cabeza pequena y rasgos abruptos, usa un baston de Malaya y tiene cerca de setenta anos de edad… es un viejo adorable; decano de la Escuela de Estudios Orientales de la Universidad de Oxford. Para ser mas exacta, Jeffries ostenta el titulo de Catedratico de Hebreo, y es, ademas, Director de la Honorable Escuela de Teologia. En resumen, el es lo mejor que existe en su ramo.

– ?Son las lenguas su ramo?

– De hecho, es mucho mas que eso, Steven. Jeffries no es solo un filologo. Es, ademas, papirologo; es un experto en las Sagradas Escrituras y las religiones comparativas. El encabezo el comite internacional que tradujo los documentos de Petronio y Santiago. Ya te lo dira el mismo. Sin embargo, pese a que el es el decano, no sera tan importante en tu vida como su protegido, el doctor Florian Knight.

La tercera ronda de tragos habia llegado y Randall brindo con Naomi, chocando su vaso de escoces contra el de ella; ambos bebieron.

– Ahora bien -resumio Naomi-, el doctor Knight es otra cosa. El es lo que en Oxford llaman un asociado bajo tutelaje; es decir, que el prepara (o ha estado preparando) la mayoria de las conferencias y catedras del doctor Jeffries en la Escuela de Estudios Orientales. Knight fue seleccionado por el propio doctor Jeffries para convertirlo en su sucesor. El doctor Jeffries debe jubilarse a los setenta anos de edad (para convertirse en profesor emerito) y entonces, creemos nosotros, al doctor Knight se le otorgara el nombramiento de Catedratico. De cualquier forma, el doctor Florian Knight es tan diferente del doctor Jeffries como el dia lo es de la noche.

– ?Como es eso?

– En apariencia, en temperamento, en todo. El doctor Knigth es uno de esos precoces y excentricos genios ingleses. Es muy joven para ser lo que es. Tal vez tiene unos treinta y cuatro anos. Su apariencia es muy similar a la de Aubrey Beardsley. ?Has visto alguna vez un retrato de Beardsley? Corte de pelo a lo Buster Brow, ojos hundidos, nariz aguilena, labio inferior prominente, grandes orejas y largas y delgadas manos. Bien, ese es el doctor Florian Knight. Ademas, tiene una voz chillona, maneras templadas, y es nervioso, aunque es una absoluta maravilla en lenguas y erudicion acerca del Nuevo Testamento. Asi que lo que sucedio fue lo siguiente: Hace dos anos, el doctor Jeffries necesitaba a alguien que se encargara de sus investigaciones (y que participara en su comite de traducciones) en el Museo Britanico, donde tienen invaluables codices primitivos del Nuevo Testamento. El hizo los arreglos para que al doctor Knight se le concediera una licencia en Oxford, y pudiera mudarse a Londres y trabajar en el museo como lector…

– ?Lector? ?Que es un lector?

– Es el nombre que los britanicos dan a los investigadores. De cualquier forma, manana conoceras al doctor Knight, y luego el te acompanara a Amsterdam como uno de tus consultores. En el encontraras una valiosisima fuente de material que podras utilizar en la preparacion de tu campana de publicidad. Estoy segura de que te llevaras bien con el; aunque, oh, si, hay una pequena dificultad. El doctor Knight esta bastante sordo (una desgracia, en una persona tan joven) y utiliza un audifono, del cual esta muy consciente y que a menudo lo hace tornarse quisquilloso. Pero te las arreglaras con el; te lo ganaras. Creo que tu eres bueno para eso.

Naomi levanto su vaso vacio y lanzo a Steven una mirada inquisitiva.

– Okey -dijo Randall-. Yo tambien aguanto otro.

Steven comenzo a hacer senales hacia la barra hasta que el camarero lo vio y se dio por enterado de la nueva orden, y luego devolvio su atencion a Naomi Dunn, cuyo recogido cabello castano, complexion oscura, nariz recta y labios delgados todavia le daban un aire de severidad. Sin embargo, de alguna manera, despues de tres escoceses sus ojos grises eran mas tolerantes, y su aspecto delicado y relamidamente religioso habia cambiado. Su curiosidad acerca de ella habia crecido. Naomi nada habia revelado acerca de si misma, como mujer, en los casi cinco dias de travesia. Steven se pregunto si finalmente descubriria algo.

– Basta de negocios, Naomi -dijo el-. ?Podemos hablar de algo mas?

– Si tu gustas. ?De que quieres hablar?

– Primero de mi, y de lo que yo te parezco. Esta ultima observacion que hiciste… Dijiste que pensabas que no tendria problemas para ganarme a Florian Knight; dijiste que creias que yo era bueno para eso… ?Que se supone que quieres decir con eso? ?Es sarcasmo?; ?es un cumplido?

Antes de que Naomi pudiera responder, el camarero aparecio y sirvio los nuevos escoceses, retirando los vasos vacios.

Cuando el camarero se habia ido, Naomi sostuvo su vaso pensativamente, y luego levanto la cabeza.

– La primera vez que te vi no me interesaste mucho. Estaba prejuiciada desde antes de conocerte. Detesto a los publicistas, porque vienen de un mundo falso y fantasioso. Juegan al prestidigitador con el publico. No sustentan nada verdadero ni honesto.

– Eso es verdad, casi siempre.

– Bien, ahi estabas tu, demasiado exitoso, demasiado arrogante, demasiado desinteresado en los seres humanos. Simplemente te odiaba. Parecias tan superior a nosotros… como si solo fueramos un punado de estupidos y locos religiosos.

Randall no pudo evitar una sonrisa.

– Es curioso -dijo el-. La primera vez que te vi senti que te desagrade… por ser un simple seglar, sin devocion, sin sentido misionero -hizo una pausa-. Bien, ?y todavia piensas lo mismo acerca de mi?

– Si todavia lo pensara, no podria hablar como lo he hecho -dijo ella con candor-. El encontrarme junto a ti en este viaje me ha dado otra perspectiva de tu persona. Por una parte, siento que estas avergonzado de tu vocacion.

– En cierto sentido eso es verdad.

– Y he pensado que eres mas vulnerable y sensible de lo que al principio hubiera imaginado. En cuanto a mi observacion en el sentido de que eres capaz de ganarte a Knight, puesto que eres bueno para eso… lo dije como un cumplido. Tu puedes ser encantador.

– Gracias; brindare contigo por eso.

Ambos bebieron lentamente.

– Naomi, ?cuanto tiempo has estado con Wheeler en Mission House?

– Cinco anos.

– ?Que hacias antes?

Ella cayo en un breve silencio, y luego lo miro directamente.

– Era monja, monja franciscana, durante… durante dos anos. Me llamaban Hermana Regina. ?Te asombra?

Estaba mas que asombrado, pero trato de no demostrarlo.

Dio un gran sorbo a su vaso, con la mirada todavia fija sobre ella, y se percato de que en todas sus recientes e inesperadas fantasias de desvestirla (puesto que era tan estirada y relamida), siempre la habia imaginado en un largo habito de monja, antes de desnudarla.

Randall no contesto a la pregunta; en cambio, inquirio:

– ?Por que lo dejaste?

– No tuvo nada que ver con la fe. Soy tan religiosa como siempre lo he sido… Bueno, casi. Fue simplemente que yo no naci para la rutina estricta y la disciplina severa del convento. De hecho, una vez que tome mi decision (esto significo el mandar una carta al Papa solicitando una dispensa, la cual me fue concedida automaticamente), pense que mi regreso al mundo secular seria facil. Despues de todo, yo no estaba sola. Hay alrededor de un millon doscientas mil monjas esparcidas por todo el mundo, y en el ano en que yo renuncie a la vida religiosa fui solo una de las siete mil que tambien dimitieron. Pero fue dificil… el reingreso a la crisis. Ya no mas rutinas ni reglas disciplinadas. Ya no mas oraciones, actividades, vestidos, comidas, periodos de soledad, todo esta prescrito. De la noche a la manana tuve que pensar por mi misma, llenar mis propios dias, dejar de sentirme desnuda al vestir faldas muy cortas, acostumbrarme a los juegos masculinos. Yo me especialice en el idioma ingles durante mis anos universitarios, antes de ingresar en el convento, y despues me parecio natural el dedicarme a alguna actividad editorial. El empleo en Mission House me sento muy bien. Asi que tu veras que…

Naomi se vio interrumpida por una chillona voz que llegaba desde la puerta del cabaret.

– ?Ahi estas! -era la voz de Darlene Nicholson que, vistiendo un ajustado pullover que destacaba la prominencia de su busto y unos apretados pantalones, entro rapidamente dirigiendose hacia ellos.

– Te he estado buscando por todas partes -le dijo a Randall-. ?Todavia estas trabajando?

– Acabo de terminar -dijo Randall-. Anda, acompananos con un trago.

– No, gracias; todavia estoy cruda de anoche. Me asombra que tu no lo estes, querido.

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