Erik se encogio, pero mantuvo la pistola firme.

– De repente, no quiere saber nada de el. Tiene una aventura con un profesor. Llama a las tres de la madrugada. Es erratica, y si le ocurre hablar, tu mundo se desmorona. ?Que habria hecho usted, senor Bolitar? - Se volvio a mirar a Erik-. Si la situacion fuera al reves, si Randy hubiera dejado a Aimee y hubiera empezado a comportarse asi, poniendo en peligro el futuro de tu hija, ?que habrias hecho tu, Erik?

– Le habria matado -dijo Erik.

– No la matamos. Lo unico que hicimos… fue preocuparnos. Jake y yo hablamos. No sabiamos que hacer. Nos pusimos a pensar. Primero, que Harry Davis cambiara los expedientes, que los dejara como antes. Como si hubiera habido un problema informatico o algo asi. Si se sospechaba algo, no se podria demostrar y no pasaria nada. Pensamos en otras soluciones. Randy no era un traficante, solo era un contacto. Todos los institutos tienen los suyos. No lo defiendo. Recuerdo cuando iba a Middlebury, no mencionare su nombre, un hombre que ahora es politico, era nuestro camello. Te graduas y se acaba. Pero ahora necesitabamos asegurarnos de que no saliera a la luz. Y sobre todo pensabamos en la manera de llegar a Aimee. Ibamos a llamarte, Erik. Pensamos que tal vez tu podrias hacerla entrar en razon, porque no se trataba solo del futuro de Randy, tambien del suyo.

Ya estaban cerca de la casa de Drew Van Dyne.

– Es una bonita historia, senora Wolf -dijo Myron-. Pero se ha saltado una parte.

Ella cerro los ojos.

– ?De quien era la sangre de la alfombra?

Ninguna respuesta.

– Me ha oido llamar a la policia. Estan camino a su casa. Haran pruebas, adn y lo que haga falta. Lo descubriran.

Lorraine Wolf siguio callada. Ya estaban en la calle de Drew Van Dyne. Las casas eran mas pequenas y mas viejas. El cesped no era tan verde. Los arbustos eran mas densos y mas retorcidos. Win le habia indicado a Myron donde estaria, porque no le habria visto.

Myron paro y miro a Erik.

– Quedate aqui un segundo.

Aparco y se fue detras de un arbol. Win estaba alli.

– No veo el coche de Van Dyne -dijo Myron.

– Esta en el garaje.

– ?Cuanto rato hace que esta en casa?

– ?Cuanto rato hace que te he llamado?

– Diez minutos.

Win asintio.

– Vamos alla.

Myron miro hacia la casa. Estaba a oscuras.

– No hay luces encendidas.

– Tambien lo he notado.

– ?Ha entrado en el garaje hace diez minutos y todavia no ha encendido la luz?

Win se encogio de hombros.

Se oyo un ruido como de muela. Se abrio la puerta del garaje. Las luces de unos faros les iluminaron la cara. El coche salio zumbando. Win saco la pistola, preparado para disparar. Myron puso una mano en el brazo de su amigo.

– Aimee podria estar dentro.

Win asintio.

El coche salio a la calle y doblo velozmente a la derecha. Paso junto al coche aparcado, donde Erik Biel y Lorraine Wolf esperaban detras. El Toyota Corolla de Drew vacilo y despues acelero.

Myron y Win corrieron al coche. Myron subio al asiento del conductor, Win al del pasajero. Detras, Erik Biel sostenia la pistola apuntando a Lorraine Wolf.

Win se volvio y sonrio a Erik.

– Hola -dijo.

Alargo una mano como si fuera a estrechar la de Erik, pero le arranco la pistola de la mano. Sin mas. Un segundo antes Erik Biel tenia una pistola en la mano. En ese momento, no.

Myron puso el coche en marcha cuando el vehiculo de Van Dyne desaparecia a la vuelta de la esquina. Win miro la pistola con el ceno fruncido y la vacio.

La caza habia empezado. Y no duraria mucho.

51

No era Drew Van Dyne quien conducia el coche, sino Jake Wolf.

Iba a toda velocidad. Hizo algunos giros bruscos. Les llevaba una buena ventaja. Solo condujo un par de kilometros. Llego al viejo Roosevelt Mall, dio la vuelta a toda velocidad y paro. Camino, cruzando los campos de futbol a oscuras en direccion al Livingston High School. Se imaginaba que Myron Bolitar le seguia, pero creia que le llevaba suficiente ventaja.

Oyo el ruido de la fiesta. Unos pasos mas y empezo a ver las luces. El aire nocturno le sento bien. Jake observo los arboles, las casas, los coches en las entradas. Le encantaba esa ciudad, vivir alli.

Al acercarse mas, oyo las risas. Penso en lo que hacia alli. Trago saliva y se coloco detras de una hilera de pinos de la propiedad vecina. Encontro un punto entre ellos y miro hacia la carpa.

Distinguio a su hijo inmediatamente.

Siempre le pasaba lo mismo con Randy. Nunca se le escapaba. Destacaba en cualquier circunstancia. Jake recordaba haber ido al primer partido de futbol de Randy cuando el nino iba a primero. Debia de haber trescientos o cuatrocientos ninos, todos corriendo y saltando como moleculas acaloradas. Habia llegado tarde, pero tardo unos segundos en localizar a su radiante hijo en las olas de tantos ninos iguales, como si un foco cenital iluminara cada uno de sus pasos.

Jake Wolf se limito a observar. Su hijo hablaba con un grupo de companeros. Se reian por algo que habia dicho. Jack sintio que se le humedecian los ojos. Penso que la culpa se repartia entre muchos. Intento recordar como habia empezado. Tal vez con el doctor Crowley. El maldito profesor de historia se hacia llamar doctor. Menuda mierda pretenciosa.

Crowley era un hombre bajito e insignificante con cuatro cabellos y los hombros hundidos. Odiaba a los atletas. Se podia oler la envidia a la legua. Crowley veia a alguien como Randy, tan guapo y atletico y especial, espejo de sus propios fallos en la adolescencia.

Asi fue como empezo todo.

Randy habia hecho un trabajo estupendo sobre la Ofensiva Tet para la clase de historia de Crowley, y el le habia puesto una C baja, una maldita C baja. Un amigo de Randy, un chico llamado Joel Fisher, habia sacado una A. Jake leyo ambos trabajos. El de Randy era mejor. No solo era cosa suya. Los leyo a varias personas, sin decirles cual es cual.

– ?Cual es mejor? -pregunto.

Y casi todos estaban de acuerdo con el. El C bajo, superior.

Puede parecer algo sin importancia, pero no lo era. Ese trabajo representaba tres cuartos de la nota. El doctor Crowley dejo a Randy fuera del cuadro de honor durante todo el semestre, pero, algo peor, le dejo fuera del juego. Dartmouth lo habia dejado claro, el diez por ciento mejor. Si hubiera sido una B, probablemente le habrian aceptado.

Esa era la diferencia.

Jake y Lorraine habian ido a hablar con el doctor Crowley y le explicaron la situacion. Crowley se mostro implacable. Estuvo despreciativo, disfrutando su poder, y Jake hizo un esfuerzo de voluntad para no lanzarlo por la ventana. Pero no iba a rendirse tan facilmente. Contrato a un detective privado que hurgara en el pasado del hombre, pero la vida de Crowley habia sido patetica, anodina, evidentemente poco remarcable, especialmente en comparacion con el hijo de Jake que era un faro brillante… No habia nada que pudiera utilizar contra el.

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