– ?Por que otra razon podria ser?
– No lo se, Lee. Hasta ahora nunca habia visto una cosa asi. -Sawyer guardo silencio-. ?Alguna otra cosa?
– ?Eh? Ah, no Liz. Creo que eso es todo -contesto Sawyer, que parecia muy deprimido.
– Siento mucho no haberte sido de gran ayuda.
– No, lo has sido. Me has dado muchas cosas en que pensar. Gracias, Liz. -El tono de su voz se animo al anadir-: Eh, te debo un almuerzo, ?vale?
– Te lo voy a recordar, pero en esta ocasion sere yo la que elija el lugar.
– Muy bien, solo procura que acepten la tarjeta Exxon. Es practicamente el unico plastico que me queda.
– Realmente, sabes como conseguir que una chica se lo pase bien, Lee.
Sawyer colgo y contemplo de nuevo la contrasena. Si era cierto la mitad de lo que habia oido contar sobre la inteligencia de Jason, la complejidad de la contrasena no habia sido ninguna casualidad. Miro de nuevo los numeros. Le estaban volviendo loco, pero no podia desprenderse de la sensacion de que le parecian de algun modo familiares. Se sirvio otra taza de cafe, tomo una hoja de papel y empezo a trazar dibujos, un habito que le ayudaba a pensar. Tenia la impresion de llevar anos enfrascado en este caso. Observo con un sobresalto la fecha del mensaje electronico que Archer le habia enviado a su esposa: 95-11-19. Anoto los numeros sobre la hoja de papel: 95-11-19. Sonrio. Cifras que un ordenador emitiria asi, mas confusas que ninguna otra cosa. Entonces miro los numeros mas intensamente y su sonrisa se desvanecio. Rapidamente, escribio los numeros de otro modo: 95/11/19 y luego, finalmente, como 951119. Los garabateo de nuevo, cometio un error, los tacho y continuo. Luego contemplo el producto final: 599111.
El rostro de Sawyer se puso mas palido que el papel sobre el que habia estado escribiendo. Al reves. Leyo de nuevo el correo electronico de Jason Archer. «Todo al reves», habia dicho Archer. Pero ?por que? Si Archer se encontraba bajo tanta presion como para haber tecleado mal la direccion y no haber terminado el mensaje, ?por que se habia tomado la molestia de teclear dos frases, «todo equivocado» y «todo al reves», si significaban lo mismo? De repente, la verdad se abrio paso en la mente de Sawyer: a menos que las dos frases tuvieran significados totalmente diferentes, y ambas fueran literales. Miro una vez mas los numeros que componian la contrasena y luego empezo a escribir furiosamente. Despues de cometer varios errores, termino su tarea. Sin darse cuenta de lo que hacia, se termino de tomar el cafe que quedaba y leyo los numeros en su verdadero orden (no hacia atras): 12-19-20, 2-28-91, 9-26-92, 11-15-92 y 4-16-93. Archer habia sido muy exacto en su eleccion de contrasenas. Se habia tratado realmente de una clave incluida dentro de la propia contrasena. Sawyer ni siquiera necesito consultar ahora sus notas. Sabia lo que representaban aquellos numeros. Respiro profundamente.
Las fechas del calendario correspondientes a las cinco ocasiones en que Arthur Lieberman habia cambiado las tasas de interes por su propia cuenta. Las cinco veces en las que alguien habia ganado tanto dinero como para comprar un pais.
La pregunta de Sawyer habia quedado finalmente contestada. Ahora solo tenia un caso, no dos. Existia una conexion entre Jason y Lieberman. Pero ?de que se trataba? Se le ocurrio entonces otra idea. Edward Page le habia dicho a Sidney que no habia seguido a Jason Archer al aeropuerto. La unica otra persona a la que podia haber estado siguiendo era a Lieberman. Page podria haber seguido al presidente de la Reserva Federal y encontrarse de repente con Archer. Pero entonces, ?por que seguir a Lieberman? Con el ceno fruncido, Sawyer dejo el mensaje a un lado y observo el video que registraba la entrevista de Archer en el almacen, y que estaba sobre la mesa. Si Sidney tenia razon acerca de que Brophy sabia muchas mas cosas que Jason Archer, ?que demonios habia transmitido este en el almacen? ?Podia ser esa la conexion con Arthur Lieberman? No habia visto la cinta desde hacia algun tiempo. Decidio solucionar ese descuido de inmediato.
Introdujo la cinta en el video situado bajo una gran pantalla de television, en uno de los rincones de la estancia. Se sirvio mas cafe y apreto el mando; la cinta empezo a emitirse. Observo toda la escena dos veces. Luego la vio una tercera vez, pero en esta ocasion a camara lenta. Una mueca se extendio sobre sus rasgos. Cuando vio la cinta por primera vez, en la oficina de Hardy, algo le hizo fruncir tambien el ceno. ?Que demonios era? Rebobino otra vez la cinta y apreto el boton para que empezara a proyectarse. Jason y el otro hombre estaban esperando; el maletin de Jason estaba a la vista. Se oia entonces la llamada en la puerta y entraban los otros hombres. El mas viejo y los otros dos, con gafas de sol. Realmente astuto. Sawyer miro de nuevo a los dos hombres corpulentos. Le parecian extranamente familiares, pero no podia… Sacudio la cabeza y siguio observando. Se produjo entonces el intercambio, en el que Jason parecia mostrarse extremadamente nervioso. Luego llego el paso del avion. Por lo que sabia, el almacen se encontraba en la trayectoria de aproximacion de los aviones al aeropuerto. Todos los presentes en la estancia levantaron las miradas hacia el sonido atronador. Sawyer dio entonces un salto que casi estuvo a punto de derramarle el cafe sobre la camisa. Pero en esta ocasion no fue a causa del sonido del avion.
– ?Santo cielo! -exclamo. Congelo la imagen de la cinta y situo la cara a muy pocos centimetros de la pantalla. Luego, tomo el telefono-. Liz, necesito de tu magia, y esta vez, profesora, sera toda una cena.
Le comunico rapidamente lo que deseaba.
Sawyer tardo dos minutos, corriendo, en llegar al laboratorio. El equipo ya estaba preparado, y una sonriente Liz le esperaba al lado. Sawyer, que jadeaba, le entrego la cinta, que ella introdujo en otro reproductor de video. Se sento despues ante un panel de control y la cinta empezo a proyectarse. La pantalla sobre la que aparecio debia de tener por lo menos sesenta pulgadas.
– Esta bien, esta bien, Liz, ahora preparate. ?Ahi! ?Justo ahi! -exclamo; casi salto del suelo de tan entusiasmado como estaba.
Liz congelo la cinta y luego apreto algunos botones del panel de control. Las figuras humanas que aparecian en la pantalla aumentaron de tamano hasta ocuparla por completo. Pero Sawyer solo miraba a una persona.
– Liz, ?puedes aumentar de tamano esta parte de aqui? -pregunto al tiempo que indicaba con el dedo una parte especifica de la pantalla.
Liz hizo lo que se le pedia. Sawyer sacudio la cabeza, con una silenciosa expresion de extraneza. Liz se le unio para contemplar la asombrosa escena. Luego le miro.
– Tenias razon, Lee. ?Que significa esto?
Sawyer miraba fijamente al hombre que se habia identificado a si mismo ante Jason Archer como Anthony DePazza, en aquella fatidica manana de noviembre en la fria y lluviosa Seattle. Mas concretamente, la mirada de Sawyer se enfoco sobre la nuca de DePazza, claramente visible ahora, puesto que habia levantado la cabeza en el momento en que el avion pasaba por encima de ellos. De hecho, Sawyer y Liz pudieron observar una clara grieta en la linea de la nuca. Una grieta entre la piel real y la falsa.
– No estoy seguro, Liz, pero me pregunto por que demonios el tipo con el que estaba hablando Archer tenia que llevar alguna especie de disfraz.
Liz miro intensamente la pantalla.
– Yo solia hacer esa clase de cosas cuando estaba en la universidad.
– ?A que te refieres?
– Ya sabes, disfraces, maquillajes, mascaras. Para cuando haciamos representaciones teatrales. Deberias saber que yo fui en otro tiempo una malvada lady Macbeth.
Sawyer miro la pantalla con la boca abierta en el mismo instante en que aquella unica palabra le martilleaba en la cabeza: ?representacion?
Mientras reflexionaba sobre toda esta informacion nueva, Sawyer regreso apresuradamente a la sala de conferencias. Ray Jackson estaba sentado alli, con varios documentos en la mano, que balanceo ante su companero.
– Recibido por fax de Charles Tiedman. Muestras de la escritura de Page. Tengo copias de las cartas que encontre en el apartamento de Lieberman. No soy ningun experto, pero creo que coinciden.
Sawyer se sento y miro las cartas, comparando la escritura.
– Estoy de acuerdo contigo, Ray, pero pidele al laboratorio que lo confirme con seguridad.
– De acuerdo. -Jackson se levanto para cumplir la tarea, pero Sawyer lo detuvo de pronto-. Eh, Ray, dejame echar otro vistazo a esas cartas.
Jackson se las entrego.
En realidad, Sawyer solo queria mirar una de ellas. El membrete era impresionante: Asociacion de Alumnos de la Universidad de Columbia. Tiedman no habia mencionado que Steven Page hubiera estudiado en Columbia.