– Como… -Entonces se acordo. Habia llamado al movil de Win cuando habia oido el clic en la puerta. No habia colgado hasta bajar a la cocina.

– ?Te la has tirado? -pregunto Win.

– Si. Muchas veces. Pero no en los ultimos siete anos.

– Muy buena. Dime: ?vino para echar un clavo por los viejos tiempos?

– ?Un clavo?

– Mis raices inglesas. ?Que?

– Un caballero no habla de esas cosas. Pero si.

– ?Y tu la has rechazado?

– Sigo casto.

– Que caballeroso -dijo Win-. Seguro que algunos te admirarian.

– Pero no tu.

– No, yo lo considero…, y voy a hablar muy claro, o sea que presta atencion, una autentica estupidez.

– Estoy saliendo con otra.

– Ya. ?Asi que tu y la senora Seis coma ocho habeis prometido no enrollaros con nadie mas?

– No es eso. No es como si un dia le dijeras a tu novia: «Oye, no nos enrollemos con nadie mas».

– ?Asi que no lo has prometido concretamente?

– No.

Win levanto ambas manos, totalmente desconcertado.

– Pues no lo entiendo. ?Es que Jessica tenia halitosis o que? -Silencio.

– Olvidalo.

– Hecho.

– Acostarse con ella solo complicaria las cosas, ?vale?

Win le miro.

– ?Que?

– «Eres una chica muy alta» -dijo Win.

Caminaron un poco mas.

– ?Todavia me necesitas? -pregunto Win.

– No lo creo.

– Te esperare en la oficina. Si tienes problemas, llama.

Myron asintio y Win se marcho. Harry Davis bajo del coche. Habia grupitos de pandillas en el aparcamiento. Myron meneo la cabeza. Nada habia cambiado. Los Goths iban de negro con tachones plateados. Los Cerebritos llevaban grandes mochilas y camisas de manga corta abotonadas, cien por cien poliester, como un punado de ayudantes de direccion en una convencion de una cadena de tiendas. Los Deportistas eran los que ocupaban mas espacio, sentados sobre los capos de los coches y con una gran variedad de chaquetas con retazos de cuero, aunque hiciera demasiado calor para llevarlas.

Harry Davis tenia el paso y la sonrisa despreocupada de los que caen bien. Su aspecto fisico le situaba en la categoria media, y se vestia como un profesor de instituto, es decir con poca gracia. Todas las pandillas le saludaron, y eso era significativo. Primero, los Cerebritos le estrecharon la mano y soltaron:

– ?Hola, senor D!

?Senor D?

Myron se detuvo. Recordo el anuario de Aimee, sus profesores favoritos: la senorita Korty…

…y el senor D.

Davis siguio caminando. Los Goticos fueron los siguientes. Le saludaron con pequenos gestos, demasiado puestos para hacer mucho mas. Cuando se acerco a los Deportistas, varios chocaron los cinco con el:

– ?Que hay, senor D!

Harry Davis se paro y se puso a hablar con uno de los Deportistas. Los dos se apartaron un poco de la pandilla. La conversacion parecia animada. El chico llevaba una chaqueta universitaria con un equipo de futbol detras y las letras QB de quarterback en la manga. Algunos de los chicos le llamaron:

– Eh, Farm.

Pero el quarterback estaba enfrascado hablando con el profesor. Myron se acerco mas para verlos mejor.

– Vaya, vaya -dijo Myron para sus adentros.

El chico que hablaba con Harry Davis -ahora Myron le veia con claridad, la perilla en la barbilla, los cabellos rasta- no era otro que Randy Wolf.

29

Myron penso en su siguiente movimiento: ?dejarlos hablar o enfrentarse a ellos entonces? Miro su reloj. Estaba a punto de sonar el timbre. Entonces tanto Davis como Randy Wolf entrarian y les perderia hasta el final del dia.

Hora de actuar.

Cuando Myron estaba a unos tres metros de ellos, Randy le vio. El chico abrio los ojos con algo parecido al reconocimiento. Randy se aparto de Harry Davis. Davis se volvio para ver que pasaba.

Myron los saludo con la mano.

– Hola.

Los dos se quedaron parados como si les hubieran deslumbrado con un foco.

– Mi padre me dijo que no debia hablar con usted -dijo Randy.

– Pero tu padre no llego a conocerme. En realidad, soy una buena persona. -Myron saludo al desorientado profesor-. Hola, senor D.

Estaba casi a su lado cuando oyo una voz detras de el.

– Es suficiente.

Myron se volvio. Dos policias de uniforme se pusieron delante de ellos. Uno era alto y desmadejado. El otro era bajo, con los cabellos largos, oscuros y rizados y un bigote poblado. El bajo parecia salido de un especial de exitos de los ochenta.

– ?Adonde cree que va? -dijo el alto.

– Esto es propiedad publica. Y ando por aqui.

– ?Se esta quedando conmigo o que?

– ?Usted cree?

– Se lo repito, listillo. ?Adonde cree que va?

– A clase -dijo Myron-. Hay un examen final de algebra que me lleva loco.

El alto miro al bajo. Randy Wolf y Harry Davis se intercambiaron otra mirada sin mediar palabra. Algunos alumnos empezaron a observar y a formar corrillos. Sono el timbre. El agente alto dijo:

– Venga, no hay nada que ver aqui. Dispersaos, todos a clase.

Myron senalo a Wolf y a Davis.

– Tengo que hablar con ellos.

El agente alto no le hizo caso.

– A clase. -Despues miro a Randy y anadio-: Todos.

Los chicos se dispersaron y fueron alejandose. Randy Wolf y Harry Davis se fueron tambien. Myron se quedo solo con los dos agentes.

El alto se acerco a el. Tenian la misma estatura, pero Myron pesaba de diez a quince kilos mas.

– No se acerque mas a este instituto -dijo lentamente-. No hable con ellos. No haga preguntas.

Myron lo penso. ?No haga preguntas? Eso no es lo que se le dice a un sospechoso.

– ?Que no haga preguntas a quien?

– No pregunte nada a nadie.

– Eso es muy vago.

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