cualquiera de ellos ?Cualquiera de ellos! Sabia que la vision no desapareceria de su mente mientras viviera.

Los demas agentes le miraban preocupados. Sawyer tenia la reputacion de ser uno de los agentes mas brillantes del FBI. Despues de veinticinco anos de ver como otros seres humanos trazaban un camino rojo a traves del pais, el seguia enfocando cada caso con el mismo celo y rigor del primer dia. Por lo general preferia el analisis sereno y objetivo a las grandes declaraciones; sin embargo, la mayoria de los agentes que habian trabajado con el a lo largo de los anos tenian muy claro que su temperamento estaba sujeto por el canto de una una. Dejo de caminar y miro a Barracks.

– Hay un problema con esa teoria, Herb -dijo con voz serena.

– ?Cual es?

Sawyer se apoyo en una de las paredes de cristal y cruzo los brazos.

– Si eres un terrorista que pretende conseguir publicidad, metes una bomba en un avion, cosa que, todo hay que decirlo, no es muy dificil en un vuelo interior, y haces volar el avion en mil pedazos. Cuerpos que caen, que atraviesan los techos de las casas interrumpiendo el desayuno de los norteamericanos. No hay ninguna duda de que fue una bomba. -Sawyer hizo una pausa y miro los rostros de los agentes-. Este no es el caso, caballeros.

Sawyer reanudo sus paseos. Todas las miradas siguieron sus movimientos.

– El avion estaba casi intacto en la caida. Si el ala derecha no se hubiera partido, tambien estaria en aquel crater. No olviden el detalle. Al gasolinero de Vector le pagaron para que saboteara el avion. Un trabajo subrepticio realizado por un norteamericano que, por lo que sabemos, no estaba vinculado a ningun grupo terrorista. Me costaria mucho trabajo creer que los terroristas de Oriente Proximo admitan norteamericanos en sus filas para que hagan el trabajo sucio.

»Tenemos la averia en el tanque de combustible, pero eso podia haber sido causado por la explosion y el fuego. El acido se habia consumido casi del todo. Un poco mas de calor y no hubieramos encontrado nada. Kaplan ha confirmado que no hacia falta que el ala se desprendiera del fuselaje para que el avion se estrellara. La turbina de estribor fue destruida por la ingestion de restos; el fuego y la explosion cortaron varias conducciones basicas de los controles hidraulicos, y la aerodinamica del ala, incluso si hubiese permanecido intacta, estaba destruida. Por lo tanto, si no hubiesemos encontrado el encendedor en el crater, todo este asunto habria sido atribuido a un espantoso fallo mecanico. Y no se equivoquen, ha sido un milagro que encontraran el encendedor.

»Sumen todo esto, y ?que tenemos? Al parecer, alguien que hace estallar un avion, pero no quiere que se vea de esa manera. No es algo propio del tipico terrorista. Pero entonces el cuadro se hace mas confuso. La logica funciona al reves. Primero, el gasolinero acaba cosido a balazos. Tenia las maletas hechas, el disfraz a medias y entonces su jefe decidio un cambio de planes. Segundo, tenemos a Arthur Lieberman en el mismo vuelo. -El agente miro a Jackson-. El hombre iba a Los Angeles todos los meses, como un reloj, la misma compania aerea, el mismo vuelo, ?correcto?

Jackson asintio lentamente con los ojos casi cerrados. Todos los demas se inclinaban hacia delante sin darse cuenta mientras seguian los razonamientos de Sawyer.

– Por lo tanto, las posibilidades de que el tipo estuviera en ese vuelo por accidente son tan pocas que ya las podemos descartar. Si lo miramos friamente, Lieberman era el objetivo, a menos que nos hayamos saltado algo muy gordo. Ahora unamos las dos cosas. Primero, nuestros terroristas quieren hacerlo pasar como un accidente, y despues pelan al gasolinero. ?Por que?

Sawyer miro a los presentes como si esperara una respuesta. David Long fue el primero en responder.

– No podian arriesgarse. Quiza las posibilidades eran que pasara como un accidente, o quiza no. No podian esperar hasta que los periodicos aclararan el detalle. Tenian que cargarse al tipo inmediatamente. Ademas, si el plan original era que el tipo se largara, el hecho de no aparecer por el trabajo hubiera despertado sospechas. Incluso ni no pensaramos en el sabotaje, la desaparicion del tipo nos habria llevado en esa direccion.

– De acuerdo -dijo Sawyer-. Pera si querias que el rastro acabara alli, ?por que no presentar al gasolinero como un fanatico? Descerrajarle un tiro en la sien, dejar el arma y un nota de suicidio llena de frases anti norteamericanas y hacernos creer que era un solitario. No, lo llenas de agujeros y dejas pruebas de que el tipo estaba a punto de huir, para que nos enteremos de que hay otros implicados. ?A que demonios viene buscarte esos problemas?

Sawyer se rasco la barbilla mientras los demas intentaban aclararse. El agente especial miro a Jackson.

– ?Alguna novedad del forense sobre el tipo muerto?

– Ha prometido prioridad maxima. No tardaremos en recibir el informe.

– ?Ha aparecido alguna cosa mas en el apartamento del tipo?

– Hay algo que no ha aparecido, Lee.

– Los documentos de identificacion, ?no?

– Si. Un tipo que esta listo para darse el piro despues de hacer volar un avion no se larga con su propia identidad. Si esto estaba planeado, seguro que tenia documentos falsos preparados.

– Es cierto, Ray, pero quiza los tenia ocultos en otra parte.

– Quiza se los llevo el asesino -senalo Barracks.

– Eso es mas logico -dijo Sawyer.

En aquel momento, se abrio la puerta y entro Marsha Reid. Baja de estatura y con aspecto maternal, con el pelo canoso cortado muy corto y con las gafas colgadas de una cadena sobre el vestido negro, era una de las principales expertas en huellas digitales del FBI. Reid habia rastreado a algunos de los peores criminales del planeta a traves del esoterico mundo de los arcos, las curvas y las espirales.

Marsha saludo a los presentes con un gesto, tomo asiento y abrio la carpeta que traia.

– Los resultados de la maquina, recien sacados del horno -dijo con un tono practico salpicado de humor-. Robert Sinclair se llamaba en realidad Joseph Philip Riker, reclamado en Texas y Arkansas por asesinato y tenencia de armas de fuego. Su ficha tiene tres paginas de largo. Su primer arresto fue por robo a mano armada a la edad de dieciseis anos. El ultimo por asesinato en segundo grado. Cumplio una condena de siete anos. Salio en libertad hace cinco. Desde entonces, ha estado implicado en numerosos crimenes, incluidos dos asesinatos por encargo. Un hombre muy peligroso. Le perdieron el rastro hara cosa de dieciocho meses. Desde entonces, ni pio. Hasta ahora.

Todos los agentes mostraron una expresion de incredulidad.

– ?Como un tipo como ese consiguio un trabajo de gasolinero de aviones? -pregunto Sawyer, asombrado.

– Hable con la gente de Vector -dijo Jackson-. Es una compania de prestigio. Sinclair, mejor dicho Riker, solo llevaba con ellos un mes. Tenia unas recomendaciones excelentes. Habia trabajado en varias companias de abastecimiento de combustible de aviones en el noroeste y en el sur de California. Comprobaron sus antecedentes, a nombre de Sinclair, desde luego. Todo en orden. Se quedaron tan asombrados como todos los demas.

– ?Y que me dices de las huellas digitales? Tuvieron que comprobarlas. Eso les hubiera dicho quien era el tipo en realidad.

Reid miro a Sawyer.

– Eso depende de quien le tomo las huellas, Lee -dijo con autoridad-. Se puede enganar a un tecnico que no sea muy bueno, y tu lo sabes. Hay materiales sinteticos que jurarias que es piel. Puedes comprar huellas en la calle. Sumalo todo y tienes a un asesino convertido en un ciudadano respetable.

– Y si al tipo lo buscaban por todos esos otros crimenes -intervino Karracks-, es probable que tuviera una cara nueva. Te apuesto lo que quieras a que la cara que esta en el deposito no coincide con la de los carteles de «Se busca».

– ?Como es que Riker acabo cargando el combustible del vuelo 3223? -le pregunto Sawyer a Jackson.

– Hace una semana pidio que le pasaran al turno de noche: de doce a siete. La hora de despegue del vuelo 3223 eran las siete menos cuarto. La misma hora todos los dias. Los registros indican que el avion fue cargado a las cinco y cuarto, o sea en el turno de Riker. La mayoria del personal no se presenta voluntario a ese turno, asi que Riker lo consiguio casi por defecto.

– ?Y donde esta el verdadero Robert Sinclair? -pregunto Sawyer.

– Lo mas probable es que este muerto -contesto Barracks-. Sinclair asumio su identidad.

Nadie hizo ningun otro comentario hasta que Sawyer planteo una pregunta inesperada.

– ?Y si Robert Sinclair nunca existio?

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