Sidney se alejo con paso energico escoltada por Goldman. Brophy tardo unos segundos en levantarse. Con el rostro palido y las manos sobre las partes doloridas, los siguio.
La limusina les esperaba en el piso mas bajo del garaje junto a los ascensores, con el motor en marcha. Goldman mantuvo la puerta abierta para que entrara Sidney. Brophy, casi sin aliento y todavia con las manos en la entrepierna, fue el ultimo en subir. Se sento delante de Goldman y Sidney; detras de el, el cristal oscuro que los separaba del chofer estaba alzado.
– No llevara mucho hacer los arreglos. Seria conveniente que mantuvieras tu actual domicilio hasta que las cosas se calmen un poco. Despues te daremos un pasaje para algun destino intermedio. Desde alli podras enviar a tu hija y vivir feliz por siempre jamas. -El tono de Goldman era francamente jovial.
– ?Que pasara con Triton y la firma? Mencionaste unas demandas -replico Sidney.
– Creo que eso es algo facil de arreglar. ?Para que iba querer la firma meterse en un pleito largo y vergonzoso? Y Triton tampoco puede probar nada ?verdad?
– Entonces, ?por que voy a negociar?
Brophy, con el rostro todavia enrojecido, levanto el magnetofono.
– Por esto, putita. A menos que quieras pasar el resto de tu vida en la carcel.
– Quiero la cinta -dijo Sidney sin perder la calma.
– Eso es imposible por ahora. -Goldman encogio los hombros-. Tal vez mas adelante, cuando las cosas hayan vuelto a la normalidad. – El hombre miro el cristal que tenia delante-. ?Parker? -El cristal descendio-. Parker, ya podemos irnos.
La mano que aparecio por el hueco empunaba un arma. La cabeza de Brophy estallo y el hombre cayo hacia delante sobre el suelo de la limusina. Goldman y Sidney recibieron una lluvia de sangre y otras cosas. Goldman se quedo atonito por un momento.
– ?Oh, Dios! ?No! ?Parker!
La bala le alcanzo la frente y la larga carrera de Philip Goldman como abogado excesivamente arrogante llego a su fin. El impacto le arrojo hacia atras y la sangre bano no solo su rostro sino tambien el cristal trasero de la limusina. Despues se desplomo sobre Sidney, que chillo horrorizada al ver que el arma le apuntaba. Dominada por el panico clavo las unas en el asiento de cuero. Por un instante miro el rostro cubierto por un pasamontanas negro, y despues su mirada se clavo en el canon reluciente que se movia a un metro y medio de su cara. Todos los detalles del arma se grabaron en su memoria mientras esperaba la muerte.
Entonces el arma senalo hacia la puerta derecha de la limusina. Sidney permanecio inmovil y el pistolero volvio a senalar la puerta con mas firmeza. Temblorosa e incapaz de entender lo que pasaba aparte del hecho de que aparentemente no iba a morir, Sidney aparto el cadaver de Goldman y comenzo a pasar por encima del cuerpo de Brophy. Mientras se movia torpemente sobre el abogado muerto, su mano resbalo en un charco de sangre y cayo sobre el difunto. Se levanto como impulsada por un resorte. Al buscar un punto de apoyo, toco un objeto duro debajo del hombro de Brophy. Instintivamente, cerro los dedos sobre el metal. De espaldas al pistolero, se las arreglo para meter el revolver de Brophy en el bolsillo del abrigo sin ser observada.
En el momento de abrir la puerta, algo le golpeo en la espalda. Aterrorizada, volvio la cabeza y vio su bolso, que habia caido sobre el cadaver de Brophy despues de rebotar contra ella. Entonces vio que la mano desaparecia con el disquete que le habia enviado Jason. Se apresuro a coger el bolso, abrio la puerta del todo y cayo sobre el suelo del garaje. Solo tardo un segundo en levantarse y echar a correr con todas sus fuerzas.
En el interior de la limusina, el hombre se asomo a la parte trasera. A su lado, estaba Parker con un balazo en la sien. El pistolero recogio el magnetofono que estaba sobre el asiento y lo puso en marcha durante unos segundos. Asintio el escuchar las voces. Apago el aparato, levanto un poco el cadaver de Brophy unos centimetros, metio el magnetofono en el espacio y dejo caer el cuerpo. Guardo el disquete en su mochila. El ultimo detalle fue recoger los tres casquillos de bala. No se lo podia poner demasiado facil a la poli. Entonces se apeo de la limusina, con la pistola en una bolsa para dejarla en algun lugar apartado, pero no lo bastante como para que la policia no la encontrara.
Kenneth Scales se quito el pasamontanas. Alumbrados por la luz intensa de los focos del garaje, los letales ojos azules brillaron de satisfaccion. Otra noche de trabajo bien hecho.
Sidney apreto el boton del ascensor una y otra vez hasta que abrieron las puertas. Se desplomo contra la pared de la cabina. Tenia la ropa empapada en sangre; la notaba en el rostro y en las manos. Hizo lo imposible para no chillar a voz en grito. Solo queria quitarsela de encima. Con mano temblorosa apreto el boton del piso octavo. No sabia por que le habian perdonado la vida, pero no iba a esperar a que el asesino cambiara de opinion.
En cuanto entro en el lavabo de senoras y se vio en el espejo, vomito en el lavabo y despues se desplomo, el cuerpo sacudido por los sollozos. Cuando recupero un poco el control, se lavo lo mejor que pudo y siguio echandose agua caliente en el rostro hasta que cesaron los temblores. Despues se quito del pelo las cosas que no eran suyas.
Salio del lavabo, corrio por el pasillo hasta su oficina y cogio la gabardina que guardaba alli. La prenda ocultaba las manchas de sangre que no habia conseguido quitar. Entonces cogio el telefono y se dispuso a marcar el 911. Con la otra mano empuno el revolver. Le dominaba la sensacion de que en cualquier momento aquella pistola resplandeciente volveria a apuntarle, que el hombre del pasamontanas negro no la dejaria vivir una segunda vez. Ya habia marcado dos de los numeros cuando una vision la inmovilizo: la imagen de la pistola que le apuntaba en la limusina, y despues el movimiento del arma que senalaba la puerta. Ahi fue cuando la vio.
La culata. La culata rajada, que se habia roto cuando se le habia caido al intentar sacarla del armario de su casa. El asesino tenia su pistola. Habia asesinado a dos hombres con su pistola.
Otra vision aparecio en su cerebro. La cinta con la conversacion de Jason con ella. La cinta tambien estaba alli, con los dos cadaveres. La razon por la que le habian dejado vivir estaba muy clara. Le habian dejado viva para que se pudriera en la carcel por asesinato. Como una nina asustada, corrio hasta un rincon de la oficina y se sento en el suelo. Temblaba incontroladamente mientras lloraba y gemia con autentica desesperacion.
Capitulo 47
Sawyer todavia miraba la foto de Steven Page. Tenia la impresion de que el rostro del muerto se hacia cada vez mas grande y llego un momento en que tuvo que volverle la espalda antes de que le engullera.
– Di por hecho que era la foto de uno de los hijos de Lieberman. Estaban todas juntas sobre una mesa. En ningun momento recorde que el tenia dos hijos y no tres. -Jackson se dio una palmada en la frente-. No me parecia importante. Entonces fue cuando la investigacion paso de Lieberman a Archer -Jackson meneo la cabeza, desconsolado.
Sawyer se sento en el borde de la mesa. Solo sus mas allegados habrian advertido que el veterano agente se habia llevado una sorpresa mayuscula.
– Lo siento, Lee. -Jackson echo otra ojeada a la foto y se encogio compungido.
– No es culpa tuya, Ray. -Sawyer le palmeo la espalda-. A mi tampoco me hubiera parecido importante. -El agente se aparto de la mesa y comenzo a pasearse por la sala-. Pero ahora si que lo es. Tendremos que verificar que efectivamente es Steven Page, aunque no tengo la menor duda. -Se detuvo bruscamente-. Eh, Ray, la policia de Nueva York nunca consiguio averiguar como Page consiguio todo ese dinero, ?verdad?
– Quiza Page chantajeaba a Lieberman -senalo Jackson mas animado-. Quiza le amenazo con revelar que tenia una amante. Los dos se movian en los mismos circulos profesionales y financieros. Eso explicaria el dinero de Page.
– Al parecer mucha gente conocia la historia de la amante. -Sawyer meneo la cabeza-. No creo que el tema diera mucho para un chantaje. Ademas, la gente no acostumbra a tener la foto del chantajista junto con las de los hijos -Jackson mostro una expresion compungida-. No, creo que esto es algo mas profundo. -Sawyer se apoyo contra la pared, cruzo los brazos y hundio la barbilla en el pecho-. Por cierto, ?que has averiguado de la escurridiza amante?
Jackson se tomo un momento para consultar un expediente.
– Nada de nada. Hable con varias personas que habian oido rumores, aunque todos se apresuraron a senalar que carecian de fundamentos. Tenian panico a que se les mencionara o a verse involucrados. El trabajo fue mio