Respiraba aceleradamente. El sudor le pegaba la ropa al cuerpo. Tambien la volvia un poco transparente -Myron solo se mostraba observador, claro- pero no parecia importarle.

– ?En que puedo ayudarle?

Apoyaba una mano en la cadera.

– Hola, me llamo Myron Bolitar.

Regla numero cuatro del Libro de Elocuencia de Bolitar: apabulla a las mujeres con una primera frase deslumbrante.

– Su nombre -dijo-. Me suena.

Movia mucho la lengua al hablar.

– ?Es la senora Wolf?

– Llameme Lorraine.

Lorraine Wolf tenia esa forma de hablar en la que todo sonaba con un doble sentido.

– Busco a su hijo Randy.

– Mala respuesta -dijo ella.

– Lo siento.

– Debia decir que parecia demasiado joven para ser la madre de Randy.

– Demasiado obvio -dijo Myron-. Una mujer inteligente como usted habria visto mis intenciones.

– Buena recuperacion.

– Gracias.

Las otras mujeres se juntaron en la red. Llevaban toallas al cuello y bebian algo verde.

– ?Por que busca a Randy? -pregunto ella.

– Necesito hablar con el.

– Bueno, si, ya me lo imagino. Pero tal vez podria decirme sobre que.

Se abrio la puerta trasera con un sonoro bang. Un hombre grandote -Myron media metro noventa y cinco y pesaba noventa y cinco kilos y ese tipo media al menos siete centimetros y pesaba doce kilos mas que el- salio por la puerta.

Big Jake Wolf, dedujo Myron, estaba en casa.

Llevaba el pelo negro peinado hacia atras. Y sus ojos entornados le daban una expresion mezquina.

– Vaya, ?no es Steven Seagal? -pregunto Myron, en voz baja.

Lorraine Wolf sofoco una risita.

Big Jake se acerco como una tromba, mirando furiosamente. Myron espero unos segundos, despues guino el ojo y le hizo su saludo de cinco dedos estilo Stan Laurel. Big Jake no parecia complacido. Se situo al lado de Lorraine, le paso el brazo alrededor del hombro y tiro de ella hacia el.

– Hola, monada -dijo, sin dejar de mirar a Myron.

– Vaya, hola -dijo Myron.

– No hablaba con usted.

– Entonces ?por que me mira?

Big Jake fruncio el ceno y apreto mas a su mujer. Lorraine se estremecio un poco, pero le dejo hacer. Myron habia visto tales comportamientos otras veces. Una rabiosa inseguridad, sospechaba. Jake dejo de mirarle el tiempo suficiente para besar en la mejilla a su esposa y volver a apretarla. Despues volvio a mirarle furiosamente, sujetando con fuerza a su mujer.

Myron se preguntaba si Big Jake se mearia sobre ella por marcar su territorio.

– Vuelve a tu partido, mi amor. Yo me encargo.

– Ya estabamos acabando.

– Entonces ?por que no entrais todas a tomar algo?, ?eh?

La solto. Parecia aliviada. Las mujeres se fueron hacia la casa. Myron volvio a mirarles las piernas. Por si acaso. Ellas le sonrieron.

– Eh, ?que esta mirando? -grito Big Jake.

– Posibles pistas -dijo Myron.

– ?Que?

Myron se volvio hacia el.

– No importa.

– ?Que quiere?

– Me llamo Myron Bolitar.

– ?Y?

– Buena replica.

– ?Que?

– No importa.

– ?Es un humorista o que?

– Prefiero que me llamen «actor comico». A los humoristas se les encasilla.

– ?Que diablos…? -Big Jake se paro y se recompuso-. ?Siempre hace lo mismo?

– ?Hacer que?

– Presentarse sin ser invitado.

– Es la unica manera de que la gente me reciba -dijo Myron.

Big Jake entorno los ojos un poco mas. Llevaba vaqueros estrechos y una camisa de seda con demasiados botones desabrochados. Entre los pelos del torso le asomaba una cadena de oro. No se oia «Stayin' Alive» de fondo, pero deberia.

– Solo por adivinar -dijo Myron-. El Corvette rojo es suyo, ?no?

El siguio mirando con furia.

– ?Que quiere?

– Me gustaria hablar con su hijo Randy.

– ?Para que?

– Vengo en nombre de la familia Biel.

Eso le hizo pestanear.

– ?Y?

– ?Se ha enterado de que su hija ha desaparecido?

– ?Y?

– Esa repeticion del «y» nunca pasa de moda, eh, Jake. Aimee Biel ha desaparecido y me gustaria hablar con su hijo de ello.

– El no ha tenido nada que ver. Estaba en casa el sabado por la noche.

– ?Solo?

– No, yo estaba con el.

– ?Y Lorraine? ?Ella tambien estaba? ?O habia salido?

A Big Jake no le gusto que Myron usara el nombre de su mujer.

– No es asunto suyo.

– Como quiera, pero me gustaria hablar con Randy.

– No.

– ?Por que no?

– No quiero que Randy se mezcle en esto.

– ?En que?

– Eh. -Senalo a Myron-. No me gusta su actitud.

– ?No? -Myron le ofrecio la sonrisa amplia de programa de tele y espero. Big Jake parecia confundido-. ?Es mejor asi? Mas prometedor, ?no?

– Larguese.

– Iba a decir: «?Quien va obligarme?», pero la verdad es que esta muy visto.

Big Jake sonrio y se acerco mas a Myron.

– ?Quiere saber quien va obligarle?

– Espere, un momento, dejeme ver el guion. -Myron fingio que pasaba hojas-. Aqui esta. Dice: «No, ?quien?». Y usted dice: «Yo».

Вы читаете La promesa
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату