adelante para enfrentarse con el ser de cabellos de oro—. ?No sigas hablando de esto, Yandros!

—Estaba luchando contra una creciente ola de miedo, sabiendo que el Senor del Caos estaba logrando apartarle de Keridil y queriendo evitar desesperadamente las cada vez mas amenazadoras consecuencias—. El pacto que hicimos no fue este... Me enganaste, ?y no tengo contigo ninguna obligacion!

Yandros suspiro. La aureola de color que le envolvia temblo ligeramente al encogerse el de hombros.

—Realmente, esperaba mas de ti, Tarod. ?Estas pensando y hablando como un mortal!

— ?Soy un mortal! Como lo son Keridil y Themila, que estan a mi lado. Naci de una mujer mortal, igual que ellos, y morire, ?como moriran ellos! —replico furiosamente Tarod.

Yandros fruncio los parpados y sonrio de nuevo, de una manera que hizo estremecerse a Keridil y a Themila.

— ?De veras? —pregunto, en tono tan bajo que la fria voz argentina fue apenas audible—. ?O permitiras que tu verdadera naturaleza se libre al fin del miasma de la humanidad? Sabes lo que eres..., conoces tu poder y tu destino, hermano. ?Puedes renunciar a esto, a cambio de los tristes y pocos anos de envejecimiento y decadencia que puede ofrecerte la vida humana? ?Puedes vivir como un esclavo del Orden, sabiendo que fuiste antano un Senor del Caos?

— ?Hazle callar, Keridil! —dijo Themila, incapaz de seguir guardando silencio—. Si alguien tiene poder para poner fin a esta pesadilla, ?debes ser tu! —Habia asido de nuevo la mano de Tarod, como una ave madre protegiendo a su polluelo contra un felino merodeador, y se habia colocado entre Tarod y Yandros. Se dirigio al Senor del Caos, aunque no podia mirarle a los ojos—. Te dices pariente de un hombre que no es menos que un hijo para mi; dices que no es humano. ?Yo digo que eres un embustero, Yandros del Caos!

—Y yo, Senora, ?digo que eres tonta!

Yandros avanzo un paso y Themila se echo automaticamente atras, apretandose contra Tarod. Este le rodeo la cintura con un brazo, y sintio las rapidisimas pulsaciones de su sangre. Estaba aterrorizada, y el se sintio humillado por el valor que habia mostrado ante un adversario semejante.

—Senora —dijo Yandros, mirando fijamente a Themila, que palidecio—, solo puedo admirar tu lealtad para con mi hermano, pero esta fuera de lugar. Pues ?que clase de mortal es el que lleva su alma en la piedra de un anillo?

Se hizo un terrible silencio. Themila miro a Tarod, suplicandole con los ojos que lo negase, mientras Keridil solo podia contemplar, pasmado, al hombre de negros cabellos. Tarod se esforzo en encontrar palabras que les tranquilizasen a los dos, pero estas se negaron a brotar de sus labios. La mano izquierda le ardia como si la hubiese introducido en una hoguera, y podia sentir su anillo —el contorno de su base de plata, el peso de la extrana piedra incolora — como otro ente vivo en su dedo. Sabia la verdad, como la habia sabido desde el momento en que Yandros le habia llamado «hermano», en que habia sentido que el antiguo poder volvia a sus venas y comprendido plenamente la naturaleza de su propio origen. Fragmentos de recuerdos a lo largo de un lapso de tiempo inverosimil se fundian en su mente para formar un todo; no podia mirar a la cara a Keridil o a Themila y negar las palabras de Yandros.

Suavemente, como en un sueno insinuante, la voz de Yandros aumento la confusion.

— Tarod nacio de una mujer mortal — dijo—. Pero su alma es la de un Senor del Caos. Y sabe, como sabemos nosotros, que Aeoris ya ha reinado bastante en este mundo. Ha llegado la hora de desviar su regimen, ?y el es el instrumento a traves del cual sera lanzado el desafio!

Las afinidades.., los odiosos lazos que desde la remota antiguedad tiraban de el... Casi sin saber lo que hacia, Tarod empujo a Themila con tanta violencia que esta se tambaleo y a punto estuvo de caer al suelo.

— ?Soy humano! — dijo con voz aspera, apenas reconocible—. ?Y sirvo a Aeoris, no al Caos! ?Aqui esta la prueba!

Con violento ademan, golpeo con un puno su propio hombro, donde habria tenido que llevar la insignia de su rango de Iniciado.

Pero alli no habia mas que el suave tejido de su ropa. Y entonces recordo que habia dado la insignia a Sashka, como prenda y amuleto para mantenerla a salvo hasta que volviesen a encontrarse...

Tarod se echo a reir, pero sin el menor rastro de alegria en su risa. Era una amarga y cruel ironia que se hubiese desprendido del unico, aunque pequeno, simbolo vital de su fidelidad al Circulo y a los poderes a los que el Circulo servia. Y aunque la explicacion era sencilla y bastante inocente, no podia pasarse por alto la coincidencia.

—Parece una broma pesada... —Miro su propio puno, todavia apoyado en el hombro. El anillo resplandecio en su dedo indice a la luz del aura de Yandros, y Tarod anadio—:

Podria quitarmelo, Yandros. Podria arrojarlo desde la punta norte de la Peninsula y dejar que el mar hiciese lo que quisiera con mi ofrenda...

— ?Podrias hacerlo?

La mano de Tarod se contrajo convulsivamente, porque conocia la respuesta a la insidiosa pregunta. Fuese cual fuere el coste, no podia abandonar su propia alma...

— Hermano, no puedes negar el destino que llevas contigo. — Yandros hablaba a media voz, pero con una energia y una conviccion que hicieron que Themila se tapase los oidos con manos temblorosas —. Digas lo que digas en contra, sabes en tu corazon que debes tu existencia al Caos, pues eres parte de el. Y a pesar de la carne humana de la que estas revestido, nuestro reino es tu unica y verdadera patria, y nosotros, tu unica familia verdadera. Debes cumplir tu promesa, Tarod, ?debes de traer de nuevo el Caos a este mundo!

— ?Yo sirvo al Orden!

— No puedes servir al Orden, ?porque eres del Caos!

— ?Espera! —dijo subitamente Keridil y el sonido de su voz sobresalto a Tarod, que habia estado tan absorto en su enfrentamiento con Yandros que casi habia olvidado la presencia del Sumo Iniciado.

Keridil habia apoyado una mano sobre la corta espada ceremonial que pendia de su cinto. Observaba a Tarod, con mirada de halcon, y parecia no saber de fijo lo que queria decir.

—Tarod..., esa criatura, ese... ese demonio, ha dicho muchas cosas de ti... que me espantan ?Son verdad?

Tarod no podia mentir, pero tampoco podia responder a la pregunta con absoluta sinceridad. Con voz apenas audible, dijo:

—Yo sigo al Orden, Keridil. Siempre lo he hecho... y siempre lo

hare.

—?Y si el Caos quiere lo contrario?

— Entonces luchare contra ellos. Preste juramento a Aeoris al hacerme Adepto, y mi fidelidad es inquebrantable.

— Tu fidelidad, hermano, esta mal orientada.

Tarod y Keridil se volvieron a Yandros, y Keridil fue el primero en hablar.

—?Que sabe el Caos de fidelidad? —le desafio—. Vuestras consignas son enganosas y malevolas... ?Conocemos vuestros procedimientos, Yandros del Caos! Nuestros archivos dicen...

Yandros le interrumpio con una carcajada que hizo temblar la niebla del Salon de Marmol.

— ?Vuestros archivos dicen! — le imito, con desden burlon—. Entonces, si eres historiador ademas de lider, Keridil Toin, sabras que vuestro querido regimen esta volviendo al polvo seco del que nacio. El Orden ha reinado sin control durante tanto tiempo que se ha estancado, y tu —anadio apuntando con un largo dedo a Keridil— ?te has convertido en un anacronismo!

—?Te atreves a... ? —empezo a decir Keridil, furiosamente.

Yandros hizo un ademan y el Sumo Iniciado guardo silencio.

—Si, mortal, ?me atrevo! Vuestro venerado Aeoris no significa nada para mi, pues tambien el es tan anacronico como sus siervos. — Su voz bajo de tono, de pronto inhumanamente persuasiva—. El Orden ha arraigado tanto en este triste y pequeno mundo que sus servidores ya no tienen razon de existir. Si, vuestro Circulo continua, y sigue transmitiendo a nuestros nuevos Adeptos la suma total de vuestros siglos de conocimientos. Pero sin un adversario que os plante cara, todos estos conomientos son inutiles. Sin nada a lo que combatir, sin entuertos que enderezar, no teneis ningun valor. ?Que eres tu, Keridil Toin? ?Cual es la justificacion de tu existencia en un mundo donde reina Aeoris sin oposicion? ?Hacer su voluntad, imponer sus leyes? Su voluntad se hace y sus leyes se mantienen sin necesidad de que tu intervengas. ?No tienes una razon legitima para existir!

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