26 de abril
Hola, chicos. Terese y yo nos fuimos a Vermont a pasar el fin de semana. Nos alojamos en la pension Westerly. Fue genial. Tenian una chimenea y por la noche jugamos a las damas…
Crazy Davey siguio interminablemente. Grace meneo la cabeza. ?Quien demonios leia esas bobadas? Se salto otros tres parrafos.
Esa noche fui con Rick, un viejo amigo de la facultad, al Wino's. Es un antiguo bar de la Universidad de Vermont. Lo frecuentabamos cuando eramos estudiantes. Y agarraos: jugamos a la Ruleta del Condon como en los viejos tiempos. ?La conoceis? Cada uno tiene que adivinar un color: hay Rojo Caliente, Negro Semental, Amarillo Limon, Naranja Naranja. Vale, los dos ultimos los he dicho en broma, pero ya me entendeis. Habia una maquina expendedora de condones en el lavabo. ?Y sigue alli! Asi que cada uno tiene que poner un pavo en la mesa. Y uno coge una moneda de veinticinco centavos, compra un condon y lo lleva a la mesa. Entonces vas y lo abres y, ?zas!, si es de tu color, ganas. Esta vez lo adivino Rick. Nos invito a una jarra. Esa noche la orquesta era malisima. Me acorde de un grupo que oi cuando estaba en primero que se llamaba Allaw. Habia dos tias y dos tios. Me acuerdo de que una de las tias tocaba la bateria. Los tios eran John Lawson al teclado y Sean Allworth, que era sensacional con la guitarra. Por eso se llamaban asi, creo. Allworth y Lawson. Al combinar los dos apellidos, da Allaw. Rick nunca oyo hablar de ellos. En cualquier caso, nos acabamos la jarra. Llegaron un par de tias buenas pero pasaron de nosotros. Empezamos a sentirnos viejos…
Y eso era todo. No habia nada mas.
Grace tecleo «Allaw» en el buscador. Y nada.
Probo mas combinaciones. En vano. Solo salia esa unica vez en el blog. Crazy Davey habia escrito mal el nombre de Shane, ademas de su apellido. Jack siempre se habia llamado Jack, o al menos desde que lo conocia Grace, pero quizas en aquella epoca empleaba el nombre de John. O quiza Crazy Davey no se acordaba bien o lo habia visto escrito.
Sin embargo, Crazy Davey habia mencionado a cuatro personas: dos chicas y dos chicos. En la foto habia cinco personas, pero la mujer, la que salia muy borrosa cerca del borde de la foto, tal vez no era un miembro del grupo. ?Y que habia dicho Scott sobre la ultima llamada de su hermana?
«Pense que queria hablarme de lo ultimo en que andaba metida: la aroma terapia, su nuevo grupo de rock…»
Grupo de rock. ?Seria eso? ?Era la foto de un grupo de rock?
Busco en la pagina de Crazy Davey un numero de telefono o un nombre completo. Solo salia una direccion de correo electronico. Grace marco el vinculo con el raton y tecleo rapidamente: «Necesito su ayuda. Tengo que hacerle una pregunta muy importante sobre Allaw, el grupo de musica que vio de estudiante. Por favor, llameme a cobro revertido».
Anadio su numero de telefono y envio el mensaje.
«Asi pues, ?que significa esto?», se pregunto.
Intento encajar todas las piezas de distintas maneras. Nada tenia sentido. Pocos minutos despues, una limusina se detuvo en el camino de entrada. Grace miro por la ventana. Habia llegado Carl Vespa.
Tenia otro chofer, un hombre fornido con el pelo cortado al uno y expresion cenuda, que no parecia ni la mitad de peligroso que Cram. Grace anadio el blog a su carpeta de Favoritos antes de recorrer el pasillo para abrir la puerta.
Vespa entro sin saludar. Seguia elegante, con una chaqueta blazer que parecia confeccionada por los dioses, pero por lo demas presentaba un aspecto extranamente desalinado. Siempre iba despeinado -esa era su imagen habitual-, pero existe una fina linea entre ir despeinado y no arreglarse el pelo en absoluto. El habia traspasado esa linea. Tenia los ojos inyectados en sangre. Las arrugas que convergian en las comisuras de los labios eran mas profundas, mas pronunciadas.
– ?Que ocurre?
– ?Hay algun sitio donde podamos hablar? -pregunto Vespa.
– Los ninos estan con Cram en la cocina. Podemos ir al salon.
Vespa asintio. Desde lejos les llego la risa sonora de Max. Al oirla, Vespa se puso tenso.
– Tu hijo tiene seis anos, ?no?
– Si.
Vespa sonrio. Grace no sabia que le rondaba por la cabeza, pero su sonrisa la conmovio.
– A los seis anos, a Ryan le dio por los cromos de beisbol.
– Pues a Max le ha dado por Yu-Gi-Oh!
– ?Yu-Gi-que?
Grace meneo la cabeza dando a entender que no valia la pena explicarlo.
– Ryan solia jugar a un juego con los cromos. Los dividia por equipos y luego los extendia sobre la alfombra como si fuera un campo de beisbol. Ya sabes, el jugador de la tercera base -en aquel entonces era Graig Nettles- en la tercera base, tres jugadores en medio del campo; incluso tenia a los lanzadores de reserva en la zona de calentamiento a la derecha.
Le resplandecia la cara al recordarlo. Miro a Grace. Ella le sonrio, con la mayor delicadeza posible; aun asi, no pudo disimular su animo. A Vespa se le demudo el rostro.
– Va a salir en libertad condicional.
Grace no dijo nada.
– Wade Larue. Van a soltarlo antes. Manana.
– Ah.
– ?Que te parece?
– Lleva en la carcel casi quince anos -dijo ella.
– Murieron dieciocho personas.
Grace no queria hablar de eso con el. Ese numero -el dieciocho- no significaba nada. Solo importaba uno. Ryan. Desde la cocina Max volvio a reir. El sonido atraveso la habitacion. El rostro de Vespa permanecio impasible, pero Grace vio que algo sucedia en su interior. Un torbellino. Vespa no dijo nada. No era necesario. Lo que pensaba en ese momento era evidente: ?Y si hubiera sido Max o Emma? ?Grace tambien habria pensado que era solo un perdedor que se habia drogado y dejado llevar por el panico? ?Lo habria perdonado tan facilmente?
– ?Te acuerdas del guardia de seguridad, Gordon MacKenzie? -pregunto Vespa.
Grace asintio. Habia sido el heroe de la noche porque encontro la manera de abrir dos de las salidas de emergencias cerradas con llave.
– Murio hace unas semanas. De un tumor cerebral.
– Lo se.
Los articulos sobre el aniversario habian concedido a Gordon MacKenzie un lugar destacado.
– ?Crees en la vida despues de la muerte, Grace?
– No lo se.
– ?Y tus padres? ?Los veras algun dia?
– No lo se.
– Vamos, Grace, quiero saber que piensas.
Vespa clavo su mirada en la de ella. Grace se movio inquieta en su asiento.
– Por telefono me has preguntado si Jack tenia una hermana.
– Sandra Koval.
– ?Por que me lo has preguntado?
– Luego te lo dire -contesto Vespa-. Quiero saber que piensas. ?Adonde vamos cuando morimos, Grace?
Grace se dio cuenta de que no serviria de nada discutir con el. Desprendia una vibracion desagradable, una sensacion de malestar. No se lo preguntaba por curiosidad, como amigo, como figura paterna. Su voz transmitia un desafio. Incluso ira. Grace se pregunto si habia bebido.
– Hay una cita de Shakespeare -dijo ella-. De