Randy se la sacudio de encima.

– Apartese de mi.

– Tenemos que hablar.

– Mi padre ha dicho…

– Ya se lo que dice tu padre. Hablaremos de todos modos.

A Randy Wolf le acompanaban seis chicos. Algunos eran enormes. El quarterback y su linea ofensiva, se imagino Myron.

– ?Este cara de culo te molesta, Pharm?

El que lo dijo era un armario. Sonrio a Myron. El chico tenia el cabello rubios y en punta, pero lo primero que veias, lo que no podias evitar notar era que iba sin camisa. Aquello era una fiesta. Habia chicas, ponche, musica y baile, e incluso padres. Pero ese chico no llevaba camisa.

Randy no dijo nada.

Descamisado llevaba tatuajes de alambres en los abotargados biceps. Myron fruncio el ceno. Los tatuajes no podian haber sido mas de imitacion de haber llevado la palabra «imitacion» grabada. El chico era un tocho, pero un tocho de carne. Su torso era liso como si alguien lo hubiera pulido con una lija. Se agitaba. Tenia la frente abombada, y los ojos, rojos, indicando que al menos algo de la cerveza habia hallado camino hasta los menores de edad. Llevaba pantalones de media cana que podrian haber sido capris, aunque Myron no sabia si los chicos los llevaban o no.

– ?Que estas mirando, cara de culo?

– Absolutamente, y lo digo muy sinceramente, absolutamente nada -dijo Myron.

Hubo varios jadeos entre los reunidos. Uno de ellos dijo:

– Ay, ay ay, que este viejales se va a llevar una paliza.

Otro dijo:

– ?Venga, Crush!

Descamisado alias Crush puso su mejor cara de tipo duro.

– Pharm no hablara contigo, ?te enteras, cara de culo?

Eso hizo reir a sus amigos.

– Cara de culo -repitio Myron-. Es incluso mas divertido la tercera vez que lo has dicho. -Dio un paso hacia el chico. Crush no se movio-. Esto no es asunto tuyo.

– Yo hare que sea asunto mio.

Myron espero y despues dijo:

– ?No querras decir «Yo hare que sea asunto mio, cara de culo»? Hubo mas jadeos. Otro de ellos tercio:

– Oh, senor, larguese mientras pueda. Nadie se hace el gracioso con Crush.

Myron miro a Randy.

– Tenemos que hablar ahora mismo, antes de que el asunto se nos escape de las manos.

Crush sonrio, flexiono los pectorales y dio un paso.

– Ya se nos ha escapado.

Myron no queria reducir a un chico, y menos con los padres cerca. Solo le acarrearia mas problemas.

– No quiero lios -dijo Myron.

– Ya los tienes, cara de culo.

Algunos lo vitorearon. Crush doblo los brazos enormes sobre el pecho. Una estupidez. Myron tenia que liquidar aquello lo mas rapidamente posible, antes de que los padres se fijaran en ellos. Pero los amigos de Crush estaban mirando. Crush era el chico duro titular. No podia ignorarlo.

Los brazos doblados en el pecho. Que macho. Que tonto.

Myron se movio. Cuando quieres reducir a alguien con el minimo de jaleo o ruido, esta tecnica es una de las mas eficaces. La mano de Myron empezo en un costado, el punto natural de descanso. Esa era la clave. No giras la muneca, no echas atras el brazo, no te agitas ni formas un puno. La distancia mas pequena entre dos puntos es la linea recta. Eso se recuerda. Utilizando la velocidad natural de la mano y el elemento sorpresa, Myron lanzo la suya en linea recta desde el punto de descanso proximo a su cadera hasta la garganta de Crush.

No le golpeo con fuerza. Utilizo el golpe de cuchillo por debajo del menique y localizo el punto debil de la garganta. Pocos puntos del cuerpo humano son tan vulnerables. Si golpeas a alguien en la garganta, le duele. Le haces jadear, toser y quedarse paralizado. Pero debes saber lo que haces. Si golpeas con demasiada fuerza, puedes hacer mucho dano. Myron disparo la mano y golpeo como una cobra.

Los ojos se le salieron a Crush de las orbitas. Un sonido ahogado broto de su garganta. Casi como quien no quiere la cosa, Myron le dio en las piernas con el empeine. Crush cayo. Myron no espero. Cogio a Randy del cuello y lo aparto a rastras. Si alguno de los chicos hacia un movimiento, Myron lo intimidaba con una mirada al tiempo que arrastraba a Randy hacia el jardin vecino.

– ?Au! ?Suelteme! -grito Randy.

A la mierda. Randy tenia dieciocho anos, era mayor de edad. No habia razon para ser amable con el porque fuera menor. Lo llevo detras de un garaje dos casas mas abajo. Cuando le solto, Randy se froto la nuca.

– ?Se puede saber que le pasa?

– Aimee esta en apuros, Randy.

– Se largo. Eso dicen todos. Esta noche algunos han hablado con ella por Internet.

– ?Por que rompisteis?

– ?Que?

– He dicho…

– Le he oido. -Randy penso y despues se encogio de hombros-. Se acabo y ya esta. Los dos vamos a la universidad. Habia llegado la hora de cambiar.

– La semana pasada fuisteis juntos a la fiesta de promocion.

– Si, ?y que? Llevabamos un ano planeandola. El esmoquin, el vestido, habiamos alquilado una limusina con unos amigos. Toda la pandilla. No queriamos fastidiar a nadie. Asi que fuimos juntos.

– ?Por que rompisteis, Randy?

– Acabo de decirselo.

– ?Descubrio Aimee que traficabas con drogas?

Randy sonrio. Era un chico guapo y tenia una sonrisa condenadamente bonita.

– Segun usted me paseo por Harlem y engancho a los chicos a la heroina.

– Tendria un debate moral contigo, Randy, pero el tiempo apremia.

– Claro que Aimee lo sabia. Ella tambien habia tomado en mas de una ocasion. No es para tanto. Solo suministraba a unos pocos amigos.

– ?Uno de esos amigos era Katie Rochester?

El se encogio de hombros.

– Me pidio varias veces y la ayude.

– De nuevo, Randy, ?por que rompisteis Aimee y tu?

El se encogio de hombros y su tono se hizo mas calmado.

– Deberia preguntarselo a ella.

– ?Fue ella quien rompio?

– Aimee cambio.

– ?Como cambio?

– ?Por que no se lo pregunta a su viejo?

Myron reacciono.

– ?Erik? -Fruncio el ceno-. ?Que tiene que ver el?

El chico no dijo nada.

– Randy…

– Aimee se entero de que su padre tenia una aventura. -Se encogio de hombros-. Eso la hizo cambiar.

– ?Cambiar como?

– No lo se. Era como si quisiera hacer cualquier cosa por fastidiarle. Yo le caia bien a su padre. Asi que, de repente -otro encogimiento de hombros-, ya no le caia bien a ella.

Myron penso en ello. Recordo lo que habia dicho Erik la noche anterior en el callejon. Coincidia.

– Ella me gustaba -siguio Randy-. No sabe hasta que punto. Intente que volviera conmigo, pero eso se volvio

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