– Esta bien, si se le ocurre alguna otra cosa, sea lo que sea, llamenos inmediatamente. Es muy importante.
– Desde luego, asi lo hare. En seguida. Pueden contar con ello.
Jackson toco a Sawyer en la manga.
– Vamonos, Lee.
Se dirigieron hacia la salida. El sargento regreso a su trabajo. De repente, Sawyer se giro en redondo y su dedo indice senalo a traves de la habitacion, como una pistola apuntada directamente hacia el sargento, con la imagen de una pegatina de un lugar de vacaciones en Maine firmemente instalada en su mente.
– ?Patterson! -exclamo.
El sargento levanto la mirada, asombrado.
– ?Iba dirigido el paquete a alguien llamado Patterson, en Maine? -pregunto Sawyer.
La mirada del sargento se ilumino y luego chasqueo los dedos.
– Eso es, Bill Patterson.
Pero la sonrisa se borro de su rostro en cuanto vio a los dos agentes del FBI salir de estampida de la comisaria.
Capitulo 56
Bill Patterson miro a su hija mientras conducia por las calles, ahora cubiertas de nieve, que se habia hecho mucho mas intensa en la ultima media hora.
– ?Me estas diciendo que ese tipo de tu oficina debia enviarme un paquete a mi para que yo te lo guardara? ?Una copia de un disquete de ordenador que Jason te envio? -Sidney asintio con un gesto-. ?Y no sabes lo que es?
– Esta cifrado, papa. Ahora tengo la contrasena de acceso, pero tenia que esperar a recibir el paquete. -?Y no llego? ?Estas segura? El tono de voz de Sidney sono exasperado.
– Llame a los de FedEx. No tienen registrada la recogida de ningun paquete. Luego llame a su casa y me contesto la policia. Oh, Dios. – Sidney se estremecio al pensar en el posible destino que hubiera podido correr Jeff Fisher-. Si algo le ha sucedido a Jeff…
– Bueno, ?has probado con el contestador automatico de tu casa? Quiza haya llamado y dejado un mensaje.
Sidney se quedo con la boca abierta ante la brillante sencillez de la sugerencia de su padre.
– ?Dios mio! ?Como no se me ocurrio pensar en eso? -Porque llevas dos dias huyendo para salvar la vida. Por eso. La voz de su padre sono malhumorada. Se inclino y tomo la escopeta que habia dejado en el suelo.
Sidney introdujo el Cadillac en una gasolinera y se detuvo cerca de una cabina telefonica. Corrio hasta el telefono. La nieve caia con tanta intensidad y rapidez que ni siquiera se dio cuenta de la furgoneta que pasaba de largo ante la estacion, daba la vuelta por una carretera lateral efectuaba un giro y esperaba a que ella regresara a la carretera principal! Sidney introdujo su tarjeta telefonica y marco su numero de telefono. Parecio transcurrir toda una eternidad hasta que el contestador automatico se puso en marcha. Habia un monton de mensajes. De sus hermanos, de otros miembros de la familia, de amigos que se habian enterado de lo ocurrido por las noticias y la llamaban haciendole preguntas, mostrandose enfadados, ofreciendole su apoyo. Espero con creciente impaciencia mientras sonaban los mensajes. Entonces, contuvo la respiracion ante el sonido de una voz familiar que llego a sus oidos.
«Hola, Sidney, soy tu tio George. Martha y yo estaremos en Canada esta semana. Disfrutaremos mucho, aunque hace bastante frio. Os envie a ti y a Amy los regalos de Navidad, tal como os dije que haria. Pero os llegaran por correo, porque no pudimos llegar a tiempo a la condenada Federal Express, y no queriamos esperar. Procura estar a la espera. Lo enviamos en primera clase, por correo certificado, asi que tendras que firmar para recibirlos. Espero que se trate de lo que deseabas. Te queremos mucho y esperamos volver a verte pronto. Un beso a Amy de nuestra parte.»
Sidney colgo lentamente el telefono. No tenia unos tios que se llamaran George y Martha, pero no habia ningun misterio en aquella llamada telefonica. Jeff Fisher habia fingido bastante bien la voz de un anciano. Sidney regreso al coche corriendo y se metio dentro. Su padre la miro intensamente.
– ?Te llamo?
Sidney asintio con un gesto, al tiempo que ponia el coche en marcha y lo lanzaba hacia delante con un chirrido de ruedas, lo que impulso a su padre contra el respaldo del asiento.
– ?Adonde demonios vamos ahora con tanta rapidez?
– A la oficina de Correos.
La oficina de Correos de Bell Harbor se hallaba situada en pleno centro de la ciudad, y la bandera de Estados Unidos ondeaba de un lado a otro, impulsada por el fuerte viento. Sidney se detuvo junto a la acera y su padre se bajo del coche. Entro en el edificio y salio al cabo de un par de minutos, agachando la cabeza para introducirse en el interior del coche. Venia con las manos vacias.
– Todavia no ha llegado el correo del dia.
– ?Estas seguro? -le pregunto Sidney mirandolo fijamente.
– Jerome es jefe de la oficina desde que tengo uso de razon -asintio el-. Dijo que volviera a probar hacia las seis. Mantendra la oficina abierta para nosotros. Pero sabes que quiza no venga en el correo de hoy si Fisher lo envio hace solo dos dias.
Sidney golpeo ferozmente el volante con las dos manos, antes de apoyar cansadamente la cabeza sobre el. Su padre le coloco suavemente una mano sobre el hombro.
– Sidney, ese paquete acabara por llegar aqui. Solo espero que el contenido de ese disquete contribuya a librarte de esta pesadilla.
Sidney se volvio a mirarlo, con el rostro palido y los ojos hinchados.
– Tiene que ser asi, papa. Tiene que ser asi -dijo con el tono de voz dolorosamente quebrado.
«?Y si no llegaba? No, no podia pensar eso.» Se aparto el cabello de la cara, puso el coche en marcha y avanzo.
La furgoneta blanca espero un par de minutos antes de salir a la calzada y seguirlos.
– No puedo creerlo -rugio Sawyer.
Jackson lo miro con una clara expresion de frustracion.
– Lo unico que puedo decirte, Lee, es que hay una ventisca. El National, el Dulles y el BWI estan cerrados. Tambien se han cerrado los aeropuertos Kennedy, La Guardia y Logan, y lo mismo sucede con Newark y Philly. Se han interrumpido los vuelos en todo el pais. Y toda la costa Este parece haberse convertido en Siberia. En la oficina no estan dispuestos a permitir que un avion vuele con este tiempo.
– Ray, tenemos que llegar a Bell Harbor. Deberiamos estar alli ahora mismo. ?Que me dices del tren?
– Los de Amtrak todavia estan dejando la via expedita. Ademas, he comprobado que el tren no llega hasta alli. Tendriamos que tomar un autobus para recorrer el ultimo tramo. Y, con este tiempo, seguro que estan cerrados algunos tramos de la autopista interestatal. Ademas, no todo es autopista. Tendriamos que tomar algunas carreteras secundarias. Estamos hablando de por lo menos quince horas.
Sawyer parecia estar a punto de explotar.
– Todos ellos podrian estar muertos en una hora, asi que no digamos lo que podria suceder en quince horas.
– No tienes necesidad de recordarmelo. Si pudiera extender los brazos y echar a volar, lo haria ahora mismo. Pero, maldita sea, no puedo hacerlo -replico Jackson, enojado.
Sawyer se tranquilizo rapidamente.
– Esta bien. Lo siento, Ray. -Se sento-. ?Has podido conseguir la ayuda de los locales?
– He hecho algunas llamadas. La oficina mas cercana esta en Boston. A unas cinco horas de distancia. Y con este tiempo, ?quien sabe? Hay pequenas agencias en Portland y Augusta. Les he dejado mensajes, pero no he recibido contestacion por el momento. La policia estatal podria ser una posibilidad, aunque probablemente tendran mucho trabajo con los accidentes de trafico.
– ?Mierda! -Sawyer sacudio la cabeza, desesperado, y tamborileo con los dedos sobre la mesa, impaciente-.