chica a esa edad no tiene una sonrisa conmovedora?

Encontro el anuario escolar. Empezo a hojearlo. Los anuarios habian cambiado mucho desde su graduacion. Por ejemplo ahora incluian un dvd. Lo miraria si tenia tiempo. Busco la entrada de Katie Rochester. Ya habia visto aquella fotografia en las noticias. Leyo lo que decia de ella. Echaria de menos salir con Betsy y Craig los sabados por la noche al Ritz Diner. Nada significativo. Volvio a la pagina de Aimee Biel. Aimee mencionaba a muchos de sus amigos; sus profesores favoritos, la senorita Korty y el senor D; su entrenador de voleibol, el senor Grady y todas las chicas del equipo. Acababa con «Randy, tu has hecho muy especiales los dos ultimos anos. Se que estaremos siempre juntos.»

Pobre Randy.

Busco la entrada de Randy. Era un chico guapo con unos tirabuzones despeinados, casi rastas. Llevaba perilla y tenia una sonrisa muy blanca. En su escrito hablaba sobre todo de deportes. Tambien mencionaba a Aimee y lo mucho que habia «enriquecido» sus dias de instituto.

Mmm.

Myron penso en eso, volvio a mirar el espejo y por primera vez se pregunto si habria encontrado una pista.

Claire abrio la puerta.

– ?Algo?

Myron senalo el espejo.

– Esto.

– ?Que pasa?

– ?Con que frecuencia entras en esta habitacion?

Ella fruncio el ceno.

– Aqui vive una adolescente.

– ?Eso significa pocas veces?

– Casi nunca.

– ?Hace la colada ella?

– Es adolescente, Myron. No hace nada.

– ?Quien lo hace?

– Tenemos criada. Se llama Rosa. ?Por que?

– Las fotografias -dijo.

– ?Que pasa?

– Tiene un novio que se llama Randy, ?no?

– Randy Wolf. Es muy buen chico.

– ?Y llevan tiempo juntos?

– Desde el segundo ano. ?Por que?

Volvio a indicarle el espejo.

– No hay fotos de el. He buscado en toda la habitacion. No hay fotos de el en ninguna parte. Por eso te preguntaba cuando habias entrado en la habitacion por ultima vez. -Se volvio-. ?Habia fotos de Randy?

– Si.

El indico varios puntos vacios en la parte baja del espejo.

– Esto parece no seguir una secuencia, pero diria que arranco las fotos de aqui.

– Pero si fueron juntos a la fiesta hace… hace tres noches.

Myron se encogio de hombros.

– Tal vez se pelearan alli.

– Dijiste que Aimee parecia angustiada cuando la recogiste, ?no?

– Si.

– Tal vez acabaran de romper -dijo Claire.

– Podria ser -dijo Myron-. Pero desde entonces ella no ha estado en casa y las fotografias del espejo han desaparecido. Eso querria decir que habian roto al menos un dia o dos antes de que yo la recogiera. Otra cosa.

Claire espero. Myron le mostro la lenceria de Bedroom Rendezvous.

– ?Lo habias visto?

– No. ?Lo has encontrado aqui?

Myron asintio.

– En el cajon de abajo. Parece sin estrenar. Aun lleva la etiqueta.

Claire se quedo en silencio.

– ?Que?

– Erik le dijo a la policia que Aimee se habia comportado de un modo raro ultimamente. Yo se lo rebati pero la verdad es que es cierto. Se ha vuelto muy reservada.

– ?Sabes que mas me ha parecido raro en esta habitacion?

– ?Que?

– Aparte de la lenceria, que puede ser relevante o no, lo opuesto a lo que acabas de decir: no hay nada reservado. Teniendo en cuenta que estaba en el ultimo ano del instituto, deberia haber algo, ?no?

Claire se lo penso.

– ?Por que crees que no lo hay?

– Es como si se esforzara mucho por ocultar algo. Tenemos que mirar otros sitios en donde hubiera podido guardar objetos personales, un sitio donde tu y Erik no pudierais fisgar. Como la taquilla de la escuela, tal vez.

– ?Quieres que vayamos ahora?

– Prefiero hablar primero con Randy.

Ella fruncio el ceno.

– Su padre.

– ?Que le pasa?

– Se llama Jake. Todos le llaman Big Jake. Es mas alto que tu. Y su esposa es una ligona. El ano pasado Big Jake se metio en una pelea en uno de los partidos de futbol de Randy. Destrozo a un pobre desgraciado delante de sus hijos. Es un imbecil total.

– ?Total?

– Total.

– Uf. -Myron fingio que se secaba el sudor de la frente-. Un medio imbecil me preocuparia. Un imbecil total, es lo mio.

20

Randy Wolf vivia en la nueva seccion de Laurel Road. Las nuevas y relucientes casas de ladrillo visto tenian mas metros cuadrados que el aeropuerto Kennedy. Habia una verja de falso hierro forjado. Estaba abierta y Myron la cruzo. El jardin estaba excesivamente cuidado, el cesped era tan verde que parecia que alguien hubiera enloquecido con un aerosol de pintura. Habia tres todo terreno aparcados en la entrada. A su lado, centelleando por un encerado reciente y una posicion bajo el sol igual de perfecta, habia un pequeno Corvette rojo. Myron se puso a tararear la cancion de Prince. No pudo evitarlo.

Se oia el inconfundible sonido del rebote de una pelota de tenis en el patio. Myron se dirigio hacia alli. Vio a cuatro graciles damas jugando a tenis. Llevaban todas colas de caballo y ropa ajustada de tenis. Myron era un gran admirador de las mujeres vestidas con ropa de tenis. Una de las graciles damas estaba a punto de servir cuando le vio. Tenia unas piernas estupendas, observo Myron. Volvio a comprobarlo. Si, estupendas.

Mirar piernas bronceadas probablemente no le proporcionaria ninguna pista, pero ?por que perder una oportunidad?

Myron saludo con la mano y ofrecio a la mujer su mejor sonrisa. Ella se la devolvio y dijo a las otras que la dispensaran un momento. Fue trotando hacia el. Su cola de caballo se balanceaba. Se paro muy cerca de el.

Вы читаете La promesa
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату