tallados en el ano 196 a. de J. C.
Ahora, despues de haber sido saludados por el doctor Jeffries, su anfitrion, en el pasillo frontal, estaban siendo conducidos a traves del piso de mosaico de marmol hacia la oficina del guardian, en la planta alta, donde el doctor Knight habia estado trabajando. El doctor Jeffries se parecia mucho a la descripcion que habia hecho Naomi. Media menos de un metro ochenta, de torax robusto, de hirsuto cabello blanco, cabeza pequena con ojos abolsados, nariz rosacea con los poros abiertos, un bigote desalinado, cara arrugada, corbata de lazo a rayas, un binoculo y un traje azul que necesitaba planchado.
Conforme el distraido doctor Jeffries caminaba detras de Wheeler y delante de Naomi y del propio Randall, este se pregunto si el editor finalmente mencionaria el nombre de Florian Knight. Luego, como si Wheeler hubiera recibido el mensaje por percepcion extrasensorial, Randall lo escucho inquirir:
– Por cierto, profesor, ?que tan seria es la enfermedad del doctor Knight? Quise preguntarselo ayer por la noche. ?Que le sucede a nuestro doctor Knight?
Al doctor Jeffries parecio pasarle desapercibida la pregunta. De repente se detuvo, abstraido en sus pensamientos, y miro hacia atras por encima del hombro.
– Hummm… senor Randall, hay algo que usted deberia ver mientras estamos aqui en la planta principal. Nuestras dos mas preciadas posesiones del Nuevo Testamento. El Codice Sinaiticus y el Codice Alexandrinus. Hummm… con toda seguridad nos escuchara usted mencionarlos frecuentemente en las discusiones. Si dispone de tiempo, yo sugeriria que hicieramos ese breve recorrido.
Antes de que Randall pudiera contestar, Wheeler se adelanto y respondio por el.
– Por supuesto, profesor. Steven quiere verlo todo. Lo seguimos… Steven, adelantese aca con nosotros; Naomi no se sentira abandonada.
Randall se apresuro hasta ponerse al lado del doctor Jeffries, quien se detuvo y giro hacia su derecha.
– Es justo a traves del Salon de los Manuscritos, en un deposito reservado para nuestros mas raros objetos, el Salon de la Carta Magna -dijo el doctor Jeffries-. Usted sabe, senor Randall, hasta… hummm… hasta el reciente y extraordinario hallazgo de Ostia Antica, nuestro fragmento mas antiguo de los evangelios era uno muy pequeno del Evangelio segun San Juan, de 9 por 6 1/2
– Yo estoy aqui para aprender, doctor Jeffries -dijo Randall.
– Hummm… si, y aprendera. Algunos de los eruditos mas jovenes, como Florian, le seran mas utiles. Sin embargo, permitame decirle esto. Con la excepcion de los fragmentos de Ostia Antica, o sea el Evangelio de Santiago y el Pergamino de Petronio (siempre los exceptuo, porque ningun descubrimiento en el campo biblico ha sido jamas comparable en importancia a esos) yo clasificaria los descubrimientos biblicos mas valiosos de los ultimos mil novecientos anos de la siguiente manera.
Jeffries se detuvo a la entrada del Salon de los Manuscritos, absorto en sus pensamientos, aparentemente meditando acerca del valor comparativo de los historicos descubrimientos de manuscritos.
– Primero -dijo el doctor Jeffries-, estarian los quinientos rollos de badana y papiro descubiertos en 1947 en los alrededores de Khibert Qumran. A estos se les conoce comunmente como los Rollos del Mar Muerto. En segundo termino, el Codice Sinaiticus, encontrado en su forma completa en el Monasterio de Santa Catalina, en el Monte Sinai, en 1859. Este es un Nuevo Testamento copiado en griego en el siglo cuarto, y esa es una de nuestras posesiones que estoy a punto de mostrarle. El tercero en importancia es el hallazgo de los textos de Nag Hamadi, realizado en 1945 en las afueras de Nag Hamadi en el norte de Egipto. Este descubrimiento consistio en trece volumenes de papiro, preservados en jarrones de barro, desenterrados por granjeros que buscaban humus para utilizarlo como fertilizante. En esos escritos del siglo cuarto estaban ciento catorce parabolas de Jesus, muchas de las cuales eran desconocidas antes del descubrimiento de esa biblioteca coptica. En cuarto lugar, el Codice Vaticanus, una Biblia griega escrita alrededor del ano 350 A. D. y que se encuentra depositada en la Biblioteca del Vaticano, siendo desconocido su origen. En quinto termino, el Codice Alexandrinus que posee el Museo Britanico y que es un texto escrito en griego sobre papel vitela antes del siglo v. Llego a Londres como un regalo que el Patriarca de Constantinopla hizo al Rey Carlos I en 1628.
– Odio confesar mi ignorancia -dijo Randall-, pero ni siquiera se lo que la palabra
– Hace usted bien en pedir explicaciones -dijo complacido el doctor Jeffries-. La palabra
– Cinco, profesor -dijo Wheeler.
El doctor Jeffries reanudo lentamente el paso.
– Gracias, George… Senor Randall, he de citar otros cuatro, que no iran en un orden especifico. Seria una omision de mi parte el no mencionar (especialmente en mi calidad de escolastico y traductor textual) los descubrimientos de Adolf Deissman, el joven clerigo aleman y erudito biblico. Antes de Deissman, los traductores de los Nuevos Testamentos griegos pensaban que el griego biblico diferia del griego literario, suponiendo que aquel era algun tipo especial de griego puro, un lenguaje sagrado utilizado exclusivamente en los Nuevos Testamentos. Pero en 1895, despues de estudiar multitud de antiguos papiros griegos descubiertos durante los cien anos anteriores (fragmentos comunes y ordinarios de cartas escritas hacia mas de dos mil anos; presupuestos domesticos, facturas mercantiles, escrituras, arrendamientos, peticiones), Deissman pudo anunciar que ese griego coloquial de todos los ciudadanos, el griego vulgar de la vida cotidiana y de uso callejero (que se llama koine) era el mismo griego que utilizaban los evangelistas. Eso, por supuesto, causo una revolucion en las traducciones posteriores.
El doctor Jeffries nuevamente miro de reojo a Randall.
– Los otros tres hallazgos importantes incluyen el descubrimiento de la tumba de San Pedro, en un antiguo cementerio ubicado diez metros abajo del Vaticano… presumiendo que la tumba sea autentica. De cualquier manera, la doctora Margherita Guarducci descifro la clave de una inscripcion en piedra (que data del ano 160 A. D.) encontrada debajo de la nave de la basilica en la que se lee: «Pedro esta enterrado aqui.» Despues vino el descubrimiento, en Israel, durante 1962, de un bloque de construccion utilizado para dedicar una estructura al Emperador Tiberio, antes del ano 37 A. D., cuya inscripcion traia el nombre de Poncio Pilatos seguido por las palabras
El doctor Jeffries levanto su binoculo y con el apunto hacia enfrente.
– Aqui estamos.
Randall observo que ya habian pasado entre las vitrinas del Salon de los Manuscritos y que ahora estaban siendo conducidos hacia otra sala. A la entrada, sobre un pedestal, estaba un letrero que decia:
DEPARTAMENTO DE MANUSCRITOS