estallido de ira.
– ?Se puede saber que sabes tu de produccion? -le pregunto.
– Lo suficiente para llevar este especial y hacer de el un exito -contesto Ryan-. Justo lo que me dijiste que hiciera hace unas semanas.
Swan habia tenido tiempo para arrepentirse del impulso que le habia hecho aceptar las condiciones que Pierce habia impuesto.
– Apareceras como productora en los creditos -dijo Swan secamente-. Pero haras lo que se te mande.
Ryan sintio un temblor en el estomago, pero no perdio la compostura.
– Si no me necesitas en el proyecto, sacame de el ahora -Ryan se levanto despacio-. Pero si me quedo, no me voy a conformar con ver como sale mi nombre en la pantalla. Se como trabaja este hombre y se como funciona este mundo. Si esto no es suficiente para ti, buscate a otra persona.
– ?Sientate! -le grito Swan. Ned se hundio un poco mas en su asiento, pero Ryan permanecio de pie-. No te atrevas a ponerme ultimatums. Llevo cuarenta anos en este negocio. ?Cuarenta anos! ?Y tu dices que sabes como funciona este mundo? Sacar adelante un espectaculo en directo no es como cambiar un maldito contrato. No puedo permitir que una nina histerica me venga corriendo cinco minutos antes de estar en el aire para decirme que hay un fallo tecnico.
Ryan contuvo la rabia que sintio al oir las palabras de su padre, trago saliva y respondio con frialdad.
– No soy una nina histerica y nunca he ido corriendo a ti para pedirte nada.
Swan la miro totalmente estupefacto. La punzada de culpabilidad no hizo sino echar fuego a la mecha.
– Te estas sobrepasando -le advirtio al tiempo que cerraba la carpeta del dossier-. Te estas sobrepasando y no te va a servir de nada. Vas a seguir mis consejos y punto.
– ?Consejos? -replico Ryan. Los ojos le brillaban con una mezcla conflictiva de emociones, pero su voz permanecio firme-. Siempre he respetado tu opinion, pero hoy todavia no he oido ningun consejo. Solo ordenes. No quiero ningun favor de ti -concluyo al tiempo que se daba la vuelta y se encaminaba hacia la puerta.
– ?Ryan! -la llamo iracundo su padre. Nadie, absolutamente nadie, dejaba a Bennett Swan con la palabra en la boca-. ?Vuelve aqui y sientate ahora mismo, jovencita! -grito en vista de que ella no obedecia.
– No soy ninguna jovencita -respondio Ryan, girando el cuello-. Soy tu empleada.
Bennett la miro desconcertado. ?Que podia responder a eso? Movio una mano con impaciencia apuntando hacia una silla.
– Sientate -repitio. Pero Ryan siguio plantada en la puerta-. Que te sientes -insistio con mas exasperacion que genio.
Ryan regreso y volvio a su asiento.
– Toma las notas de Ryan y empieza a elaborar un presupuesto -le dijo a Ned.
– Si, senor -contesto este, agradecido por la oportunidad de salir del despacho.
Swan espero a que cerrase la puerta antes de mirar de nuevo a su hija.
– ?Que es lo que quieres? -le pregunto por primera vez en su vida. Ambos se dieron cuenta de semejante verdad al mismo tiempo.
Ryan se dio unos segundos para separar los sentimientos personales de lo profesional.
– El mismo respeto que le muestras a cualquier otro productor.
– No tienes experiencia -senalo el.
– No -concedio Ryan-. Ni la tendre nunca si me atas las manos.
Swan exhalo un suspiro, vio que el puro no tiraba mas y lo solto en el cenicero.
– Hay una fecha provisional para la emision: el tercer domingo de mayo, de nueve a diez.
– Eso solo nos deja dos meses de plazo.
– Quieren que sea antes de la temporada de verano -contesto Swan tras asentir con la cabeza-. ?Para cuando puedes tenerlo listo?
– A tiempo -respondio Ryan sonriente-. Quiero a Elaine Fisher de artista invitada.
– ?Eso es todo? -pregunto el con reservas, escudrinandola con la mirada.
– No, pero es un comienzo. Tiene talento, es guapa y tiene tan buena acogida entre las mujeres como entre los hombres. Ademas, tiene experiencia en teatro y actuaciones en directo -contesto Ryan mientras su padre fruncia el ceno sin decir nada-. Esa mirada candida es el contraste perfecto para Pierce.
– Esta rodando en Chicago.
– La pelicula termina la semana que viene -contesto con seguridad Ryan-. Y tiene contrato con Swan. Si el rodaje se retrasa una semana o dos, tampoco pasa nada. Ademas, solo la necesitaremos unos dias en California. El reclamo principal sigue siendo el propio Pierce -anadio en vista de que su padre permanecia callado.
– Tiene otros compromisos -comento Swan al cabo de unos segundos.
– Hara un hueco.
– Llama a su representante.
– Enseguida. Organizare una reunion con Coogar y volvere a informarte despues -Ryan se levanto de nuevo. Dudo un instante, pero se dejo llevar por un impulso, rodeo la mesa y se puso junto a la silla de su padre-. Llevo anos viendote trabajar: no espero que tengas en mi la misma confianza que en ti mismo o en alguien con experiencia. Y si me equivoco en algo, no quiero que me pasen nada por alto. Pero si hago un buen trabajo, y te aseguro que voy a hacer un buen trabajo, quiero tener la certeza de que he sido yo quien lo ha hecho, no aparecer en los creditos simplemente.
– Quieres que sea tu espectaculo -dijo el sin mas.
– Exacto Ryan asintio con la cabeza-. Hay muchas razones por las que este proyecto es especialmente importante para mi. No puedo prometerte que no vaya a cometer errores, pero si te prometo que nadie va a trabajar mas que yo.
– No dejes que Coogar te maree -murmuro Bennett despues de un momento-. Le gusta volver locos a los productores.
– Ya me lo han contado, tranquilo -Ryan sonrio. Luego, una vez mas, hizo intencion de marcharse. Pero se acordo: tras un instante de vacilacion, se agacho para darle un beso a su padre en la mejilla-. Gracias por los pendientes. Son preciosos.
Swan los miro. El joyero le habia asegurado a su secretaria que eran un regalo adecuado y una buena inversion. ?Que le habia puesto en la nota que le habia enviado?, se pregunto. Abochornado por no recordarlo, decidio que le pediria una copia a la secretaria.
– Ryan…
Swan le agarro una mano. Ella parpadeo, sorprendida ante aquel gesto de afecto, y el bajo la mirada hacia sus propios dedos. Habia oido toda la conversacion entre Ned y su hija antes de entrar en el despacho. Lo habia irritado, perturbado y, en ese momento, al ver a su hija tan asombrada por estar agarrandole la mano, le resultaba frustrante.
– ?Lo has pasado bien en Las Vegas? -pregunto finalmente, no ocurriendosele otra cosa que decir.
– Si -contesto Ryan. No sabiendo que decir a continuacion, decidio volver a los negocios-. Creo que ha sido un acierto ir. Ver trabajar a Pierce me ha dado la oportunidad de tener una buena perspectiva. Me he dado una imagen mucho mas global de lo que puede abarcarse viendo solo cintas de video. Y he tenido ocasion de conocer a la gente que trabaja con el, lo que no nos vendra mal cuando tengan que colaborar conmigo… Manana te presentare un informe mucho mas conciso finalizo tras bajar un instante la mirada hacia las manos de ambos, aun entrelazadas.
Swan espero hasta que su hija hubo finalizado.
– Ryan, ?cuantos anos cumpliste ayer? -1e pregunto. Los ojos de Ryan pasaron de expresar confusion a inquietud: ?estaria enfermo?, ?le empezaba a fallar la memoria?
– Veintisiete -respondio en tono neutro.
?Veintisiete anos! Swan exhalo un largo suspiro y solto la mano de Ryan.
– Me he perdido algunos anos en alguna parte -murmuro. Luego agarro unos papeles que habia sobre su despacho-. Venga, ve y ponte en contacto con Coogar. Y llamame despues de hablar con la representante de Fisher.
– De acuerdo.
Por encima de los papeles, Swan miro a su hija salir del despacho. Cuando se hubo marchado, se recosto en el asiento. Le resultaba mortificante tomar conciencia de que se estaba haciendo viejo.