No.
Al margen de lo que Rocky hubiera hecho en el pasado, al margen de en que se hubiera convertido, no iba consentir algo asi. ?Y si perdia al chino? ?Y si no habia bastante aire en el maletero? ?Y si Lawson estaba gravemente herido y agonizando?
Rocky tenia que hacer algo.
?Debia llamar a la policia?
El chino cerro el maletero. Se dirigio hacia el asiento del conductor.
Demasiado tarde para llamar a nadie. Tenia que actuar de inmediato.
Rocky era al fin y al cabo un hombre de un metro noventa y cinco de estatura y ciento veinte kilos de peso, fuerte como un roble. Era un luchador profesional. No un boxeador de pacotilla. No un pseudoluchador que montaba el numero en un cuadrilatero. El era un luchador de verdad. No iba armado, pero sabia cuidarse.
Rocky echo a correr hacia el coche.
– ?Oiga! -grito-. ?Oiga! ?Detengase ahora mismo!
El chino -al acercarse, Rocky vio que parecia un crio- alzo la vista. No cambio de expresion. Simplemente se quedo mirando a Rocky mientras corria hacia el. No se movio. No intento meterse en el coche para marcharse. Espero con paciencia.
– ?Oiga!
El chino permanecio inmovil.
Rocky se detuvo a un metro de el. Sus miradas se cruzaron. A Rocky no le gusto lo que vio. Habia jugado al futbol contra autenticos chiflados. Habia peleado contra masoquistas dementes en los combates de lucha extrema. Habia mirado a los ojos a verdaderos psicopatas: individuos que disfrutaban haciendo dano a la gente. Aquello era distinto. Aquello era como mirar a los ojos de… de algo que no estaba vivo. Tal vez una roca. Un objeto inanimado. Alli no habia miedo, ni misericordia, ni razon.
– ?Puedo ayudarlo en algo? -pregunto el joven chino.
– He visto… Saque a ese hombre del maletero.
El chino asintio.
– Por supuesto.
El chino miro el maletero. Rocky tambien. Y en ese momento Eric Wu ataco.
Rocky no vio el golpe. Wu se agacho, giro la cintura para tomar impulso y hundio el puno en el rinon de Rocky. Este habia encajado muchos punetazos. Lo habian golpeado en los rinones hombres el doble de grandes. Pero nunca asi. El puno impacto en su cuerpo como un mazo.
Se le corto la respiracion pero permanecio de pie. Wu se acerco mas y le clavo algo en el higado, algo que parecia un espeton. El dolor estallo dentro de el.
Rocky abrio la boca, pero de su garganta no salio ningun grito. Cayo al suelo. Wu se agacho a su lado. Lo ultimo que vio Rocky -lo ultimo que veria en su vida- fue la cara de Eric Wu, tranquila y serena, cuando coloco las manos bajo la caja toracica de Rocky.
«Lorraine», penso Rocky. Y luego nada mas.
5
Grace contuvo un grito. Sobresaltada, se incorporo. La luz del pasillo seguia encendida. Una silueta se recortaba en el resplandor de la puerta. Pero no era Jack.
Desperto, aun con la respiracion entrecortada. Un sueno. Lo sabia. Ya mientras sonaba tenia la vaga sensacion de que era solo un sueno. Habia sonado eso mismo otras veces, muchas, pero no desde hacia tiempo. «Debe de ser por el aniversario que se avecina», penso.
Intento tranquilizarse. Eso no iba a ocurrir. El sueno siempre empezaba y acababa igual. Las variaciones se producian hacia la mitad.
En el sueno, Grace estaba otra vez en el Boston Garden, con el escenario justo enfrente. Tenia delante una barrera de acero, no muy alta, tal vez le llegaba a la cintura, algo que podia servir para sujetar la bicicleta con un candado. Se apoyo en ella.
Por los altavoces se oia
?Estaba Todd Woodcroft, el chico con el que salia, de pie a su lado? A veces imaginaba que lo cogia de la mano -aunque nunca fueron el tipo de pareja que se cogia de la mano- y luego, cuando todo se precipitaba, la invadia la angustiosa sensacion de que su mano se le escapaba. En la realidad, Todd seguramente estaba al lado de ella; en el sueno, solo a veces. Esta vez, no, no estaba alli. Aquella noche Todd salio ileso. Ella nunca lo culpo por lo que le habia sucedido. Todd no habria podido hacer nada. Ni siquiera habia ido a verla al hospital. Ella tampoco lo culpo por eso. Lo suyo no habia sido mas que un amor de juventud, no una relacion entre dos almas gemelas, y por entonces ya habia empezado a hacer aguas. ?Quien necesitaba una escena a esas alturas? ?Quien querria ir a ver a una chica ingresada en un hospital para romper con ella? Mejor para los dos, penso, dejar que las cosas se apagaran solas.
En el sueno, Grace sabia que estaba a punto de ocurrir una tragedia, pero no hacia nada para evitarlo. Su yo del sueno no lanzaba una advertencia ni intentaba huir. A menudo se preguntaba por que, pero ?acaso los suenos no eran asi? Uno no puede hacer nada aunque adivine lo que va a pasar, obedece a una especie de programacion subconsciente. O tal vez la respuesta fuese mas sencilla: no habia tiempo. En el sueno, la tragedia se desencadenaba en cuestion de segundos. En la realidad, segun los testigos, Grace y los demas habian pasado delante del escenario mas de cuatro horas.
La multitud habia pasado del entusiasmo inicial a la inquietud, luego al nerviosismo y por ultimo a una manifiesta hostilidad. Jimmy X, cuyo verdadero nombre era James Xavier Farmington, el rockero guapisimo de maravillosa melena, tenia que subir al escenario a las ocho y media de la noche, aunque en realidad nadie lo esperaba antes de las nueve. Y estaban a punto de dar las doce. Al principio, la muchedumbre canturreaba el nombre de Jimmy. A esas alturas se habia desatado un coro de abucheos. Mil seiscientas personas, incluidas las que, como Grace, habian tenido la suerte de encontrar entradas de primera fila en el foso de la orquesta, se levantaron como un solo hombre, exigiendo la actuacion. Transcurrieron diez minutos mas hasta que por fin los altavoces dieron una respuesta. La multitud, recuperando su anterior entusiasmo enfebrecido, enloquecio.
Pero la voz que hablo por el sistema de megafonia no presento al grupo. Con tono monocorde, anuncio que la actuacion volvia a retrasarse al menos una hora. Sin mas explicacion. Por un instante nadie se movio. Se hizo el silencio en el pabellon.
Ahi empezaba el sueno, en ese momento de calma antes de la devastacion. Grace volvia a estar alli. ?A que edad? Entonces tenia veintiun anos, pero en el sueno parecia mayor. Era una Grace distinta, paralela, una Grace casada con Jack y madre de Emma y Max, y sin embargo todavia estaba en ese concierto en su ultimo ano de universidad. Eso tambien era propio de los suenos, esa realidad doble, el yo paralelo que se superponia al real.
?Todo eso, esos momentos del sueno, salia de su subconsciente o de lo que habia leido despues sobre la tragedia? Grace no lo sabia. Probablemente era una mezcla de las dos cosas, o a esa conclusion habia llegado hacia tiempo. Los suenos reavivan los recuerdos, ?no? Cuando estaba despierta, no se acordaba de esa noche en absoluto, ni siquiera de los dias anteriores. Lo ultimo que recordaba era haber estudiado para un examen final de ciencias politicas que habia tenido cinco dias antes. Eso era normal -le aseguraron los medicos-, por el tipo de traumatismo cerebral que habia sufrido. Pero el subconsciente era un territorio extrano. Tal vez los suenos eran en realidad recuerdos, tal vez imaginaciones. Aunque mas probablemente, como ocurre con la mayoria de los suenos e incluso con los recuerdos, eran una combinacion de las dos cosas.
En cualquier caso, ya fuera por los recuerdos o por los articulos de la prensa, fue en ese momento cuando alguien disparo un tiro. Y luego otro. Y otro.
Ocurrio antes de que se instalasen detectores de metales en las entradas de los auditorios. Cualquiera podia