– ?Era un servicio de contactos gay, pues?
– Bisexual.
Charlaine meneo la cabeza y estuvo a punto de echarse a reir. Era increible. Miro a Perlmutter, desafiandolo a reirse tambien. Pero el permanecia imperterrito. Los dos volvieron a dirigir la mirada hacia Mike. Este desperto. Abrio los ojos y le sonrio. Charlaine le devolvio la sonrisa y le acaricio el pelo. El cerro los ojos y volvio a dormirse.
– ?Capitan Perlmutter?
– Si.
– Vayase, por favor -dijo ella.
35
Mientras esperaba la llegada de Carl Vespa, Grace empezo a ordenar la habitacion. Jack, lo sabia, era un marido y padre excelente. Era listo, divertido, carinoso y entregado. Como contrapartida, Dios le habia dado las dotes organizativas propias de un refresco de naranja. Era, en pocas palabras, un dejado. Renirlo por ello -y Grace lo habia intentado- era inutil. Asi que dejo de hacerlo. Si para vivir feliz habia que transigir, ahi tenia ocasion de demostrarlo.
Hacia tiempo que Grace habia renunciado a que Jack retirara la pila de revistas tirada junto a su cama. La toalla mojada despues de la ducha nunca volvia a su percha en el bano. No todas las prendas llegaban a su destino final. En ese momento, una camiseta colgaba del cesto de la ropa sucia como si la hubieran abatido de un disparo al intentar huir.
Por un instante Grace se quedo mirando la camiseta. Era verde, con el logo de fubu en el pecho, y tal vez en su dia hubiera estado de moda. Jack se la compro por 6,99 dolares en T.J. Maxx, una tienda de ropa de saldo donde lo moderno va a morir. Se la habia puesto con un pantalon corto que le quedaba demasiado holgado. Se planto delante del espejo y empezo a envolverse el cuerpo con los brazos de distintas y extranas maneras.
– ?Que haces? -pregunto Grace.
– Poses de gangster. ?Que te parece, muneca?
– Que deberia ponerte en tratamiento.
– Puaf -dijo el-. Bling bling.
– Ya. Hay que llevar a Emma a casa de Christina.
– Eh, perro, toma esta…
– Por favor, ve. Ya mismo.
Grace recogio la camiseta. Siempre habia mantenido una actitud cinica con los hombres en general. Era cauta con sus sentimientos. No se abria asi como asi. Nunca habia creido en el amor a primera vista -seguia sin creer-, pero cuando conocio a Jack, la atraccion habia sido inmediata, con un cosquilleo en el estomago, y por mucho que quisiera negarlo ahora, una vocecilla le habia dicho en ese mismo instante, en cuanto lo conocio, que ese era el hombre con el que se casaria.
Cram estaba en la cocina con Emma y Max. Emma se habia recuperado de su anterior crisis. Se habia recuperado de la unica manera que pueden hacerlo los ninos: deprisa y con muy pocos residuos. Comian todos varitas de pescado, incluido Cram, haciendo caso omiso a la guarnicion de guisantes. Emma le leia un poema a Cram, que era un excelente publico. Su risa, ademas de llenar una habitacion, sacudia los cristales de la ventana. Al oirla, uno sonreia o se encogia.
Todavia tenia tiempo antes de que llegara Carl Vespa. No queria pensar en Geri Duncan, en su muerte, en su embarazo, en como miraba a Jack en la maldita foto. Scott Duncan le habia preguntado que queria realmente. Ella habia contestado que queria recuperar a su marido. Seguia siendo asi. Pero tal vez, con todo lo que estaba sucediendo, tambien necesitaba la verdad.
Con eso en mente, Grace bajo y encendio el ordenador. Fue a la pagina de Google y tecleo «Jack Lawson». Mil doscientos resultados. Demasiados para tener alguna utilidad. Intento con «Shane Alworth». Ningun resultado. Interesante. Grace escribio «Sheila Lambert». Unos cuantos resultados de una jugadora de baloncesto que se llamaba igual. Nada pertinente. A continuacion, probo distintas combinaciones.
Jack Lawson, Shane Alworth, Sheila Lambert y Geri Duncan: esas cuatro personas salian juntas en la foto. Tenian que estar relacionadas de alguna otra manera. Probo varias combinaciones. Primero un nombre, un apellido. Nada interesante. Seguia tecleando, comprobando los 227 resultados inutiles de las palabras «Lawson» y «Alworth», cuando sono el telefono.
Grace miro el visor y vio que era Cora. Lo cogio.
– ?Que tal?
– Lo siento -dijo Grace.
– No te preocupes, bruja.
Grace sonrio y siguio pulsando la flecha descendente. Los resultados eran inutiles.
– ?Todavia quieres que te ayude? -pregunto Cora.
– Si, supongo.
– ?Que entusiasmo el tuyo! Me encanta. Venga, ponme al corriente.
Grace no le dio muchos detalles. Confiaba en Cora, pero no queria verse obligada a confiar en ella. Si, ya sabia que eso no tenia mucho sentido. Lo que pasaba era lo siguiente: si la vida de Grace estuviera en peligro, llamaria a Cora de inmediato. Pero si los ninos estuvieran en peligro… bueno, ya no lo tendria tan claro. Lo peor de todo era que Cora debia de ser la persona en quien mas confiaba, lo que significaba que nunca en su vida se habia sentido tan aislada.
– ?Estas introduciendo los nombres en los buscadores, pues? -pregunto Cora.
– Si.
– ?Y has encontrado algo que tenga relacion?
– Absolutamente nada. -Y luego-: Espera, un momento.
– ?Que?
Pero una vez mas, confiara o no en ella, Grace se pregunto que sentido tenia decirle a Cora mas de lo que necesitaba saber.
– Tengo que dejarte. Luego te llamo.
– Vale, bruja.
Grace colgo y se quedo mirando la pantalla. Empezo a acelerarsele el pulso, aunque solo un poco. Habia agotado practicamente todas las combinaciones posibles cuando se acordo de un artista amigo suyo que se llamaba Marlon Coburn. Siempre se quejaba de que escribian mal su nombre. En lugar de Marlon, ponian Marlin, Marian o Marlen, y en lugar de Coburn, Cohen o Corburn. Grace decidio intentarlo.
La cuarta combinacion de errores tipograficos que probo fue «Lawson» y «Allworth», con dos eles en vez de una.
Salieron trescientos resultados -ninguno de los dos nombres era raro-, pero el cuarto fue el que le llamo la atencion. Leyo la primera linea:
El blog de Crazy Davey
Grace sabia vagamente que un «blog» era una especie de diario publico, donde la gente escribia sus pensamientos sueltos. A otras personas, por alguna extrana razon, les gustaba leerlos. Antes un diario era algo intimo. Ahora consistia en intentar expresar algo lo bastante estridente para llegar a las masas.
En la breve muestra bajo el vinculo se leia:
«… John Lawson al teclado y Sean Allworth, que era sensacional con la guitarra…»
En realidad Jack se llamaba John. Sean se parecia bastante a Shane. Grace entro en la pagina. Era larguisima. Retrocedio y marco con el raton «cache». Al volver a la pagina, las palabras Lawson y Allworth saldrian resaltadas. Fue bajando y encontro una entrada de dos anos antes: