Grace espero. Se acercaron a las sillas del porche y se sentaron. Cram los miraba por la ventana. Dirigia la mirada hacia Scott Duncan, la detenia unos segundos, la explayaba por el jardin y luego volvia a posarla en Duncan.

– Su cara me suena -dijo Duncan, senalando a Cram-. O a lo mejor es que me recuerda la atraccion de los Piratas del Caribe en Disneylandia. ?No deberia llevar un parche en el ojo?

Grace se movio inquieta en su asiento.

– ?No estaba explicandome por que me ha mentido?

Duncan se paso la mano por el pelo rubio.

– Cuando Scanlon dijo que el incendio no fue un accidente… no puede imaginar lo que senti. O sea, hasta ese momento mi vida era de una manera, y de repente… -Chasqueo los dedos con la gracia de un mago-. No quiero decir que de pronto todo me pareciese distinto, sino que los ultimos quince anos se me antojaron distintos. Como si alguien hubiera retrocedido en el tiempo y cambiado un hecho, y a partir de ahi cambio todo lo demas. Yo ya no era la misma persona. No era un hombre cuya hermana murio en un tragico incendio. Era un hombre cuya hermana habia sido asesinada y cuya muerte nadie habia vengado.

– Pero ya tiene al asesino -dijo Grace-. El mismo confeso.

Duncan sonrio, pero sin la menor alegria.

– Scanlon lo expreso mejor. El solo fue un arma. Como una pistola. Yo queria encontrar a la persona que apreto el gatillo. Se convirtio en una obsesion. Intente compaginarlo con mi trabajo, ya me entiende, seguir con mis obligaciones mientras buscaba al asesino. Pero empece a desatender mis casos. Asi que mi jefa me sugirio encarecidamente que solicitase la excedencia.

Alzo la mirada.

– ?Y por que no me lo dijo?

– Pense que no seria una buena manera de presentarme, ya sabe, decirle que me obligaron a marcharme de esa manera. Todavia tengo contactos en la oficina, y amigos en las fuerzas del orden. Pero para evitar riesgos, todo lo que hago es extraoficial.

Se miraron fijamente.

– Me oculta algo mas -dijo Grace.

El vacilo.

– ?Que es?

– Una cosa debe quedar clara. -Duncan se puso en pie, repitio el gesto de pasarse la mano por el pelo rubio y desvio la mirada-. Ahora mismo los dos estamos intentando encontrar a su marido. Es una alianza temporal. La verdad es que tenemos objetivos distintos. No le mentire. ?Que ocurrira cuando encontremos a Jack? Es decir, ?queremos saber los dos la verdad?

– Yo solo quiero recuperar a mi marido.

El asintio.

– Por eso digo que tenemos objetivos distintos. Que nuestra alianza es temporal. Usted quiere recuperar a su marido. Yo quiero encontrar al asesino de mi hermana.

Ahora si la miro. Ella lo entendio.

– ?Y ahora que? -pregunto Grace.

Scott Duncan saco la foto misteriosa y la levanto. Un asomo de sonrisa se dibujo en su rostro.

– ?Que?

– Se como se llama la pelirroja de la foto -dijo el. Grace espero-. Se llama Sheila Lambert. Estudio en la Universidad de Vermont en la misma epoca que su marido -senalo a Jack y luego deslizo el dedo hacia la derecha- y Shane Alworth.

– ?Y ahora donde esta?

– He ahi la cuestion, Grace. Nadie lo sabe.

Grace cerro los ojos. Se estremecio.

– Envie la foto a la universidad. Un decano jubilado la identifico. La investigue por todas partes, pero ha desaparecido. No hay el menor rastro de la existencia de Sheila Lambert en la ultima decada: ni impuesto sobre la renta, ni resultado alguno al introducir en las bases de datos su numero de la seguridad social, nada.

– Igual que Shane Alworth.

– Exactamente igual que Shane.

Grace intento encajar las piezas.

– De las cinco personas de la foto, una, su hermana, fue asesinada. De las otras dos, Shane Alworth y Sheila Lambert, no se ha sabido nada desde hace anos. La cuarta, mi marido, huyo al extranjero y ahora ha desaparecido. Y la ultima, bueno, seguimos sin saber quien es.

Duncan asintio.

– Y a partir de aqui, ?hacia donde tiramos?

– ?Recuerda que le he dicho que hable con la madre de Shane Alworth? -pregunto Duncan.

– La que no tenia muy claro donde estaba el Amazonas.

– La primera vez que fui a verla, yo no sabia nada de esta foto ni de su marido ni de lo demas. Ahora quiero ensenarle la foto. Quiero ver como reacciona. Y quiero que usted este presente.

– ?Por que?

– Tengo un presentimiento, solo eso. Evelyn Alworth es una mujer mayor. Enseguida se emociona, y creo que esta asustada. La primera vez que fui a verla me presente como investigador. Tal vez, no lo se, pero tal vez se conmueva y acceda a hablar si usted va a verla como madre preocupada.

Grace vacilo.

– ?Donde vive?

– En un bloque de apartamentos de Bedminster. A no mas de treinta minutos de aqui en coche.

Cram volvio a aparecer. Scott Duncan lo senalo con la cabeza.

– ?Y que pasa con ese hombre terrorifico?

– No puedo acompanarlo ahora.

– ?Por que no?

– Tengo hijos. No puedo dejarlos aqui.

– Traigalos. Hay al lado una zona de juegos infantiles. No tardaremos.

Cram se dirigio a la puerta. Hizo senas con la mano para que Grace se acercara.

– Perdon -se disculpo ella, y se dirigio hacia Cram.

Scott Duncan se quedo donde estaba.

– ?Que pasa? -pregunto a Cram.

– Emma. Esta arriba llorando.

Grace encontro a su hija en la clasica postura del llanto: tumbada boca abajo en la cama, con la cabeza debajo de la almohada. El sonido llegaba amortiguado. Hacia tiempo que Emma no lloraba asi. Grace se sento en el borde de la cama. Sabia lo que se avecinaba. Cuando Emma pudo hablar, pregunto por su padre. Grace le contesto que se habia ido de viaje por trabajo. Emma le dijo que no la creia, que era una mentira. Exigio saber la verdad. Grace repitio que Jack simplemente se habia ido de viaje por trabajo, que no pasaba nada. Emma insistio. ?Donde estaba? ?Por que su padre no habia llamado? ?Cuando volveria? Grace invento explicaciones que a ella le parecieron bastante creibles: estaba muy ocupado, viajando por Europa, ahora mismo en Londres, no sabia cuanto tiempo estaria fuera, habia llamado pero a esa hora Emma dormia, acuerdate de que Londres esta en otro huso horario.

?Se lo creyo Emma? ?Quien sabia?

Los expertos en educacion infantil -esos doctores remilgados que salen en la television por cable y hablan como si les hubiesen practicado una lobotomia- probablemente lo desaprobarian, pero Grace no era una de esas madres que creian que habia que contarlo todo a los ninos. La funcion de una madre era protegerlos por encima de todo. Emma no tenia edad suficiente para enfrentarse a la verdad. Asi de sencillo. El engano era una parte necesaria de la maternidad. Claro que Grace podia equivocarse -lo sabia-, pero creia en el viejo dicho: los ninos no llegan con instrucciones. Todos nos equivocamos. Educar a un nino es pura improvisacion.

Pocos minutos despues dijo a Max y Emma que se prepararan. Iban a salir. Los dos cogieron sus Game Boys y se instalaron en el asiento trasero del coche. Scott Duncan se acerco al asiento del acompanante. Cram le intercepto el paso.

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