– Espere. Le prometo que no se aburrira.
Sawyer miro a un lado y otro de la calle y se encogio de hombros. Guardo las llaves de su coche en el bolsillo y miro al chofer. El mismo abrio la puerta y subio. En el momento de sentarse vio a Richard Lucas en el asiento opuesto. Sawyer le saludo con un gesto y el jefe de seguridad de Triton le correspondio de la misma manera. El Rolls se puso en marcha.
– ?Quiere uno? -Gamble le ofrecio un puro-. Cubano. Va contra la ley importarlos en este pais. Creo que por eso me gustan tanto.
Sawyer cogio el habano y le corto la punta con el cortapuros que le alcanzo Gamble. El agente se sorprendio cuando Lucas le ofrecio fuego pero acepto el servicio. Dio unas cuantas chupadas rapidas y despues una larga para encenderlo bien.
– No esta mal. Creo que no le acusare por contrabando.
– Muchisimas gracias.
– Por cierto, ?como sabe donde vivo? Espero que no me haya estado siguiendo. Me pongo muy nervioso cuando lo hacen.
– Tengo cosas mejores que hacer, se lo aseguro.
– ?Y?
– ?Y que? -Gamble lo miro.
– ?Como sabe donde vivo?
– ?A usted que mas le da?
– Me da y mucho. En mi trabajo no se va por ahi divulgando el lugar que uno llama hogar.
– Vale. Dejeme que piense. ?Como lo hicimos? ?Miramos en la guia de telefonos? -Gamble meneo la cabeza con fuerza y miro divertido al agente-. No, no miramos la guia.
– Perfecto, porque no aparezco en la guia.
– Eso es. Quiza lo adivinamos. -Gamble soplo un par de anillos de humo. Ya sabe, toda nuestra tecnologia informatica. Somos el Gran Hermano, lo sabemos todo. -Gamble se echo a reir mientras le daba una chupada al puro y miraba a Lucas.
– Nos lo dijo Frank Hardy -le informo Lucas-. En confianza, desde luego. No tenemos la intencion de divulgar la noticia. Comprendo su preocupacion. -Richard Lucas hizo una pausa-. Entre nosotros, estuve diez anos en la CIA.
– Ah, Rich, le has descubierto el secreto. -El olor a alcohol en el aliento de Gamble llenaba el coche. El millonario abrio una puerta en el revestimiento de madera del Rolls y dejo a la vista un bar bien provisto.
– Usted parece de los hombres que beben whisky con sifon.
– Ya he bebido bastante en la cena.
Gamble lleno una copa con whisky. Sawyer miro a Lucas, que le devolvio la mirada. Al parecer esto era algo habitual.
– En realidad -prosiguio el agente-, no esperaba volver a verle despues de nuestra charla del otro dia.
– La respuesta a eso es que me bajo los humos y probablemente me lo merecia. Le puse a prueba con mi representacion del gran jefe gilipollas y pase el examen con sobresaliente. Como se puede imaginar, no conozco a mucha gente con cojones para hacer eso. Y cuando me encuentro con uno, intento conocerlo mejor. Ademas, a la vista de los ultimos acontecimientos queria hablar con usted sobre el caso.
– ?Ultimos acontecimientos?
Gamble bebio un trago de whisky.
– Ya sabe. ?Sidney Archer? ?Nueva Orleans? ?RTG? Hace un segundo que acabo de hablar con Hardy.
– Trabaja usted deprisa. Nos despedimos hace cosa de veinte minutos.
Gamble saco un telefono movil muy pequeno de un receptaculo en el reposabrazos del Rolls.
– No lo olvide, Sawyer, trabajo en el sector privado. Si no te mueves deprisa, no te mueves en absoluto, ?entendido?
Sawyer dio una larga chupada al puro antes de responder.
– Ya me doy cuenta. Por cierto, no me ha dicho adonde vamos.
– No. No se preocupe. Llegaremos dentro de muy poco. Y entonces usted y yo podremos conversar a gusto.
El USAir Arena era el estadio de los Washington Bullets y los Washington Capitals, al menos hasta que acabaran de construir el nuevo estadio. El recinto estaba a rebosar para el partido entre los Bullets y los Nicks. Nathan Gamble, Lucas y Sawyer subieron en el ascensor privado hasta el segundo piso del estadio, donde estaban ubicados los palcos de las empresas. El agente tuvo la sensacion de encontrarse en un transatlantico de lujo cuando cruzo el pasillo y entro por una puerta con el cartel de Triton Global. Estas no eran unas vulgares butacas para un partido; el palco era mas grande que su apartamento.
Una joven atendia el bar y en una mesa habia un bufe. Habia un bano, un armario, sofas, sillones y una pantalla de television enorme donde transmitian el partido. Desde lo alto de la escalera que bajaba al ventanal, Sawyer escucho los gritos de la multitud. Miro el televisor. Los Bullets ganaban por siete a los Nicks, que eran los favoritos.
Sawyer se quito el sombrero y el abrigo y siguio a Gamble hasta el bar.
– Ahora si que bebera algo -dijo Gamble-. No se puede mirar un partido sin una copa en la mano.
– Una Bud, si tiene -le pidio Sawyer a la camarera. La joven saco una lata de Budweiser del frigorifico, la abrio y comenzo a servir la cerveza en un vaso. El agente la interrumpio-. En la lata me va bien, gracias.
Sawyer echo una ojeada al palco. No habia nadie mas. Se acerco al bufe. Todavia estaba lleno de la cena, pero no podia resistirse a la tentacion de unas patatas fritas con salsa.
– ?El lugar siempre esta asi de vacio? -le pregunto a Gamble mientras cogia un punado de patatas fritas. Lucas se acomodo junto a una pared.
– Por lo general esta abarrotado -contesto Gamble-. Es un magnifico aliciente para los empleados. Los mantiene felices y trabajadores. -La camarera le sirvio la bebida a Gamble, y el saco un fajo de billetes de cien dolares, cogio un vaso del mostrador y metio los billetes en el vaso-. Ten, la camarera necesita un bote. Vete a comprar alguna cosilla. -La joven casi grito de alegria mientras Gamble se unia a Sawyer.
– Estan jugando muy bien -comento el agente, que senalo el televisor con la lata de cerveza-. Me sorprende que esto no este a rebosar.
– Mas me sorprenderia a mi porque ordene que no repartieran pases para el partido de esta noche.
– ?Por que hizo eso? -Sawyer bebio un trago de cerveza.
Gamble cogio al agente del brazo.
– Porque queria hablar con usted en privado.
El millonario llevo a Sawyer hasta el ventanal. Desde alli la vista era casi vertical sobre la cancha. Sawyer miro con un poco de envidia a los equipos de hombres jovenes, altos, musculosos y muy ricos que corrian arriba y abajo. El sector de butacas estaba cerrado por los tres lados con cristales. A cada lado estaban los ocupantes de los otros palcos, pero los cristales eran tan gruesos que se podia hablar en privado en medio de una multitud de quince mil personas.
Los dos hombres se sentaron. Sawyer senalo con un gesto la escalera.
– ?A Rich no le gusta el baloncesto?
– Lucas esta de servicio.
– ?Alguna vez no lo esta?
– Cuando duerme. Algunas veces le dejo que lo haga.
Sawyer echo una ojeada, curioso. Nunca habia estado en uno de estos palcos, y despues de la cena elegante con Hardy se sentia un poco fuera de su elemento. Al menos tendria algunas historias que contarle a Ray. Miro a Gamble y dejo de sonreir. Nada en la vida era gratis. Todo tenia un precio. Decidio que habia llegado el momento de pedir la factura.
– ?De que queria hablarme?
Gamble contemplo el partido durante unos segundos pero en realidad sin verlo, abstraido en sus problemas.
– La cuestion es que necesitamos CyberCom. La necesitamos mas que nada en el mundo.
– Oiga, Gamble, no soy su asesor economico. Soy un poli. Me importa muy poco si consigue o no comprar CyberCom.