Lo fue, en cierto modo. El me saco del agujero donde estaba metida y me devolvio a la luz. Por el deje la universidad y la Historia, que se habian vuelto para mi un pasatiempo tan vacio como mis correrias nocturnas. Fue el quien me convencio de que, si queria romper de una vez con el pasado, debia empezar por abandonar aquel lugar y aquella ocupacion que me mantenian unida al recuerdo de todo lo perdido. Fue el quien me ofrecio una nueva vida, un nuevo trabajo, una nueva casa. Me lie la manta a la cabeza y me fui con el a Londres. Y no me arrepenti de hacerlo. Me senti revivir, y con su ayuda pude restanar las dos heridas que no habian dejado de sangrar desde que el Profesor me abandonara: la de mi orgullo y la de mi conciencia. Volvi a sentirme digna. Volvi a sentirme buena. Y me empene, con todas mis fuerzas, en corresponderle y en hacerle feliz.

Lo que lograste, imagino. Pero no indefinidamente.

Eres sagaz, Inquisidor.

Bueno, me has dado pistas. Se que ya no estas con el. Y por alguno de tus comentarios anteriores, adivino que esta vez fuiste tu la mala.

La mala. La debil. La desertora. La que perdio la fe. Y lo mas grande del asunto es que no me di cuenta. No hasta que, despues de haberle sido escrupulosamente fiel durante cinco anos, me encontre dando gritos como una loca encima de otro tipo, y pensando que era una cerda y una idiota por hacerle aquello a un buen hombre que me queria y al que queria, pero a la vez que no lo podia impedir, que no tenia razones suficientes para impedirlo, o lo que era lo mismo, que el maravilloso cuento de la redencion por el amor se habia acabado.

En fin, asi es la vida.

Naturalmente, me resisti durante un tiempo a aceptarlo. Quise enmendarme, creer que todo podia volver a ser como antes, que no habia sido mas que un accidente, etcetera. Pero a los veinte accidentes, siempre con el mismo partenaire, la conclusion se impuso: mi salvador se habia quedado sin poderes, y yo volvia a ser una nina perdida en el bosque. Porque el tipo al que me estaba cepillando, y no me enganaba al respecto, no era ni seria nunca nada. Tan solo el certificado de defuncion de mi bonita historia de regeneracion tras el desastre. El billete de regreso hacia la intemperie de la que el Redentor me habia rescatado.

?Como acabo? ?Te pillo? ?Confesaste?

Me deje pillar. No es tan penoso como confesar, ni tan vergonzante como que te pillen. Surte el efecto catartico de la confesion y tiene la ventaja de que no has de esforzarte en buscar las palabras para nombrar lo que solo puede dolerte y doler al otro. Ademas en mi caso la papeleta era mas dificil. No solo rompia mi pareja. Tambien perdia mi trabajo y mi casa, que tenia gracias a el. Sabia que no podia evitar el desenlace, pero no tenia valor para sentarme friamente delante de el y desencadenarlo. Asi que lo deje suceder. Fue cruel. Pero mas simple. Fui expulsada y eso me ayudo luego, para poder superarlo.

A primera vista, seria el quien tuviera que superarlo, ?no? Fuiste tu la que se canso y se busco otro plan.

Me tiraba a otro, solamente. Pero no tenia nada, habia perdido lo que me habia mantenido en pie durante los ultimos cinco anos y no podia responsabilizar de la perdida a nadie mas que a mi. En cierto sentido, lo pase mucho peor que cuando me abandonaron. Esta vez la culpa fue inmensa, insufrible. Porque yo queria seguir queriendole como antes, sin que hubiera en mi corazon espacio para nada mas, pero primero habia dejado de hacerlo, luego le habia enganado, y al final no habia encontrado otra forma de separarme de el que herirlo hasta el punto de obligarlo a echarme. Me sentia malvada, estupida, incluso llegue a dudar seriamente de mi salud mental. Porque lo mas terrible era que seguia sintiendo mucho carino por el.

Entiendo. Y deduzco que pasaste, encima, apuros materiales…

Severos. De golpe en paro, sin casa… Imagina.

?No pediste ayuda?

A papa y a mama, descartado. No me habia librado de ellos con dieciocho anos para ir a meterme bajo el ala de ninguno de los dos con treinta y tres. Me busque la vida, sin muchos escrupulos, tengo que reconocerlo. Vivi un tiempo en el apartamento del tipo con el que me habia liado, hasta que me consegui una habitacion en otra parte y un trabajo de recepcionista en un hotel con el que poder pagarla. Por suerte me di prisa, porque la convivencia empezo a naufragar en seguida. No se quien le habia dicho que era valido el silogismo segun el cual ser capaz de arrancarme orgasmos le daba derecho a esperar que supeditara mi vida a la suya en todos los ordenes, desde hacerle de criada hasta compartir sus deplorables gustos y su tediosa aficion al futbol. Por eso me preocupe de que no supiera adonde me iba a vivir ni donde trabajaba. Un dia me largue del apartamento, sin avisar, y eche la llave en el buzon. Cambie de movil y de e-mail. Y listo. Lo habia conocido a traves de Internet. Esa es la ventaja de las comunicaciones en nuestro tiempo: con la misma facilidad con que las estableces, puedes cortarlas. Cuando menos si aceptas ser nomada, y yo lo acepto.

Con lo que se cierra el segundo acto, o mucho me equivoco.

No, no te equivocas. El segundo acto termina justamente aqui y asi: con la protagonista salvando como puede los pocos muebles de su vida, otra vez triste y culpable, mas triste y mas culpable, pero a la vez mas dura. Lista para el siguiente paso, que no la llevara al paraiso sonado, sino a una forma de aceptacion, que es, al final, lo que nos permite estar y seguir en el mundo.

Lo admito. Te las arreglas para despertar mi curiosidad.

De eso se trata.

Pero no deja de sorprenderme. Voy a serte sincero. No deberia interesarme lo que me cuentas. No me gusta que la gente me cuente su vida sentimental porque, dejando de lado el hecho de que todos los amores y desamores se parecen demasiado, casi todo el mundo tiende a una solemnidad empalagosa, por el afan de justificarse y consolarse, cuando entra en esa materia. Tu no. Sabes distanciarte. Eres fria y meticulosa, incluso respecto de tu propio drama.

No creas. No soy tan fria. Aunque venga del frio…

Si al evocarlo, al menos.

Trato de ser fiel a los hechos, nada mas. Y te estoy hablando de dolores pasados. No te voy a decir que no quede un rescoldo, pero una aprende a estar atenta para no poner en el la mano y no dejarse quemar por el. Eso es todo.

Perdona la interrupcion, otra vez. Sigo escuchando.

Gracias. El tercer acto es el mas sencillo, el mas corto, y quiza el mas aburrido de todos. No hay grandes pasiones ni grandes traiciones ni grandes extasis como en los dos anteriores. De hecho la protagonista vive deliberadamente entregada a una existencia solitaria y pasiva, tanto que resulta casi insipida.

Me cuesta creerlo.

Pues creelo. Durante meses, apenas sali de casa para otra cosa que no fuera ir a trabajar. Habia perdido el contacto con mis amigos de infancia, con los de la universidad, y en Londres solo habia establecido relaciones a traves del Redentor. Cuando hice por perderle a el, las perdi en el mismo paquete. No conocia a mas gente que la del hotel, y me las arregle para evitar cualquier acercamiento con ninguno. Fue entonces cuando me enganche de veras a Internet. La Red abastecia todas mis necesidades de contacto con el mundo exterior. Me proporcionaba entretenimiento, una conversacion sin compromisos cuando tenia ganas de hablar con alguien, y desahogo si se terciaba. Hay quienes desdenan la relacion virtual por la falta de encuentro fisico y de apego real entre quienes la practican. Para mi, esto era una ventaja: no corria el riesgo de enredarme con nadie que pudiera perjudicarme, o a quien yo quien pudiera perjudicar. Por eso no dejaba que nada durase mucho y tampoco que me calara mas de la cuenta. Buscaba intercambios en los que hubiera una minima cortesia: no exigia mas, ni dejaba que me lo exigieran. Y descubri que, en esos terminos, la experiencia podia ser, con un poco de suerte, mas convincente y satisfactoria que en tantas ocasiones que recordaba del mundo real.

No me parece inverosimil. En el fondo no hay tanta diferencia. A fin de cuentas el mundo real tambien nos lo inventamos.

?Que quieres decir?

Bueno, lo que llamamos realidad material no es mas que una representacion de nuestra mente, formada a partir de los estimulos que le hacen llegar los sentidos. Y que siempre esta desfasada,

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