—Lo siento... —Indigo miro impotente a Livian y a Veness—. No comprendo.
—Hermano, Indigo no puede ayudarte —dijo Livian lisonjera—. Lo haria si pudiera, pero no hay nada que pueda decirte. No tiene noticias. No
—Creo que deberiamos convencerlo para que regresara arriba, Veness —dijo Kinter en voz baja—. No se calmara si permanece aqui. Seria lo mejor.
Veness vacilo un instante, luego asintio con la cabeza. El conde ya no hizo ningun intento de resistirse cuando Livian y los dos hombres empezaron a conducirlo hacia la puerta. En una ocasion, al llegar al umbral, se detuvo y volvio a mirar a Indigo, escudrinando su rostro como si quisiera memorizarlo. Luego, escoltado por los otros tres, salio de la habitacion arrastrando los pies. Carlaze, de forma espontanea y con expresion reconcentrada, amontono comida en un plato y salio apresuradamente en pos del pequeno grupo. Cuando se hubo marchado, la silenciosa tension del comedor se volvio asfixiante.
Brws fue el primero en romperla.
—Ha vuelto a beber, Reif.
Reif le dirigio una mirada fulminante.
—Si no se te ocurre nada mas inteligente que decir, lo mejor es que te calles. —Brws se encogio en su silla, y Reif miro a Indigo—. Lo mejor es que te sientes. —Dio la vuelta a la mesa, tomo el cuchillo de trinchar y empezo a atacar el cordero como si se tratara de su peor enemigo.
Rimmi habia cerrado los ojos y parecia rezar para si en silencio, Indigo se dejo caer en su silla, consciente de que cualquier cosa que dijera en aquel momento solo empeoraria las cosas. Deseo que
En la tensa y desagradable atmosfera, dio las gracias con un gesto de cabeza cuando Reif coloco frente a ella un plato de carne, y, a pesar de no querer comer, se sirvio con educados ademanes verduras de la fuente. Reif sirvio a Rimmi, quien se limito a levantar los ojos hacia el con expresion desdichada. Estaba cortando carne para Brws cuando sonaron pasos rapidos afuera y Carlaze volvio a entrar en la habitacion.
Reif la miro cenudo.
—Vuelve a estar en su habitacion —anuncio esta—. Livian se ocupa de el y los otros bajaran dentro de un instante. —Avanzo hacia la mesa—. Deja que yo haga eso, Reif. Sirvele a Indigo mas cerveza. —Sus ojos se encontraron con los de Indigo, advirtiendole con una ligera mirada de soslayo que no dijera nada, y siguio trinchando la carne mientras Reif tomaba la jarra de cerveza.
Veness y Kinter bajaron al cabo de un momento. Kinter se detuvo para posar su mano en el hombro de Carlaze y darle un rapido beso en los cabellos; luego regreso a su sitio en la mesa. Tambien Veness se habria sentado pero Reif se lo impidio:
—Veness, esto no puede continuar. —Su voz estaba cargada de frustracion y enfado reprimidos.
Veness echo hacia atras su silla con un chirrido que rechino en los oidos de Indigo.
—No quiero discutirlo, Reif.
—?Pues yo si, maldita sea! No puede seguir asi;
Veness se volvio furioso, para mirarlo.
—?He dicho que no quiero discutirlo! ?No aqui ni ahora!
Reif solto un bufido.
—?Al final tendras que hacerlo, te guste o no! Y te dire mas: no conseguiremos nada intentando disimular y fingiendo que no sucede nada... Si quieres mi opinion, creo que deberiamos terminar con esta farsa; ?deja que nuestro padre haga lo que quiere hacer, y acabemos de una vez! ?Y si mata a toda esa condenada gente, se lo merecen!
Se produjo un instante de horrorizado silencio. Incluso Rimmi habia levantado la cabeza con gesto brusco, y todos contemplaban a Reif disgustados.
Veness entrecerro los ojos hasta convertirlos en enfurecidas rendijas.
—Reif. —Con enorme esfuerzo contenia su indignacion, pero Indigo pocas veces habia percibido una furia tan intensa oculta tras una sola palabra—. No quiero oir nada mas. No sabes lo que dices... ?Callate, y no te atrevas, no te atrevas nunca mas, a decir algo asi en mi presencia!
Los dos hermanos se miraron fijamente; Reif desafiante, Veness ultrajado, ambos a punto de estallar. Entonces Reif perdio los estribos. Levanto su plato y con un gesto de ciega frustracion lo arrojo lleno como estaba contra el suelo, antes de abandonar la habitacion a grandes zancadas y cerrar la puerta con un portazo que hizo que todos los platos repiquetearan.
Nadie se movio durante un minuto que a Indigo le parecio una hora. Luego Carlaze aspiro con fuerza y se levanto de la silla. Con el rostro inexpresivo, dio la vuelta a la mesa hasta llegar junto al revoltijo de comida y loza rota, y se inclino para limpiarlo.
—Dejalo, Carlaze. —La voz de Veness hendio el silencio; parecia poseido de una calma glacial—. No hay razon para que seas la criada de mi hermano. Reif puede limpiarlo cuando recupere el juicio.
Carlaze vacilo, luego continuo decidida su tarea.
—Es mejor no dejarlo ahi —repuso con calma—. Solo tardare un momento. —Amontono los restos en otro plato. Rimmi se puso en pie.
—Yo lo llevare a la cocina, Carlaze.
Habia un tono de suplica en su voz; Carlaze asintio y le entrego el plato. Rimmi abandono la habitacion. Desde el pasillo llego un sonido discordante y gutural que podria haber sido un sollozo.
Veness se aferro con fuerza al respaldo de su silla, contemplo como la sangre desaparecia de sus nudillos por un momento, luego parecio obligarse a hablar.
—Pido disculpas por el comportamiento de Reif —dijo despacio—. Y por el mio. Y en especial —hizo un esfuerzo y sus ojos se encontraron con los de Indigo— a ti, Indigo. Lo siento: no es cortes ni civilizado exponer a un invitado a un incidente de esta naturaleza. No volvera a suceder, me asegurare de que asi sea. Y ahora, sugiero que comamos esta excelente comida y consideremos el tema zanjado.
El rostro de Livian, que habia entrado en la habitacion durante el incidente, expresaba preocupacion.
—Veness, no crees que...
—El tema esta zanjado.
Su tono no daba lugar para seguir la discusion. Rimmi regreso con el rostro humedo y el aspecto de haberselo restregado. Todos hicieron lo que pudieron por continuar con la cena como si nada hubiera sucedido. Pero la noche se habia estropeado. Habian perdido el apetito despues del incidente con el conde Bray y el subsiguiente arrebato de Reif, y las conversaciones se volvieron envaradas y ceremoniosas. Casi toda la comida regreso a la cocina sin ser probada, y solo se dio buena cuenta de la cerveza para distraer el estado de animo reinante. Rimmi se emborracho a sus anchas, y esta vez Livian no hizo el menor intento por impedirlo. Kinter y Carlaze se dedicaron a hablar entre ellos en voz baja, buscando consuelo el uno en
Por fin, con gran alivio de todos, Rimmi facilito una excusa para dar por terminada la cena al doblarse hacia adelante sobre la mesa y anunciar que se habia mareado. Livian se la llevo escaleras arriba de inmediato, reganandola y consolandola alternativamente, y como si obedecieran una senal tacita, los otros se levantaron tambien de la mesa. Kinter se tambaleaba un tanto, y, mientras Indigo ayudaba a Carlaze a llevar los restos de la cena a la cocina, la muchacha rubia volvio la mirada preocupada y le dijo a media voz:
—Lo siento, Indigo, no creo que podamos hablar esta noche. Kinter ha bebido un poco de cerveza de mas. Tengo que irme con el y ocuparme de que se meta en la cama, y... —le dedico una sonrisa complice y a la vez confidencial—, probablemente querra que me quede con el. Ademas, esto nos ha alterado a todos. Presumo que no es el mejor momento para ser racional.
Indigo asintio en silencio. Tambien ella estaba algo achispada; la cerveza era fuerte, y no recordaba cuantas veces le habian llenado la jarra.
—No importa, Carlaze. —?No articulaba con cierta dificultad? No estaba muy segura—. Tienes razon, no es un buen momento.
Carlaze bostezo.