—?Indigo, en nombre de la Madre del Mar,
Indigo sudaba tambien, y en la garganta sentia el nudo tensado por su aterradora impotencia.
—Senor, no... no me hace caso. —Su mirada se encontro de nuevo con la del Takhan, rigida—. Sabe lo que hace. Puede ser la unica posibilidad...
Se escucho un siseo y algo se movio como un latigazo. Cogida por sorpresa, la serpiente se vio obligada a abandonar la presa deseada, y se alzo todo lo que le fue posible para rechazar el ataque de la loba. En el mismo instante en que su cuerpo arrollado se volvia, Indigo se arrojo lucia Phereniq y la hizo girar en redondo; luego la arrastro hacia atras y a Jessamin con ella, y mientras las tres iban a estrellarse contra el suelo unas sobre otras vio por el rabillo del ojo como Augon irrumpia en la refriega. En MI mano brillaba algo metalico,
el remate del muro, luego desaparecio.
Poco a poco, el pandemonium se apago. Los ninos, muchos de los cuales no comprendian lo que habia sucedido, lloraban a pleno pulmon. A pocos centimetros de Indigo, que se habia golpeado la cabeza al caer al suelo, Phereniq se habia incorporado sobre los codos y vomitaba Jessamin, sollozando ahora, se aferraba a Augon Hunnamek que se habia agachado junto al estanque, su pequeno cuerpo envuelto y casi invisible en sus poderosos brazos. Y
—
—Esta perfectamente. Era la voz de Augon. Tomo a Jessamin en brazos, se levanto y se dirigio vacilante hacia ella, entonces volvio agacharse.
—Esta bien, Indigo. Y ha salvado a la Infanta, Indigo intento sentarse, pero la escena se tambaleo ante sus ojos medio nublados.
—La serpiente...
—Escapo. Pero no hirio a nadie. Gracias a tu perra, Indigo oyo un suave gemido junto a ella, y
Los criados salian corriendo de todas partes ahora, y, Augon hizo una senal con el dedo a un nervioso senescal; —?Tu! Lleva adentro a la senora Indigo, y ocupate de que este comoda. —Y a Jessamin, le dijo—: Todo esta bien,
A traves de una neblina de nauseas y desorientacion, Indigo lo escucho, y su mente intento protestar. Estaba todo al reves. Augon consolaba a Jessamin, la acunaba, la abrazaba, mientras ella se aferraba a el como si fuera su punto de apoyo y su protector...; estaba todo al
El patio se balanceo hacia ella y luego parecio difuminarse, y casi al momento todo se convirtio en oscuridad, como si hubiera descendido una espesa penumbra. Dejo escapar un ahogado sonido de protesta, sintio como unas manos la levantaban con mucho cuidado, ayudandola, pero no pudo mantener el equilibrio. Alguien pronuncio la palabra «conmocion», y
—Se ha desmayado. —Augon hizo senales urgentes a un criado para que se acercara—. Trae al mago-doctor Thibavor. Cuando haya visto a la Infanta, haz que se ocupe tambien de Indigo. Y en cuanto a
CAPITULO 14
Phereniq se levanto del lugar que ocupaba en la larga mesa y echo los hombros hacia atras, presionando unos lejos experimentados contra su columna vertebral para aliviar el dolor. El unico sonido que se escuchaba en la habitacion era el del desigual chisporroteo de las lamparas, que ardian tenuemente pues necesitaban que se las volviera a llenar; tambien al otro lado de la habitacion el palacio estaba en silencio, y el reloj de arena situado en el . entro de la mesa hacia mucho rato que habia completado su ciclo sin que ninguna mano le diera la vuelta. Debia de ser muy tarde; en bien de su propia salud hubiera debido irse a la cama hacia ya rato, pero habia tantas cosas que poner al corriente, tantas pequenas cuestiones que exigian su atencion personal despues de la sesion del Consejo de hoy... Se prometio a si misma que dormiria hasta muy tarde como compensacion.
Empezaba a recoger sus graficos y calculos, colocandolos por orden meticuloso, cuando se sobresalto al oir unas pisadas a su espalda. Se volvio y vio que Augon habia penetrado en la habitacion, en silencio como tenia por costumbre, y ahora la contemplaba con una leve sonrisa en el rostro.
—Ah, Phereniq. De modo que eres tu el misterioso conspirador que trabaja hasta altas horas de la noche, mientras el resto de nosotros descansa en el comodo lecho.
Hila desvio los ojos.
—Tengo mucho trabajo, mi senor, como muy bien sabeis. Y puesto que nuestros mas recientes esfuerzos han estado dedicados a librar a la ciudad de estas plagas, hay muchas otras cosas que se han visto descuidadas.
—En efecto; y como siempre, estoy en deuda contigo.
Cruzo la habitacion y poso sus dedos ligeramente sobre la nuca de ella, alli donde sus cabellos estaban sujetos en una cola. Phereniq sintio como los dedos de el se enredaban en un mechon suelto, y se puso rigida ante la ambiguedad que aquella sensacion provoco en ella.
—Lo hemos hecho muy bien —repuso Augon en tono practico—. Las fiebres y esas malditas serpientes del puerto han desaparecido, y todo en el espacio de menos de dos meses.
Ella se aferro agradecida al cambio de humor; la llevaba a terreno mas firme.
—Fue vuestra idea lo que lo consiguio, mi senor. Hacer traer a esos animales del desierto para que rastrearan y mataran a las serpientes fue un golpe maestro, por el que toda Simhara os ensalza.
—Y fueron tus augurios los que me condujeron a la solucion. Eso, y el ejemplo dado por nuestra heroina de cuatro patas.
—Como su duena. ?Sabes, querida vidente, que los trovadores han compuesto una cancion sobre ellas? Se ve que esta causando estragos en el barrio occidental.
Phereniq percibio un olor a perfume en la piel de el. La embriagadora esencia de flores que utilizaba la favorita actual de su serrallo... Ello le produjo un curioso hormigueo, una punzada de relampagueante y celoso dolor.
—Cuando los servicios de Indigo ya no sean necesarios aqui, creo que le ofrecere una buena recompensa — continuo Augon—. Algo de tierra; quiza un titulo. Imaginate: una mujer a la que se le otorgan tales honores por si misma. Herira el sentido del decoro khimizi y tomara al asalto las murallas de unas cuantas tradiciones pasadas de