cigarrillo. Si alguien hubiese mirado a traves de la ventana de la sala, hubiera visto el telefono movil apretado contra su oreja.
Sawyer casi obligo a Sidney a que se bebiera el agua, pero, por fin, la joven tuvo fuerzas para erguirse en la silla. Sidney recobro la compostura y le devolvio el vaso con una mirada de agradecimiento. El agente no volvio a tocar el tema del atentado.
– Creame -dijo-, si esto no fuese muy, muy importante, nos marchariamos ahora mismo, ?de acuerdo?
Sidney asintio. Tenia un aspecto atroz. Sawyer se tomo un momento para ordenar los pensamientos. Parecio aliviada cuando el le hizo un par de preguntas inocentes sobre el trabajo de Jason en Triton Global. Sidney respondio con calma, aunque un tanto intrigada. El agente echo una ojeada al estudio. Tenian una bonita casa.
– ?Algun problema de dinero? -pregunto.
– ?Adonde quiere ir a parar, senor Sawyer? -El rostro de Sidney habia recuperado parte de su rigidez. De pronto, se relajo; acababa de recordar el comentario de Jason de que le daria el mundo.
– Alli donde haya algo que nos traiga a este punto, Sidney -respondio el agente, que le devolvio la mirada sin vacilar.
Sidney tuvo la sensacion de que Sawyer podia ver mas alla de su fachada exterior, que podia leer sus pensamientos, las terribles dudas que le asaltaban. Se dio cuenta de que tendria que ir con mucho cuidado.
– Estabamos hablando con todos los familiares de los pasajeros del avion -anadio Sawyer-. Si el aparato fue saboteado por causa de alguno de los que iban a bordo, necesitamos saber el motivo.
– Comprendo. -Sidney inspiro con fuerza-. En respuesta a su pregunta, le dire que nuestra situacion economica es la mejor de los ultimos anos.
– Usted es abogada de Triton, ?verdad?
– Entre otros cincuenta clientes. ?Por que?
Sawyer cambio de tactica.
– ?Sabia que su marido habia pedido unos dias libres en el trabajo?
– Soy su esposa.
– Bien, entonces quiza quiera explicarme por que, si se habia tomado unos dias libres, estaba en un avion a Los Angeles. -Sawyer habia estado a punto de decir «presuntamente estaba», pero se contuvo a tiempo.
– Escuche, debo asumir que usted ya ha hablado con Triton -contesto Sidney con un tono practico-. Quizas incluso ha hablado con Henry Wharton. Jason me dijo que iba a Los Angeles por un asunto de Triton. La manana en que se fue, le dije que tenia una reunion en Nueva York con la gente de Triton. Entonces me dijo que iba a Los Angeles para una entrevista sobre un nuevo empleo. No queria que por algun comentario casual de mi parte se enteraran de su viaje. Le segui el juego. Sabia que no era muy correcto, pero lo hice.
– Pero no habia otro empleo.
– No.
– Y, por el hecho de ser su esposa y todo eso, ?no tiene ninguna idea de por que iba a Los Angeles? ?Ninguna sospecha? Sidney meneo la cabeza.
– ?Eso es todo? ?Nada mas? ?Esta segura de que no tenia nada que ver con Triton? -insistio Sawyer.
– Jason casi nunca hablaba conmigo de asuntos de la compania.
– ?Por que? -Sawyer se moria por una taza de cafe. El cuerpo comenzaba a rendirse despues de la larga noche con Hardy.
– Mi bufete representa a otras varias companias que podrian ser consideradas como posibles competidoras de Triton. Sin embargo, los clientes han desistido de cualquier conflicto potencial y, de vez en cuando, si ha sido necesario, hemos levantado paredes chinas.
– ?Como ha dicho? -pregunto Ray Jackson-. ?Paredes chinas?
– Si, es cuando cortamos las comunicaciones de cualquier tipo, el acceso a los archivos, incluso las charlas en los pasillos, sobre los asuntos de un determinado cliente, si un abogado de la firma representa a otro cliente con un posible conflicto. Tambien se restringe el acceso a las bases de datos respecto a las negociaciones pendientes que manejamos. Esto tambien lo hacemos para mantener actualizados los terminos de las negociaciones. En ocasiones, los terminos cambian muy deprisa, y no queremos que los clientes tengan una sorpresa de ultima hora sobre los terminos principales. La memoria de la gente es falible, en cambio no sucede lo mismo con los ordenadores. El acceso a esos archivos se consigue con una clave que unicamente conocen los abogados que dirigen el caso. La teoria es que un bufete se puede replegar en si mismo para evitar problemas de este tipo. De ahi el termino.
– ?Cuales son los otros clientes que representa su bufete y que podrian tener un conflicto con Triton? -quiso saber Sawyer.
Sidney penso un momento. Le vino un nombre a la cabeza, pero no estaba segura si debia mencionarlo. Si lo hacia, quiza la entrevista acabaria de una vez.
– El grupo RTG.
Los agentes intercambiaron una mirada.
– ?Quien representa a RTG en el bufete?
Sawyer estaba seguro de haber visto un destello de picardia en los ojos de Sidney antes de responderle.
– Philip Goldman.
En el jardin de la casa de los Archer, el frio comenzaba a filtrarse a traves de los guantes de Paul Brophy.
– No, no tengo ni la menor idea de lo que pasa -dijo Brophy, y aparto el telefono movil cuando el interlocutor replico con una serie de improperios a su supuesta ignorancia-. Espera un momento, Philip. Es el FBI. Llevan armas, ?vale? Si tu no te lo esperabas, ?por que tenia que esperarlo yo?
Esta deferencia a la inteligencia superior de Philip Goldman al parecer tuvo efecto porque Brophy volvio a apoyar el telefono en la oreja.
– Si, estoy seguro de que era el. Conozco su voz y ademas ella lo llamo por el nombre. Lo tengo todo grabado. No esta mal de mi parte, algo brillante, ?no te parece? ?Que? Claro que me quedare por aqui a ver lo que encuentro. De acuerdo. Te volvere a llamar dentro de unas horas.
Brophy corto la comunicacion, guardo el telefono y regreso a la casa mientras se frotaba los dedos ateridos.
Sawyer observaba con atencion a Sidney, que acariciaba con una mano el brazo del sofa. Se preguntaba si habia llegado el momento de soltar la bomba: decirle que Jason Archer no estaba enterrado en el crater de Virginia. Por fin, despues de un prolongado conflicto interno, la intuicion se impuso a la mente. Se puso de pie y le tendio la mano.
– Muchas gracias por su cooperacion, senora Archer. Si recuerda alguna cosa que pueda ayudarnos, llameme a cualquier hora del dia o de la noche a estos numeros. -Sawyer le dio una tarjeta-. Mi numero particular esta escrito al dorso. ?Tiene alguna tarjeta suya? -Sidney cogio el bolso que estaba en la mesa, rebusco en el interior y le dio una de las suyas-. Una vez mas, lamento mucho lo de su marido.
Esto ultimo lo dijo con toda sinceridad. Si Hardy tenia razon, lo que esta mujer estaba pasando ahora mismo seria una fiesta comparado con lo que se le venia encima. Ray Jackson salio del estudio. Sawyer estaba a punto de seguirlo cuando Sidney apoyo una mano sobre su hombro.
– Senor Sawyer…
– Llameme Lee.
– Lee, tendria que ser muy estupida para no ver que esto es muy grave.
– Ni por un momento he creido que sea usted estupida, Sidney. -Se miraron con un respeto mutuo; sin embargo, la afirmacion de Sawyer era ambigua.
– ?Tiene alguna razon para sospechar que mi marido estaba involucrado… -hizo una pausa y trago saliva como un paso previo a decir lo impensable- en algo ilegal?
Sawyer la miro, y la inconfundible sensacion de que la habia visto antes en alguna parte volvio a asaltarle hasta que se transformo en certeza.
– Sidney, digamos que las actividades de su marido inmediatamente antes de subir a aquel avion nos estan causando algunos problemas.
Sidney recordo todas aquellas noches de trabajo hasta la madrugada, las idas de Jason a la oficina a las horas mas intempestivas.