vez de vuelta en el salon privado, Randall recordo cuando habia oido de ese tal Roy Ingram por primera vez. Habia sido la noche del dia en que habia conocido a Darlene Nicholson. Ella era una de las varias muchachas que habia enviado la agencia de colocaciones como solicitantes para ocupar la plaza vacante de secretaria. Randall habia estado trabajando en su oficina y con el timbre habia llamado a Wanda para que recogiera unos papeles. Wanda habia entrado y, a traves de la puerta abierta, Randall habia visto a Darlene sentada frente al escritorio de Wanda, con sus largas piernas cruzadas.

– ?Quien es ella? -habia preguntado Randall.

– Una de las chicas que solicitan el empleo. La he estado entrevistando. No sirve.

– Tal vez no este solicitando el puesto adecuado. Hagala pasar, Wanda, y nada de bromas, por favor. Y acuerdese de cerrar la puerta.

Despues de eso, habia sido casi demasiado facil. Se llamaba Darlene y habia salido de Kansas City hacia dos meses porque ahi su inclinacion creativa se estaba asfixiando. Ella siempre habia ambicionado estar en la television neoyorquina. Habia habido promesas y prospectos, pero ninguna actuacion, y ya casi no tenia dinero. Asi que habia pensado que tal vez le gustaria trabajar en una empresa famosa que manejara a gente famosa, porque podria ser divertido. A Randall le gustaron su soltura, sus pechos y sus largas piernas. El le habia servido una copa y habia mencionado los nombres de unos cuantos clientes y amigos. Le habia dicho que estaba muy impresionado por su personalidad e intelecto para dejarla desperdiciar sus talentos en las pesadas faenas de oficina. El encontraria algo mejor para ella. Y, a proposito, ?estaba libre para cenar con el esa noche?

Despues de cenar, ella se habia ido con el a su apartamento. Fue entonces cuando el inquirio si ella tenia novio

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