—Fenar trataba de disimular su aburrimiento y su frustracion, pero el es fuerzo era demasiado grande—. Todo eso —e indico el bullicioso muelle con un movimiento imperioso de una mano que recordo vivamente a Isyn el antiguo Alto Margrave— parece un jaleo innecesario y una perdida de tiempo. ?Maldita sea, hay menos de un dia de viaje hasta el continente y, en cuanto lleguemos a Shu-Nhadek, estare tan bien alojado como si no me hubiese movido de mi palacio! Mira, hay bastante comida para toda una compania de la milicia, y mi vajilla, mis copas y cuchillos; incluso mi sillon para sentarme. ?Es ridiculo!

Isyn sacudio la cabeza. Doce anos de ensenanza y el muchacho todavia no parecia comprender del todo lo que era y por que debia ser tratado de esta manera.

—Es una precaucion necesaria, Alto Margrave, especialmente tal como estan las cosas. No podemos correr el menor riesgo de que te ocurra una desgracia.

Fenar lanzo un bufido.

—Y por eso tengo que tener un ejercito de cocineros y hombres que prueben la comida, me hagan la cama y quiten el polvo a mi sillon, y sufrir la frustracion de esperar y esperar mientras cargan en el maldito barco una enorme cantidad de tonterias superfluas. —Miro de soslayo y con resentimiento a su preceptor, ahora convertido en consejero—. Si los poderes del Caos quieren impedir la celebracion del Conclave tendiendome una trampa mortal, ?me imagino que encontraran un medio mas sutil que el veneno!

Isyn no quiso picar el anzuelo. Aunque solo tuviese diecisiete anos, el muchacho era Alto Margrave, y su investidura era todavia lo bastante reciente para que quisiera en ocasiones dar pruebas de su autoridad. Era una manera de disimular su inseguridad, y el viejo lo comprendia.

—Hay que recordar, senor —dijo amablemente y empleando el termino que Fenar deliberadamente rechazaba—, que el Sumo Iniciado y su sequito no llegaran hasta dentro de por lo menos tres dias o mas si son retenidos por el mal tiempo. Y te dire, a titulo personal, que no me encanta la perspectiva de pasar el intervalo en Shu-Nhadek con solo la senora Matriarca por compania.

Hubo una pausa y despues Fenar bufo de nuevo, pero esta vez para contener la risa.

—?Por los dioses que me espanta la idea! Sabes, Isyn. Me cuesta creer que la vieja este aun con vida. Ya era una anciana cuando la vi por ultima vez, y yo era entonces un nino. ?Ahora debe tener al menos cien anos!

Sus palabras eran irrespetuosas y estaba exagerando, pero Isyn se sintio aliviado ante aquella muestra de infantilismo: sentaba mucho mejor al muchacho que su anterior intento de arrogancia. Los dias proximos, penso, serian de prueba en mas aspectos de los que parecia; Fenar Alacar temia el inminente Conclave, aunque por nada del mundo lo habria confesado y, si tenia miedo, reaccionaria, como todas las criaturas jovenes e inexpertas, de una de dos maneras: o retrayendose enfurrunado, o tratando de hacer alarde de su posicion de gobernante absoluto, al menos en teoria, de toda la Tierra. Isyn habia presenciado el principio de esta reaccion el ano pasado, cuando el nuevo Sumo Iniciado visito la corte de la Isla de Verano; impresionado por Keridil Toln, Fenar se habia sentido al mismo tiempo molesto por su aplomo y por la aureola del sumamente oculto Circulo que le rodeaba. Entonces, no habia tenido valor suficiente para desafiar a Keridil; ahora, si se hallaban en desacuerdo, la cosa podria ser diferente, y el Sumo Iniciado seria un adversario demasiado formidable para Penar.

El muchacho se rebullo de nuevo. Habia comprendido el sentido de las palabras de Isyn, pero estas no sirvieron para calmar su impaciencia.

—No se por que tenemos que ir a Shu-Nhadek —dijo con irritacion—. Tanta pompa y tantas ceremonias son inutiles. ?Por que no podemos navegar directamente desde aqui a la Isla Blanca?

Isyn no respondio, pero fruncio el entrecejo, y Fenar hizo un ademan de enojo.

—?Si, ya se! Asi esta escrito, y asi debe ser. Solo porque algunos viejos manuscritos que se estan pudriendo en el lejano norte dicen que tenemos que seguir este ridiculo procedimiento... No frunzas tanto el entrecejo, Isyn; no me gusta tu desaprobacion.

Isyn, cuyo temperamento era normalmente placido, empezaba a perder la paciencia, y le interrumpio:

—Puede que no te guste, Alto Margrave, pero tengo que expresarla aunque me duela. Y mas te desaprobarian los Guardianes si tratases de poner pie en la Isla Blanca desde la cubierta del Hermana del Verano.

Fenar se encogio de hombros.

—?Ah, si? No son mas que unos porteros, por mucho que se vistan de gala. Podria mandarles que...

—Yo desafiaria a cualquier mortal, vivo o muerto, a que diese ordenes a los Guardianes. —Isyn dijo esto a media voz, pero con tal conviccion que el joven se sorprendio—. Ningun Alto Margrave ni Sumo Iniciado, ni Matriarca, ha mirado desde hace generaciones a los Guardianes, salvo desde lejos, y nadie se atreveria..., si, senor, he dicho atreveria... , a hacer algo contra su voluntad.

Penar se paso la lengua por los labios e Isyn recalco:

—Has oido los relatos, yo mismo te los conte cuando eras pequeno. Me sorprende que los hayas olvidado.

Algunas de las mas antiguas tradiciones apuntaban que los Guardianes, casta hereditaria que habia habitado durante miles de anos en la Isla Blanca, no eran siquiera realmente humanos, sino que descendian de seres angelicos a cuyo cargo habia colocado Aeoris su cofre. Unas historias estrafalarias, sin duda alguna. Pero se dice que no hay humo sin fuego... De vez en cuando, los Guardianes navegaban en su embarcacion hasta el continente, tomaban un punado de mujeres escogidas y las llevaban a su fortaleza para que les diesen hijos, asegurando asi la pervivencia de la casta .Las mujeres regresaban mas o menos al cabo de un ano y nunca decian lo que habian visto; la mayoria de ellas ingresaban en la Hermandad o celebraban mas tarde bodas convenientes. Los hijos varones nacidos en la Isla eran criados para que se convirtiesen en la proxima generacion de Guardianes. Nadie habia especulado nunca sobre el destino de las hijas.

El brillante sol fue de pronto oscurecido por un jiron de nube que volaba hacia el oeste, y una sombra paso sobre el muelle y el carruaje. Fenar miro hacia arriba, estremeciendose como si la momentanea penumbra fuese un mal presagio, y cuando miro de nuevo a Isyn, la irritacion habia desaparecido de sus ojos.

—Lo siento, Isyn —dijo de mala gana. Como la necesidad de disculparse se reducia a medida que se acostumbraba a su posicion, la humildad se le hacia cada vez mas dificil, e Isyn aprecio el esfuerzo que tenia que hacer—. Me he propasado, y he hecho mal. Desde luego, debemos cumplir el protocolo. —Esbozo una sonrisa forzada—. No quiero tomarme a la ligera lo que sera, seguramente, la tarea mas importante que ja mas habre emprendido. Me imagino lo que habria dicho mi padre; me habria llamado picaro arrogante y creo que me habria dado una azotaina.

Isyn inclino la cabeza en senal de divertido asentimiento y Fenar irguio los hombros. Despues de su disculpa y su Confesion, estaba tratando de salvar su dignidad y parecer adulto. El comentario acerca de su padre habia sido un gesto conciliador; ahora queria borrarlo y seguir adelante. Isyn se consideraba demasiado viejo para recordar la impaciencia y las frustraciones de los diecisiete anos, pero pudo no obstante apreciar los sentimientos del muchacho.

Senalando el muelle con la cabeza, dijo:

—Parece que decrece la actividad. Supongo que el barco estara en condiciones de zarpar cuando suba la marea.

—Si... Tal vez, a fin de cuentas, seguire tu consejo, Isyn, recordando la perspectiva de la compania de la Matriarca.

—Fenar se observo las unas—. Sin duda habra cien pequenas tareas que he olvidado y deberia atender antes de embarcar.

—Sin duda. Y tienes que despedirte de tu senora madre, la Margravina Viuda.

El Alto Margrave levanto la mirada y despues entorno los parpados sobre los ojos grises, disimulando su expresion.

—Eso lo he hecho ya. Al menos, le envie ayer un mensaje y esta manana he recibido la respuesta. Me expresa su carino, pero me pide que la excuse de una visita.

Isyn suspiro interiormente. Desde la muerte de su marido, la Margravina se habia recluido completamente dentro de si misma, viviendo sus dias en una casa aislada a cierta distancia de la corte, servida unicamente por tres doncellas y constantemente afligida. No recibia visitas, ni siquiera la de su propio hijo, y todo el mundo opinaba que estaba sencillamente esperando la muerte.

—Decia en su misiva que te diese sus recuerdos —anadio Penar.

—?Oh, si? —Isyn estaba sorprendido y conmovido—. Muy amable de su parte.

Se hizo un silencio ligeramente tenso entre los dos durante un rato, hasta que Isyn, alertado por unas

Вы читаете El Orden Y El Caos
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату