siguiente medianoche (hora de mis islas, toda una deferencia) entro en linea, no pude impedir que una sonrisa cruzara de parte a parte el ancho de mi rostro.

Hola, Theresa.

Hola, Inquisidor.

?Como estas esta noche?

Bien. Muy bien. ?Y tu?

Bien. Me alegra verte.

No podia faltar a la cita.

Claro que podias. Y nadie te lo habria reprochado.

Te equivocas. Yo me lo habria reprochado.

Esta bien, entonces.

Eso mismo creo yo.

He pensado mucho en ti, a lo largo del dia.

Tambien yo.

?Tambien has pensado mucho en ti? Ten cuidado, que entregarte a ese vicio puede producir danos irreparables.

No, idiota. En ti.

Vale, me lo merezco, ha sido un chiste estupido. Disculpa. Supongo que es por culpa de los nervios.

?Estas nervioso?

Un poco. Soy consciente de lo que esta en juego.

?Eso pretende ser otro chiste?

Claro que no. Esta noche soy yo quien te ha emplazado. Y lo he hecho sabiendo que he contraido contigo una deuda, y que tu vas a acudir con expectativas que no te dejaran conformarte con cualquier cosa. A eso anadele que hay algunos reparos que no pueden dejar de pesar sobre mi animo. Y estaras de acuerdo conmigo en que tengo bastantes probabilidades de no estar a la altura de las circunstancias.

Sabras estar, si quieres. No me cabe duda.

Te agradezco la confianza, Theresa. Sobre todo eso, la confianza. Por la que me has tenido (y por la que has tenido en ti misma, tambien) estoy aqui hoy. Al final, acertaste, en las tres cosas que me vaticinaste ayer. No dudo de que tu historia sea verdadera, hasta donde lo pueda ser aquello que guardamos en la memoria. Y ya te reconoci que habias logrado interesarme. Ahora te admito, aunque ya lo habras adivinado, que lo hiciste hasta el punto de querer corresponderte.

Me conmueve leer eso, Inquisidor.

De todos modos, me gustaria hacer una aclaracion. Si me siento en la obligacion de ser algo menos impenetrable de lo que he sido hasta aqui, no es por lo que me contaste, exactamente. Sino por como lo hiciste. Y sobre todo, por una frase que tal vez escribiste sin pensar, pero que para mi resulta definitiva. Una especie de prueba de algo.

Ya sabes que no puedo dejar de preguntarte que frase fue esa. Y que es lo que prueba, para ti.

Lo se. Y no voy a decirtelo todavia. Pero te lo dire.

Eres incorregible. Como te gusta escurrirte, ?eh?

No, no me gusta. Y no me escurro. Lo pospongo al momento en que puedas entenderlo mejor. Tampoco creas que se muy bien todavia lo que voy a contarte. Esto no entraba en mis planes.

La vida es eso, lo que no entra en tus planes. ?Quien lo dijo?

John Lennon. Eso o algo parecido. Pero lo suyo era hacer canciones, no se yo si lo contrataria como filosofo.

Siempre tan esceptico… Esta bien, Inquisidor. Me hago cargo de tus dificultades. Y no creas que no se valorar que te tomes la molestia de tratar de sobreponerte a ellas por mi.

Si me la tomo, es porque no es del todo una molestia. Empezare por lo mas facil, de todos modos. Una de las cosas que querias saber es por que elegi contar la historia de un caso de la Inquisicion, y a traves del inquisidor. Como para casi todo, hay razones generales y particulares, y las primeras son las que cuesta menos explicar. Sobre todo cuando quien te escucha es una buena conocedora de la materia.

Ex buena conocedora. Me queda solo un vago recuerdo de lo que un dia supe. Asi que no des nada por sobreentendido.

No seas modesta. He podido comprobar que sabes de la Inquisicion lo bastante como para estar a salvo de los topicos al uso, sobre todo entre los anglosajones. A mi siempre me parecio fascinante el Santo Oficio por muchos motivos, pero sobre todo por uno. ?Lo adivinas?

Sorprendeme.

Por el fin con que se fundo: preservar la pureza de la fe. O dicho con las palabras de entonces: combatir la heretica pravedad. *Esa eterea mision lo convertiaen un tribunal de lo mas extravagante. En muchos casos, no se trataba tanto de juzgar lo que los acusados habian hecho como la creencia que los movia. Y salvo reincidencia o delitos excepcionales, para escapar a la hoguera bastaba con retractarse; eso si, en tiempo y forma. En los primeros anos de la Inquisicion en Espana, el inquisidor llegaba a los pueblos donde se tenia noticia de que habia arraigado la herejia y daba un plazo para que aquellos que la hubieran alimentado se presentaran para abjurar de ella. El que asi lo hacia, recibia las amonestaciones correspondientes y quedaba libre. El que no habiendo acudido era descubierto despues, estaba perdido.

Un sistema de investigacion bastante perverso, ?no crees?

Sin duda. Y un buen metodo para imponer el terror y el control de las conciencias. Pero tal vez tuviera otro proposito en la mente del que lo ingenio: quiza creyo honradamente que asi daba una oportunidad al pecador arrepentido, conforme al espiritu del Evangelio. El caso es que la Inquisicion espanola, cuando uno estudia su historia, es una paradoja continua. Trataba de defender las esencias de la fe y para ello desarrollo un procedimiento enrevesado y farragoso; podia resultar de una crueldad atroz con quien simplemente creia de corazon algo que se consideraba contrario al dogma, y sin embargo no dejaba de ofrecer el perdon al hereje mas pernicioso si se doblegaba a tiempo.

Eso es lo que viene a decir el inquisidor de tu novela, ?no? Que el no castiga a nadie, tan solo busca hacerle ver su error y darle una oportunidad de enmendarse para salvar su alma. Aunque en sus labios parece un alarde de cinismo.

Si. El mismo cinismo que ahora encontramos en la idea de la relajacion al brazo secular, *aquello de entregar los condenados a la autoridad civil para que se encargara de ejecutarlos. La Inquisicion no se manchaba las manos. Dejaba el trabajo sucio a la justicia del rey. Pero los inquisidores tan solo eran coherentes con las leyes que regulaban su actividad. En Espana, fueron los reyes, los inolvidables Isabel y Fernando, quienes pidieron al Papa la bula para organizar el Santo Oficio como una institucion bajo su autoridad. Para ellos, extirpar la herejia era una razon de estado. Por eso el Consejo de la Suprema Inquisicion era uno mas de los consejos reales, un organo de la administracion al servicio del monarca. Era logico que sus verdugos se encargaran de liquidar a los herejes que segun los inquisidores no podian dejar de ser nocivos para la salud espiritual del reino.

Pero el ejecutor material aqui es lo de menos. Lo que cuenta es quien senalaba a la victima. Y de poco les valio ante la Historia ese truco para eludir la responsabilidad. Al final, la Inquisicion ha quedado como ejemplo de tribunal inhumano.

Bueno, todo hay que juzgarlo en el contexto. Es verdad que el secretismo del procedimiento o el sistema de denuncia anonima reducian al minimo las garantias del acusado, que se encontraba de pronto procesado y en prision sin saber por que ni por culpa de quien. Por no recordar lo que para muchos es

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