baja la panza de la madre que, al moverse, le aplastaba un poco, provocando disgustados grunidos del pequeno.

Un poco mas abajo pacia en la vertiente una manada de elefantes gigantescos. Despues de observarlos can los prismaticos, Kashtanov declaro que debian ser mastodontes. Se diferenciaban de los mamuts por las defensas largas y rectas, la frente huidiza y el cuerpo mas alargado.

Cerca de ellos andaban unos cuantos antilopes descomunales, can el pelaje amarillo pardo punteado de negro como el del leopardo y largos cuernos en forma de punal. Se desplazaban a saltos porque tenian las patas traseras mucho mas largas que las de delante. Al principio, Gromeka los habia confundido con liebres gigantescas.

En el lindero del bosque habia animales todavia mas extranos, que se asemejaban en parte a las jirafas por el cuello muy largo y la cabeza coronada de pequenos cuernos yen parte a los camellos por el color parda y la forma algo chepuda. Una pareja de estos animales, en las que Kashtanov reconocio a los antepasados de la jirafa y del camello, andaba al borde del lindera arrancando sin dificultad ramitas y hojas a cuatro metros de altura.

La presa mas interesante les parecieron a los cazadores los antilopes y las jirafas-camellos. Por eso se dividieron en tres grupos: Kashtanov dio un rodeo para acercarse a las jirafas-camellos, Papochkin se dirigio hacia los antilopes en tanto Gromeko se disponia a fotografiar a los rinocerontes y los mastodontes.

Seducido por el aspecto del rinoceronte pequeno; que le parecio digno de la brocha, Gromeko abatio de un disparo a le cria cuando mas descuidada estaba. Los padres, en lugar de huir como esperaba el cazador, olfatearon el cadaver y luego se lanzaron con grunidos feroces sobre el botanico, que habia tenido la imprudencia de asomarse al borde del soto. Volvio a ocultarse entre los matorrales y apenas se habia apartado un poco cuando, en el sitio donde se encontraba paco antes, se escucho un formidable crujido de ramas y los dos rinocerontes, pisoteando los matorrales y arrojandolos a un lado y otro con los hocicos, aparecieron en la alta de la cresta y continuaron su camino. Pero, al advertir que su enemiga habia desaparecido, dieron media vuelta y lanzaronse hacia el lugar donde las ramas estremecidas traicionaban la presencia del cazador.

En ese momento, Papochkin hizo un disparo cerca de los antilopes y toda el rebano remonto corriendo la vertiente. El mismo camino siguieron los mastodontes, enarbolando las trompas y emitiendo bramidos inquietos. La situacion de Gromeko se hacia critica: de un lado, tenia que vigilar a los rinocerontes y rehuirlos yendo y viniendo por entre los matorrales; de otra parte, le acechaba el peligro de ser pisoteado por los antilopes y los mastodontes. Pero el botanica tuvo una idea feliz. Al ver que los antilopes y los mastodontes subian por lados distintas, aunque convergiendo en el mismo punto de la cresta, dejo de ir y venir para evitar ?os rinocerontes y descendio corriendo la cuesta entre los antilopes y los mastodontes, calculando que unos u otros detendrian a sus perseguidores. El calculo era justo: despues de atravesar los matorrales, los rinocerontes furiosos chocaron, uno con los mastodontes y el otro con los antilopes. En la barahunda que se produjo, el primero fue derribado y pisoteado mientras el segundo espanto a los antilopes y luego corrio tras ellos. Gromeko quedo vencedor en el campo de batalla.

Cuando recobro el aliento despues de aquella carrera enloquecida, volvio a subir hacia los matorrales, encontro la escopeta abandonada durante su fuga y se puso a buscar su presa, el rinoceronte pequeno por culpa del cual le habia ocurrido todo, aquello. Lo descubrio facilmente porque el cadaver, redondo como un tonel, se veia desde lejos entre la hierba pisoteada. Gromeko se unio luego a sus companeros y, cargados de pieles, de craneos y de carne, volvieran hacia el campamento donde Maksheiev sentiase ya inquieto de su larga ausencia. Aunque sin moverse de alli, tambien el habia cazado: unja fiera que se acercaba furtivamente.a la tienda, sin duda con el proposito de devorar a Genenal y que, en vez de ello, se habia ganado una bala. Era un animal semejante al lobo, pero con La cabeza voluminosa, el cuerpo de un felino y una melena bastante larga sobre la cabeza y el cuello. Kashtanov declaro que debia ser el antepasado pliocienico de los lobos contemporaneos.

Capitulo XXIII

PLUTON SE EXTINGUE

Mientras la carne de antilope hervia en el caldero y el rinoceronte pequeno se asaba a la brocha, los viajeros se dedicaron a ordenar el abundante material recogido durante la jornada.

Estando dedicados.a ello advirtieron que la luz bajaba y se tornaba mas roja que de costumbre. Al levantar la cabeza buscando las causas de aquel fenomeno, constataron que el ciele estaba despejado, pero que Pluton lanzaba una luz opaca y que una multitud de grandes manchas oscuras salpicaban una mitad del disco.

Al mismo tiempo que descendia la luz, disminuyo la temperatura, que aquel dia habia llegado a 28 a la sombra. Esto ultimo hubiera sido causa de alegria si lo primero no hubiese inspirado cierta alarma.

— ?Y si Pluton se extingue ahora definitivamente? — pregunto Gromeko, ya que durante la cena constataron que la luz seguia decayendo y aumentaba el numero de manchas oscuras en el disco.

— Podemos encontrarnos de pronto en una oscuridad absoluta a la que siga inevitablemente el frio polar? — pregunto Papochkin.

— ?Pero si nos hemos dejado la ropa de abrigo, alla al Norte, en layurta — exclamo Maksheiev.

— Yo calculo que.se trata de un fenomeno pasajero — declaro Kashtanov-. A juzgar por la luz rojiza y la abundancia de manchas oscuras, Pluton se encuentra efectivamente en la ultima fase de combustion. Pero este periodo puede prolongarse aun centenares y miles de panos. Hay estrellas analogas a Pluton observadas en el espacio celeste que a veces sufren eclipses momentaneos, se extinguen casi y vuelven a encenderse. Las reservas de calor que contiene su masa son todavia muy grandes y la corteza, que se forma en su superficie consecuencia del enfriamiento y da origen a las manchas oscuras que vemos, revienta muchas veces y se disuelve bajo los efectos de ese calar. La extincion, de un astro no puede producirse de golpe.

— ?Y si Pluton deja de arder par falta de oxigeno? Porque es probable que el oxigena que consume proviene de la.atmosfera de nuestro planeta aspirada por el orificio polar.

— Me parece muy dudoso ya que, en los millones de anos de su combustion, Pluton habria debido consumir todo — el oxigeno de nuestra atmosfera y los habitantes de lea tierna se habrian asfixiado en el nitrogeno. Los procesos de combustion de los cuerpos celestes luminosos permanecen todavia demasiado ignorados de nosotras y quiza se desenvuelvan de manera distinta a lo que observamos en la tierra. Es posible que el oxigeno vuelva a formarse en ellos como producto de la desintegracion de otros elementos quimicos. Las recientes descubrimientos sobre las transformaciones del radio nos obligan a cambiar de punto de vista acerca de la estabilidad de estos elementos, antes considerados como verdad irrefutable.

— En fin, como decia Hamlet, «amigo Horacio, en la Tierra hay todavia muchas cosas que no conocen nuestros filosofos». Nuestro viaje por Plutonio confirma cada dia la fuste.a de esta maxima — declaro Gromeko y luego propuso acostarse aprovechando la oscuridad y el descenso de la temperatura.

El reino animal del bosque tambien notaba que algo insolita ocurria en la naturaleza. Las aves se habian callado y a sus gorjeas y su canto sucedian los gritos inquietos de diferentes animales. En algunos momentos General se ponia a aullar levantando la cabeza.

Pero los viajeros, que habian encendida una hoguera delante de la tienda, durmieran profundamente, sin hacer ningun — caso de aquellas sonidos, mucho mas tiempo que de costumbre.

Paco a poco fueron despertandose, aunque la oscuridad seguia siendo la misma. Todo estaba envuelto en un crepusculo rojizo y el disco de Pluton tan cubierto de manchas oscuras que su luz perdia las nueve decimas partes de su fuerza. Con Raquel alumbrada, las hojas y la hierba parecian casi negras, lo mismo que el cielo. En torna reinaba un silencio profundo: ni las aves, ni los animales ni las insectos daban senales de vida y solamente los soplas de la brisa agitaban a veces la enramada. Aquel silencio tenia algo lugubre.

Despues de consultarse decidieron que seria peligroso navegar en las tinieblas por un rio desconocido entre las murallas de un bosque lleno de diferentes fieras que podrian atacar a las viajeros. Era facil tropezar con un bajio o con alguna raiz, cosa de gran peligro para las lanchas de lana.

— Pero, ?y si el crepusculo dura semanas o meses enteros? — pregunto Gromeko-. ?Vamos a quedarnos

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