alli.

Sawyer se balanceo en la silla atento a las palabras de Rowe.

– Hace falta una tarjeta inteligente especial incluso para comenzar el proceso de desactivacion en la puerta de la oficina -anadio Quentin-. Ademas, hay que saber la contrasena de cuatro digitos porque si no la alarma se dispara. Eso fue lo que ocurrio cuando intentamos entrar en la oficina. Entonces descubrimos que Jason habia cambiado la contrasena. Incluso considere la posibilidad de intentarlo la noche que aparecio Sidney, pero sabia que era inutil. Tenia una tarjeta maestra, pero sin la contrasena, la alarma se hubiese disparado de todas maneras. -Hizo una pausa para coger aliento-. Sidney pudo tener acceso a la tarjeta inteligente de Jason y quizas el le comunico la contrasena. Me parece imposible decir esto: ella esta complicada en algo, pero no se en que.

– Acabo de estar en la oficina de Archer y no vi ningun microfono. ?Como era?

– De unos doce centimetros de largo, del grosor de un lapiz, con el micro en un extremo. Estaba montado en la parte inferior izquierda de la unidad central. Es para las ordenes activadas con la voz. Acabaran por sustituir al teclado. Es una bendicion para las personas que no saben teclear.

– No vi nada parecido.

– Es probable. Lo habran retirado porque estaba inservible.

Sawyer se tomo unos minutos para tomar unas cuantas notas y hacer algunas preguntas aclaratorias. Despues Rowe le acompano hasta la salida.

– Si recuerda alguna cosa mas, Quentin, por favor, aviseme. -Le entrego una de sus tarjetas.

– Ojala pudiera saber que demonios esta pasando, agente Sawyer. Como si no tuviera bastante con CyberCom, solo me faltaba esto.

– Estoy haciendo todo lo que puedo, Quentin. Cruce los dedos.

Rowe volvio a entrar en el edificio, con la tarjeta de Sawyer en la mano. El agente camino hacia el coche; desde el interior le llegaba el sonido del timbre del telefono movil.

– Tenias razon -le dijo Ray Jackson cuando atendio la llamada. La voz de su companero sonaba agitada.

– ?Tenia razon en que?

– Sidney Archer se ha puesto en marcha.

Capitulo 34

Dos coches del FBI seguian al taxi que les precedia unos cincuenta metros. Otros dos coches con agentes circulaban por calles paralelas preparados para reemplazar a los dos primeros en puntos estrategicos para no despertar las sospechas de la persona a la que seguian. Sidney Archer, que era la persona en cuestion, se aparto el pelo de los ojos, inspiro con fuerza y miro la calle a traves de la ventanilla mientras repasaba otra vez los detalles del viaje. Se pregunto si esto no era cambiar una pesadilla por otra.

– Regreso a la casa despues del funeral, estuvo alli unos minutos y despues vino un taxi a recogerla. Por el rumbo que lleva el taxi diria que va al aeropuerto Dulles -dijo Ray Jackson por el telefono-. Hizo una parada. En un banco. Supongo que para sacar dinero.

Lee Sawyer mantuvo el telefono bien apretado contra la oreja mientras intentaba encontrar un hueco en el trafico.

– ?Donde estas ahora?

Jackson le comunico su posicion.

– No tendras problemas para alcanzarnos, Lee. Nos movemos a paso de tortuga.

Sawyer comenzo a mirar las calles transversales.

– Estare contigo dentro de unos diez minutos. ?Cuantas maletas lleva?

– Una maleta mediana.

– Un viaje corto.

– Probablemente. -Jackson miro al taxi-. ?Mierda!

– ?Que? -grito Sawyer.

Jackson, desconsolado, miraba el taxi que se habia detenido bruscamente delante de la boca del metro de Vienna.

– Al parecer, la senora ha hecho un cambio en los planes de viaje. Tomara el metro. -Jackson observo a Sidney Archer bajar del taxi.

– Manda a un par de tipos alli ahora mismo, Ray.

– De acuerdo. Eso ya esta hecho.

Sawyer encendio las luces azules y rodeo los coches atascados. Cuando volvio a sonar el telefono, lo cogio en el acto.

– Hablame, Ray, que sean buenas noticias.

– Vale, tenemos a dos tipos con ella. -La respiracion de Jackson parecia haber recuperado la normalidad.

– Estoy a un minuto de la estacion. ?En que direccion va? Espera un momento. Vienna es el final de la linea naranja. Tiene que ir hacia la ciudad.

– Quiza, Lee, a menos que pretenda enganarnos y coja otro taxi al salir de la estacion. Dulles esta en la otra direccion. Ademas, tenemos un problema potencial con nuestras lineas de comunicacion. Los radiotransmisores no funcionan muy bien en el metro. Si cambia de trenes en el metro y nuestros tipos la pierden, se nos escapara.

Sawyer penso un momento en el problema.

– ?Se llevo la maleta con ella, Ray?

– ?Que? Maldita sea. No, no lo hizo.

– Manten dos coches pegados a ese taxi, Ray. Dudo mucho que la senora Archer se deje las bragas limpias y el maquillaje.

– Yo seguire al taxi. ?Quieres acompanarme?

Sawyer estaba a punto de asentir, pero entonces cambio bruscamente de opinion. Se salto un semaforo en rojo.

– Sigue al taxi, Ray. Yo voy a cubrir otro angulo. Llamame cada cinco minutos y recemos para que no nos de esquinazo.

Sawyer realizo una vuelta en U y se dirigio a gran velocidad en direccion este.

Sidney se bajo del tren en la estacion de Rosslyn y se metio en el metro de la linea azul en direccion sur. En la estacion del Pentagono, se apearon un millar de personas. Sidney se habia quitado el abrigo blanco y ahora lo llevada colgado del brazo. No queria destacar en la muchedumbre. El sueter azul que llevaba se perdio en el acto entre las numerosas personas que vestian prendas del mismo color.

Los dos agentes del FBI se abrieron paso casi a empujones entre la multitud mientras intentaban localizar desesperados a Sidney Archer. Ninguno de los dos advirtio que Sidney habia vuelto a subir al mismo tren unos cuantos vagones mas alla. Sidney continuo su viaje hacia el aeropuerto. Miro a los otros pasajeros, pero no vio a nadie que le resultase sospechoso.

Sawyer detuvo el coche delante de la terminal principal del aeropuerto, le mostro sus credenciales a uno de los encargados del aparcamiento, que le miro atonito y corrio al interior del edificio. En unos segundos acabo la carrera y aflojo los hombros, frustrado al ver la masa humana que tenia delante. «?Mierda!» Al segundo siguiente, se aplasto contra la pared cuando Sidney Archer paso a menos de tres metros de el.

Le dio unos cuantos pasos de ventaja y comenzo a seguirla. La persecucion acabo en la cola delante del mostrador de United Airlines. Fuera de la vista de Sawyer y Sidney, Paul Brophy arrastraba el carrito de equipaje hacia la puerta de embarque de American Airlines. En un bolsillo de la chaqueta llevaba todo el itinerario de viaje de Sidney, que habia obtenido gracias a la conversacion telefonica con Jason. Siguio su camino sin prisa; se lo podia permitir. Incluso tendria tiempo para llamar a Goldman.

Despues de cuarenta y cinco minutos de cola, Sidney recibio el billete y la tarjeta de embarque. Sawyer, que la vigilaba a distancia, se fijo en el grueso fajo de billetes que saco para pagar. En cuanto la mujer desaparecio de la vista, Sawyer se adelanto sin hacer caso de la cola, con la credencial del FBI en alto para acallar las protestas

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