– No -dijo el doctor Knight rapidamente, casi freneticamente.

Su calmada fachada britanica se habia agrietado y comenzaba a desintegrarse. Era, en vida, el retrato de Dorian Gray; cambiante, avejentado.

– No, no les diga nada -suplico-. ?No permita que me despidan!

– ?Que no se lo permita? -dijo Randall, perplejo-. Usted ha admitido que le entrego el memorandum confidencial a De Vroome…

– Yo no le di nada directamente a De Vroome, creame, nada. Si fui debil y en algo los traicione, lo hice solo en pequenos detalles, inofensivamente. Pero eso ha cambiado. Ahora pueden confiar en mi por completo. Estoy dedicado a Resurreccion Dos. Es mi vida. No puedo permitir que me separen del proyecto.

Nervioso, Knight se puso en pie y empezo a caminar, retorciendose las manos.

Atonito, Randall lo observaba. Las contradicciones en el comportamiento y las palabras de Knight no tenian absolutamente ningun sentido. Knight estaba enfermo, penso Randall. Enfermo e histerico. Trato de hacerlo volver al raciocinio.

– Doctor Knight, ?como puede usted decir, por una parte, que esta dedicado a Resurreccion Dos, si por la otra, hace solo unos minutos admitio haber entregado nuestros secretos al dominee De Vroome? ?Espera usted que retengamos a un traidor?

– ?Yo no soy un traidor! -grito vehementemente el doctor Knight. Se acerco a Randall y se paro frente a el-. ?No comprende? Quise serlo. Empece a serlo. Pero no pude… una vez que conoci la verdad… no pude. Y ahora usted debe permitir que me quede. Me matare si no puedo continuar con ustedes.

– ?De que diablos esta usted hablando? -exclamo Randall-. Sus palabras no tienen sentido. Esto es ridiculo. Ya ha sido suficiente…

Randall trato de ponerse de pie, pero Knight le puso la mano sobre un hombro y lo detuvo.

– No… no… Espere, Randall, deme una oportunidad. Le explicare, le contare todo, y entonces tendra sentido para usted. Tenia miedo de decirselo, pero ahora veo que es necesario, o todo estara perdido. Por favor, escucheme.

Hasta que Randall se hubo sentado de nuevo, el doctor Knight se alejo, caminando mas alla de la cama, tratando de controlar su nerviosismo y tratando de pensar lo que iba a decir. Por fin, aparentemente mas calmado, regreso al lado de la cama, se sento, fijo tristemente la mirada en el piso, y continuo hablando:

– Cuando usted vino aqui me comporte descaradamente. Crei que mi franqueza lo desarmaria y que nos llevaria a un entendimiento… bueno, que me permitiria informarle sin consecuencias que habia yo participado en ciertos actos malintencionados, pero que ya habian quedado atras, que yo habia cambiado y que ya se podia confiar en mi. Pero veo que todavia me considera usted un delator y que realmente piensa hacer que me despidan. Ahora me doy cuenta de que no hay forma de evitar confesarle toda la verdad. Supongo que no hay razon para proteger a los otros…

Los otros. Randall se enderezo en el sillon y lo escucho atentamente.

– …ni hay razon para sentir temor de confesarle lo que sucedio anoche y esta manana. -Levanto la vista-. Si todavia cree que lo que digo no tiene sentido…

– Continue usted -dijo Randall.

– Gracias. Con respecto a mi amargura, a mi ira hacia el doctor Jeffries, es muy cierto. Fue indiscreto de parte de mi querida Valerie el haberselo dicho, pero la puedo perdonar. La distraccion de Valerie es su esfuerzo de siempre por salvarme de mi mismo y para ella -esbozo una sonrisa fugaz-, pero sigo queriendola. Si, ella me suplico que me incorporara a Resurreccion Dos. Yo acepte, pero no por las razones que ella pensaba. Tal como usted se lo imagino, yo llegue aqui con sentimientos que me hacian indigno de confianza. Sabia que Resurreccion Dos tenia enemigos, y sabia quienes eran. Habia leido la entrevista de Plummer con Maertin de Vroome y los dos articulos que con actitud similar publico despues. No tenia ningun plan concreto, pero me acechaba el pensamiento de que a traves de mi participacion en Resurreccion Dos podria hallar mi propia salvacion.

– Se refiere al dinero.

– Bueno… si. Si he de ser franco, yo habia pensado que el dinero era mi unica salvacion; dinero que me habia sido negado porque el Nuevo Testamento Internacional estaba a punto de publicarse. Dinero para recuperar mi oido, dinero para poder casarme, mantener a Valerie y vivir una vida digna de un joven escolastico ingles.

– ?Asi que se puso en contacto con Cedric Plummer?

– No fue necesario -dijo el doctor Knight-. Fue el quien me busco. O, para ser mas preciso, fue alguien que representaba a Plummer.

Randall, asombrado, levanto las cejas.

– ?Alguien mas? ?Alguien del «Krasnapolsky»?

– Si.

Randall metio la mano en el bolsillo de su chaqueta y extrajo la grabadora miniatura.

– Si no le importa…

– ?Quiere grabar lo que le voy a decir? ?Por que?

– Si hay otras personas involucradas con usted…

– Ya veo. ?Esto contribuira a que me absuelvan?

– No se lo puedo garantizar, doctor Knight. Si su defensa es legitima, le convendra que yo la tenga grabada, por si acaso se necesita. Si a mi no me satisface su relato, le entregare la cinta a usted… y entonces podra dar a los editores una version directa.

– Me parece bien -Knight espero a que Randall ajustara el volumen de la grabadora y a que la colocara sobre el piso entre ellos. Luego se dirigio al aparato-: Este sera mi jurado, y me inspirara para hacer mi confesion y para defenderme tan completa y desapasionadamente como me sea posible.

– Me decia usted que cuando llego a la ciudad y se presento en el «Krasnapolsky», alguien que no era Plummer se le acerco para hacerle proposiciones -dijo Randall, iniciando el interrogatorio.

– Si, alguien que sabia de mi situacion personal, de mi libro inedito acerca de Cristo, de mi afeccion auditiva, de mi disgusto, de mis necesidades y mis anhelos. Me sugirio que podria existir la forma de que yo me resarciera del dinero que me pertenecia por derecho, pero no quise aceptar. No me atrevi a traicionar la confianza que habian depositado en mi. No podia convertirme en un traidor como Sir Roger Casement. Sin embargo, durante el corto tiempo que tengo de estar aqui, hice un habito de copiar cualquier material secreto que recibia o del que podia yo apoderarme. Tuve el cuidado de escuchar todas las conversaciones importantes, hacer anotaciones y esconderlas. Pero no hice nada hasta que el contacto se volvio a acercar a mi. Yo deseaba determinar el valor de mis servicios. Al mismo tiempo, se me pregunto que era lo que yo podia ofrecer. Impulsivamente, y para probarlos, entregue mi pequeno acerbo de documentos de Resurreccion Dos a la persona que me habia hecho las proposiciones, e inmediatamente despues fui conducido hasta Plummer, quien gentilmente me informo que lo que les habia proporcionado les seria util.

– ?Fue asi como se enteraron de la fecha del anuncio y de nuestro plan para transmitirlo por television desde el palacio real a traves del Intelsat?

– Si. Plummer me dijo que toda la informacion les habia sido util, pero que no era suficiente. Querian que continuara enviandoles todos los memorandums y comunicados que pudiera, pero que lo mas importante era conseguirles un ejemplar anticipado de la nueva Biblia, o por lo menos un resumen del contenido original; es decir, los textos de Petronio y Santiago, con los cuales yo habia trabajado, pero que no conocia en su totalidad. Plummer dijo que ellos tenian otra forma de conseguir el material.

– Hennig -dijo Randall.

– ?Que?

– Olvidelo. Continue.

– …pero que no querian correr riesgos y que preferirian estar doblemente seguros. Entonces, Plummer me hablo del precio. Era… era abrumador. Esa suma de dinero seria la solucion de todos mis problemas. Era irresistible. Yo estuve de acuerdo en conseguirles la nueva Biblia, o cuando menos transcripciones de los nuevos descubrimientos que aparecen en ella, y les prometi que se los entregaria ayer.

Una vez mas, Randall dejo entrever su asombro.

– ?Y como esperaba usted apoderarse de un ejemplar? El libro esta guardado bajo llave en el taller de impresion y todas las pruebas de imprenta se encuentran en la boveda.

El doctor Knight movio un dedo.

– No precisamente. Pero permitame no divagar de mi cronologia. Ya trate de obtener un ejemplar de la nueva

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