– Por favor, papa, ahora no. No puedo explicartelo ahora.
– Pero Sid…
– Por favor, papa.
Patterson desvio la mirada, incapaz de resistir la suplica en los ojos de Sidney, con una expresion desilusionada e incluso temerosa.
– De acuerdo, Sidney.
– ?Donde estan los agentes, papa?
– En la sala. Quieren hablar contigo en privado. Intente que se fueran, pero, demonios, son el FBI.
– Esta bien, papa, hablare con ellos. -Sidney penso por un momento. Miro el telefono que acababa de colgar y despues consulto su reloj-. Llevalos al estudio y diles que estare alli en dos minutos.
Sidney cerro la maleta y la metio debajo de la cama, seguida por la mirada atenta del padre.
– ?Sabes lo que haces? -le pregunto el con el entrecejo fruncido.
– Lo se -respondio Sid en el acto.
Jason Archer estaba esposado a la silla. Kenneth Scales, con una sonrisa de oreja a oreja, mantenia la pistola apoyada contra su cabeza. Otro hombre rondaba por el fondo.
– Buen trabajo, Jason -dijo Scales-. Quiza podrias labrarte una carrera en el cine. Es una pena que no tengas futuro.
Jason le miro con los ojos desorbitados de rabia.
– ?Hijo de puta! Si le haces dano a mi esposa o a mi hija te destrozare. Lo juro por Dios.
– Cojonudo -exclamo Scales, ufano-. Dime, ?como lo haras? -Aparto la pistola y la descargo de reves contra la mandibula de Jason.
Se entreabrio la puerta del cuartucho. Jason, aturdido por el golpe, miro hacia la abertura y solto un grito furioso. En un arranque desesperado se lanzo a traves de la habitacion, con silla y todo. Casi habia llegado al hombre de la puerta cuando Scales y su compinche lo arrastraron otra vez hacia atras.
– Maldita sea, ?te matare!, ?te matare! -chillo Jason.
El desconocido entro en el cuarto y cerro la puerta. Sonrio mientras los dos pistoleros levantaban a Jason y le tapaban la boca con esparadrapo.
– ?Otra vez las pesadillas, Jason?
Bill Patterson acompano a los dos agentes del FBI hasta el pequeno pero comodo estudio, y despues fue a reunirse con su esposa y Paul Brophy en la cocina. Miro el telefono, intrigado. Habian colgado. A Brophy no se le escapo el detalle.
– Lo colgue yo -dijo-. Supuse que usted tendria otras cosas que hacer.
– Gracias, Paul.
– No tiene importancia. -Brophy bebio un trago de cafe, muy satisfecho consigo mismo mientras acariciaba la grabadora guardada en un bolsillo del pantalon-. Caramba -miro a los Patterson-, el FBI. ?Que querran?
– No lo se y creo que Sidney tampoco. -Era muy protector en todo lo relacionado con su hija. Las lineas de preocupacion destacaban en su frente-. Por lo que parece, hoy es el dia de las inoportunidades -murmuro mientras se sentaba para echarle una ojeada al periodico.
Estaba a punto de decir algo mas cuando vio el titular a toda plana.
Capitulo 30
Sawyer y Jackson se levantaron cuando Sidney entro en la habitacion. El agente Sawyer se sobresalto visiblemente al verla. Hizo un esfuerzo consciente por esconder la barriga y una de sus manos volo hacia su cabeza para colocar en su sitio el tupe rebelde. Cuando bajo la mano, la miro por un instante como si no fuera una parte de su cuerpo, al tiempo que se preguntaba por que habia hecho eso. Los agentes se presentaron y una vez mas exhibieron las credenciales. Sawyer era consciente de que Sidney le miraba con mucha atencion antes de sentarse.
Sawyer la catalogo en un segundo. Una belleza con inteligencia y caracter. Pero habia algo mas. Hubiese jurado que se habian visto antes. Su mirada se poso en el cuerpo esbelto. El vestido negro era elegante y adecuado para la solemnidad de la ocasion; sin embargo, resaltaba las partes mas provocativas de la figura. Tambien las piernas, bien torneadas, resultaban favorecidas por las medias negras. El rostro era encantador en su afliccion.
– Senora Archer, ?por casualidad nos hemos visto antes?
– No lo creo, senor Sawyer -respondio Sidney, sorprendida.
El la observo durante un momento, encogio los hombros y comenzo sin mas dilacion con la entrevista.
– Como le dije a su padre, senora Archer, comprendemos que nuestra visita no podria ser mas inoportuna, pero necesitabamos hablar con usted lo antes posible.
– ?Puedo preguntar cual es el tema? -Sidney hablaba como una automata. Recorrio el estudio con la mirada antes de fijarla en el rostro de Sawyer. Vio a un giganton que parecia sincero. En circunstancias normales, Sidney habria colaborado con Lee Sawyer sin el menor reparo. Pero las circunstancias distaban mucho de ser normales.
Ahora sus ojos verdes brillaban y Sawyer tuvo que hacer un esfuerzo para no perderse en ellos. En el intento de sondear sus profundidades se descubrio a si mismo aventurandose en aguas peligrosas.
– Esta relacionado con su marido, senora Archer -se apresuro a responder Sawyer.
– Por favor, llameme Sidney. ?Que pasa con mi marido? ?Tiene esto alguna relacion con el accidente aereo?
Esta vez, Sawyer demoro la respuesta. La estudiaba otra vez pero con mucho disimulo. Cada palabra, cada expresion, cada pausa era importante. Era un trabajo agotador, a menudo frustrante, pero que en ocasiones producia unos resultados sorprendentes.
– No fue un accidente, Sidney -contesto por fin.
El brillo en los ojos de Sidney parpadeo como ocurre con las luces de una casa cuando hay una tormenta electrica. Entreabrio los labios pero no dijo ni una palabra.
– El avion fue saboteado; todas las personas a bordo, todas sin excepcion, fueron asesinadas premeditadamente.
Mientras Sawyer continuaba observandola, Sidney parecio perder todo contacto con el mundo exterior. Sus facciones mostraban un horror imposible de fingir. Sus ojos perdieron el brillo febril.
Paso casi un minuto antes de que Sawyer se atreviera a hablar.
– ?Sidney? ?Sidney?
Sidney salio del ensimismamiento con una sacudida, pero volvio a sumergirse en el mutismo con la misma rapidez. De pronto, comenzo a boquear como un pez fuera del agua. Por un instante, estuvo segura de que vomitaria. Agacho la cabeza hasta apoyarla en los muslos y se sujeto las pantorrillas. Curiosamente, sus movimientos imitaban los de un pasajero de un avion a punto de realizar un aterrizaje forzoso. Entonces comenzo a gemir y luego a temblar de un modo incontrolable, y Sawyer corrio a sentarse a su lado. Le rodeo los hombros con un brazo mientras la cogia de la mano. Sawyer miro a su companero.
– Venga, Ray, ve a buscar agua, te, lo que sea. ?Corre!
Jackson corrio a la cocina.
La madre de Sidney, con las manos temblorosas, lleno un vaso con agua y se lo entrego a Jackson. En el momento en que el agente se daba la vuelta, Bill Patterson levanto el periodico y se lo enseno.
– Es por esto, ?no? -El titular a toda plana decia: LA CATASTROFE DEL AVION DE LA WESTERN AlRLINES SE ATRIBUYE A UN SABOTAJE. EL GOBIERNO FEDERAL OFRECE UNA RECOMPENSA DE DOS MILLONES DE DOLARES-. Jason y los demas fueron victimas de un atentado terrorista. Por eso estan aqui, ?no es asi?
La senora Patterson se cubrio el rostro con las manos, y el sonido del llanto invadio la cocina mientras se sentaba.
– Senor, por favor, ahora no, ?vale? -El tono de Jackson no admitia replica. Salio de la cocina con el vaso de agua.
Mientras tanto, Paul Brophy habia salido al jardin, a pesar del frio, con la aparente intencion de fumar un