la expedicion reunidos en torno a la mesa:
— Hasta ahora tenemos una suerte extraordinaria. En 1879, el
— Ahora se puede llegar hasta la tierra incluso a pie si los hielos obstaculizan definitivamente la navegacion — dijo el capitan-. Calculo que no quedaran mas de ochenta a cien kilometros.
A TIERRA DE FRIDTJOF NANSEN
Al dia siguiente, ya muy tarde, el horizonte septentrional quedo limpio de niebla y de nubes en contra de lo habitual, y cuando el sol descendio hasta casi tocar su linea, pudo verse sobre el fondo purpureo del cielo una lejana sierra de dientes pequenos.
— ?Eso tiene que ser tierra! — exclamo el capitan; que observaba la sierra con un catalejo-. Los campos de hielo no tienen esta configuracion y, ademas, sobre el fondo blanco se ven numerosas manchas oscuras.
— ?Y esta mas cerca de lo que pensabamos! Me parece que no nos separan mas de cincuenta o sesenta kilometros — observo Maksheiev.
— O sea, que el continente polar existe y nuestra expedicion no ha sido organizada en vano — resumio satisfecho Trujanov.
Todos estaban agitados por la vista de la tierra y tardaron mucho en acostarse. La ausencia de niebla permitio presenciar un espectaculo poco corriente: el sol de la media noche, despues de hacer rodar su globo de fuego sobre la cresta de la lejana sierra, comenzo de nuevo al ascender.
El
Al caer la tarde, el sol, que habia brillado casi ininterrumpidamente desde por la manana, cosa muy poco frecuente en esas latitudes, se oculto entre las nubes. Al poco tiempo estaba nublado todo el cielo y se desencadeno una nevasca como las que se producen en pleno invierno. La nieve menuda cegaba y lo ocultaba todo en su manto blanquecino. En aquel mar, profusamente cubierto de hielos, el viento no podia producir una gran agitacion; sin embargo, los campos de hielo se habian puesto en movimiento, entrechocaban, y los bancos, amontonados los unos sobre los otros, formaban en sus bordes
Finalmente, el
Hacia el mediodia amaino la nevasca, asomo el sol y se pudo tornar la latitud. Todos quedaron desagradablemente sorprendidos al comprobar que el viento habia vuelto a empujar el barco hacia el Sur con los hielos. Pero ese mismo viento habia despedazado y separado los campos de hielo, de manera que en los dias siguientes, con un tiempo nublado y quieto, el
La tierra debia hallarse cerca, a juzgar porque la sonda que hasta entonces habia marcado invariablemente en el mar de Beaufort una profundidad de quinientas a setecientas brazas marinas, encontraba ahora el fondo a ochenta brazas. Evidentemente, alli comenzaba ya la plataforma submarina del continente polar. Pero, a consecuencia del tiempo gris, de las nubes bajas y de la llovizna, aquella tierra proxima quedaba absolutamente oculta.
Por la tarde del mismo dia, 2 de junio, la sonda marco solo veinte brazas de profundidad. Delante Vanqueaban hieles compactos. El Marco avanzaba a pequena marcha para no tropezar con algun bajio, cosa muy posible cerca de la tierra. Durante la noche tuvieron que permanecer inmoviles algunas horas porque la espesa niebla no dejaba ver absolutamente nada alrededor.
Por la manana soplo un viento oriental y, al quedar disipada la niebla, resulto que el
— Sera probablemente una barrena de hielo continental que circunda la tierra polar exactamente igual que ocurre en el Polo Sur — opino Trujanov, dirigiendose a los miembros de la expedicion congregados en cubierta.
Como el lugar era incomodo para desembarcar la expedicion de trineos, el barco puso rumbo al Este con la esperanza de encontrar una bahia o un accidente en la barrera por donde fuera posible subir a la superficie del hielo. La sonda marcaba dieciseis brazas de profundidad y no era descabellada la idea de que el muro de hielo se asentaba en el fondo del mar.
Navegar muy cerca del muro era peligroso porque con frecuencia se desprendian de aquella masa de hielo — abrupta e incluso en cornisa, surcada de numerosas grietas— bloques de hielo mas o menos grandes que caian al agua con un ruido sordo. Por algunas grietas acentuadas hasta formar canones profundos, aunque estrechos, caian arroyos en cascada.
La navegacion era lenta. Habia que evitar los bajios y los campos de hielo, de manera que en aquella jornada solo avanzaron unos cuarenta kilometros. Pero al finalizar el dia aparecio por delante un largo promontorio como si la muralla avanzara hacia el Sur, cambiando de orientacion. Cuando el
Durante la cena se discutio en la sala de oficiales como bautizar a la tierra recien descubierta y quedo decidido darle el nombre de Tierra de Fridtjof Nansen, en honor del gran explorador de mares y paises polares. En cuanto al cabo, pese a las protestas de Trujanov, recibio su nombre como organizador de la expedicion.
Justo delante del cabo la muralla de hielo se retiraba un poco hacia el Norte, gracias a lo cual quedaba formada una bahia pequena, pero bastante profunda para que se pudiese proceder al desembarco de la expedicion de trineos.
En el barco se desplego toda la noche una gran actividad. Habia que apresurarse y aprovechar el tiempo favorable. El viento del Sur podia empujar a los campos de hielo hacia la orilla y cerrar con ellos la bahia. Todos tomaron parte en el desembarco de la impedimenta. Hacia el nacimiento del cabo, la muralla de hielos descendia fragmentandose en varios pedazos, entre los cuales no era dificil hallar un camino para subir a ella. Mientras los miembros de la expedicion seleccionaban la impedimenta desembarcada en la orilla y la instalaban en los trineos, los marineros subieron al punto mas alto del cabo Trujanov y alli levantaron una piramide de piedras en torno a un asta en la que fue izada la bandera rusa al triple saludo de los canones del
La piramide debia servir tambien de punto de orientacion, tanto para el barco que iba a cursar a lo largo de la costa para fijar sus contornos y estudiarla, como para la expedicion de trineos que se dirigia hacia el interior del pais, pero debia regresar al mismo cabo para reembarcar. Entre las piedras de la piramide fue colocado un pequeno cajon de cinc soldado que guardaba la declaracion de que aquella tierra habia sido descubierta el 4/17 de junio de 1914 por la expedicion de Trujanov a bordo del