apuntalaron sus futuros financieros gracias a grandes acuerdos que, aunque costosos, consiguieron acabar con los procesos.
Krane abrio a doce con setenta y cinco y subio dos dolares con setenta y cinco en un dia de gran volumen de operaciones.
A media tarde del miercoles, los telefonos de Payton amp; Payton, asi como los de otros bufetes, no dejaban de sonar. Tanto en la calle como por internet habia corrido la voz de un acuerdo.
Denny Ott llamo y hablo con Mary Grace. Un grupo de ciudadanos de Pine Grave se habia congregado en la iglesia para rezar, cotillear y esperar un milagro. Le dijo que era como una vigilia. Como era de prever, circulaban versiones distintas de la verdad: que ya se habia negociado un acuerdo y que el dinero estaba en camino; que no, que eso no seria hasta el viernes, pero que el viernes seguro; que no, que no habia acuerdo que valiera, que solo era una reunion de abogados. Mary Grace le conto lo que sucedia y pidio a Denny que se lo transmitiera a los demas. Al final comprendio que o bien ella o bien Wes tendrian que acercarse por la iglesia para hablar con sus clientes.
Babe's estaba abarrotada de cafeteros nerviosos en busca de noticias. ?Obligarian a Krane a limpiar los vertidos? Alguien que aseguraba saber muy bien de que hablaba dijo que si, que seria una de las condiciones del acuerdo. ?A cuanto ascenderian las indemnizaciones por fallecimiento? Otra persona habia oido que cinco millones por cada uno. La discusion se volvio acalorada. Los expertos salieron a la palestra, aunque pronto los hicieron callar a gritos.
F.Clyde Hardin se acerco hasta alli, despues de salir de su despacho, e inmediatamente paso a ser el centro de atencion.
Mucha gente del lugar se habia burlado de su demanda conjunta y lo habian acusado de montarse en el carro de los Payton con un punado de clientes oportunistas. El y su amiguito de Filadelfia, Sterling Bintz, aseguraban que su demanda conjunta incluia a cerca de trescientos «afectados de manera grave y permanente». Desde que la habian presentado en enero, no habia ido a ninguna parte. Sin embargo, ahora, F.Clyde se habia convertido en alguien importante de la noche a la manana. Cualquier acuerdo tendria que incluir a «su gente». El viernes tendria un asiento en la mesa, explico a la silenciosa multitud. Estaria alli sentado junto a Wes y Mary Grace Payton.
Jeannette Baker estaba detras del mostrador de una pequena tienda al sur de Bowmore cuando recibio la llamada de Mary Grace.
– No te emociones -le recomendo su abogada, muy seria-. Puede que sea un proceso lento y largo, y la posibilidad de llegar a un acuerdo es remota.
Jeannette tenia muchas preguntas, pero no sabia por donde empezar. Mary Grace estaria en la iglesia de Pine Grave a las siete de la tarde para discutir lo que quisiera y verse con los demas clientes. Jeannette le prometio que alli estaria.
Con una sentencia de cuarenta y un millones, el caso de Jeannette Baker seria el primero que se pondria sobre la mesa.
La noticia del acuerdo se extendio descontroladamente por Bowmore. En las pequenas oficinas del centro, agentes inmobiliarios, de seguros y secretarias no hablaban de otra cosa. El languido comercio de Main Street se detuvo en seco puesto que a amigos y vecinos les resultaba imposible pasar por el lado de alguien sin detenerse a comparar lo que sabia cada uno. Los secretarios judiciales del juzgado del condado de Cary recogian rumores, los corregian, embellecian unos, reducian otros y luego volvian a ponerlos en circulacion. En los colegios, los docentes se reunian en la sala de profesores e intercambiaban informacion. Pine Grave no era la unica iglesia donde los fieles y los esperanzados se congregaban en busca de oracion y guia. Muchos pastores de la ciudad se pasaron la tarde al telefono escuchando a las victimas de Krane Chemical.
Un acuerdo cerraria el capitulo mas desgraciado de la ciudad y le permitiria empezar de nuevo. La inyeccion de dinero compensaria a los que habian sufrido. El dinero se gastaria una y otra vez en la ciudad e impulsaria la moribunda economia. Krane estaria obligada a limpiar lo que habia contaminado y una vez que se hubieran eliminado todos los vertidos, tal vez el agua volveria a ser segura. Bowmore con agua limpia… Un sueno casi imposible de creer. La comunidad por fin podria quitarse la etiqueta de condado del Cancer.
Un acuerdo era un final rapido y definitivo a la pesadilla. Nadie queria repetir un litigio largo y desagradable. Nadie queria otro juicio como el de Jeannette Baker.
Nat Lester llevaba un mes despotricando de los directores de periodicos y los periodistas. Estaba furioso por la publicidad enganosa que habia inundado el sur de Mississippi y aun mas con los directores de esas publicaciones por no haber arremetido contra ella. Redacto un articulo en el que recogia los anuncios de Fisk -enviados por correo y publicados en la prensa, radio, internet y television- y los diseccionaba; destacaba las mentiras, las medias verdades y todo lo que estuviera manipulado. Tambien estimo, tomando como referencia el coste de los anuncios en los medios de comunicacion y la publicidad por correo, la cantidad de dinero que entraba en la campana de Fisk. Calculaba que rondaba los tres millones y predecia que la gran mayoria procedia de fuera del estado. No habia modo de comprobarlo hasta despues de las elecciones. Envio el articulo por correo electronico de un dia para el otro a todos los periodicos del distrito, seguido de vehementes llamadas telefonicas. Lo actualizaba a diario, volvia a enviarlo y se hacia aun mas odioso por telefono. Al final surtio efecto.
Para su asombro, y gran satisfaccion, los tres periodicos mas importantes del distrito le informaron, por descontado extraoficialmente, de que tenian planeado publicar editoriales incisivos sobre la campana de Fisk en las ediciones dominicales.
La suerte de Nat continuo. La cuestion del matrimonio entre personas del mismo sexo atrajo la atencion de
Los estudiantes, extraoficialmente, se lo contaron todo a Gilbert y le ensenaron el expediente de la pareja. Se habian pasado cuatro dias en Chicago y habian averiguado muchas cosas. Se habian visto con Meyerchec en su bar cerca de Evanston, le habian dicho que eran nuevos en la ciudad y que querian conocer gente. Se pasaron alli horas, acabaron borrachos como cubas junto con los habituales del local y en ningun momento oyeron mencionar ni una sola palabra acerca del juicio de Mississippi. En las fotos del periodico de Jackson, Meyerchec llevaba el cabello rubio y gafas modernas. En Chicago, tenia el pelo mas oscuro y no necesitaba gafas. Aparecia en una de las fotos que habian sacado en el bar, sonriente. En cuanto a Spano, habian visitado el estudio de diseno en el que trabajaba asesorando a compradores de pisos con bajo presupuesto. Fingieron ser los nuevos inquilinos de un viejo edificio de por alli cerca y pasaron dos horas con el. Spano se fijo en su acento y en cierto momento les pregunto de donde eran. Cuando le dijeron que de Jackson, Mississippi, ni se inmuto.
– ?Has estado alli alguna vez? -le pregunto uno de ellos.
– He pasado por alli un par de veces -contesto Spano.
Aquella habia sido la respuesta de un votante censado, con carnet de conducir del estado y que habia presentado una demanda en el tribunal supremo. Aunque no habian visto a Spano por el bar de Meyerchec, por lo visto si eran pareja. Compartian la misma direccion, una casa de una planta en Clark Street.
Los estudiantes de Derecho habian seguido llamando y acercandose hasta el piso medio vacio de Jackson sin respuesta alguna. Unos cuarenta dias atras, mientras llamaban, habian introducido un folleto de propaganda en la rendija de la puerta, cerca del pomo, y alli seguia; no la habian abierto. El viejo Saab no se habia movido, y uno de los neumaticos se habia deshinchado.
A Gilbert le cautivo la historia y quiso investigarla por su cuenta. Intentar casarse en Mississippi olia a cinico ardid para hacer saltar el tema del matrimonio entre homosexuales al primer plano de la campana McCarthy- Fisk, aunque solo perjudicaba a McCarthy.
Gilbert estuvo dando la lata al abogado radical que representaba a Meyerchec y Spano, pero no llego a ninguna parte. Persiguio a Tony Zachary durante dos dias pero no le saco ni una palabra. No le devolvieron las llamadas que hizo a Ron Fisk y a la oficina central de campana. Hablo por telefono con Meyerchec y Spano, que le colgaron en cuanto saco a relucir su vinculo con Mississippi. Reunio para citarlas algunas frases de Nat Lester y comprobo los datos que habian recabado los estudiantes de Derecho.
Gilbert acabo el reportaje y lo envio.