a medida que la noticia de la presencia del nuevo oraculo se extendia, su numero fue creciendo con rapidez.
En su primera manana de estancia alli, Grimya vio llegar a la orilla del lago varios grupos e individuos solos, incluida una procesion de unas ocho o nueve personas de aspecto inquieto que tiraban de una carretilla cargada de provisiones. El convoy se detuvo junto a un arbol cuyas ramas mas bajas estaban adornadas con panuelos y fetiches de madera, y aguardaron alli hasta que dos sacerdotisas ataviadas con sendas tunicas descendieron del farallon con aire arrogante para ir a su encuentro. Inspeccionaron el contenido de la carretilla, que, al parecer, encontraron aceptable; otras dos mujeres descendieron de la ciudadela para llevarse las ofrendas, y los visitantes se sentaron a la orilla del lago para parlamentar con las sacerdotisas. La conversacion se prolongo durante algo mas de una hora; luego la carretilla, ahora vacia, les fue devuelta y los aldeanos se marcharon con las bendiciones de las sacerdotisas y una bolsa de hierbas medicinales. A su regreso a la ciudadela» las dos mujeres pasaron junto a la roca plana situada en el circulo de arena en la que estaba sentada Grimya; dedicaron a la loba una sonrisa unida a un gesto de saludo y siguieron adelante. Y, al escuchar su conversacion mientras se alejaban, Grimya percibio por vez primera el nombre de «Dama Ancestral».
El nombre la obsesiono. Quien o que era la Dama Ancestral, no lo sabia, pero sospechaba que existia una conexion con cualquier poder o deidad que adoraran estas» mujeres. Escucho el nombre varias veces mas durante la manana y su incapacidad para comprender su significado la lleno de frustracion. Existia una conexion entre la Dama Ancestral e Indigo, estaba segura. Pero ?cual era?
No tardo mucho en averiguar mas cosas. A medida que aumentaba su comprension de la lengua de los habitantes de la Isla Tenebrosa, fue descubriendo que el culto de las sacerdotisas tenia que ver por encima de todo con la muerte. La muerte era una presencia poderosa y constante en este clima infestado de fiebres y enfermedades, y las fronteras entre los mundos de los vivos y de los muertos eran estrechas y a menudo no muy definidas. La entrada principal al reino de los muertos era, segun creencia popular, el mismo lago..., y bajo las aguas del lago se encontraban los dominios de la Dama Ancestral.
Si la Dama Ancestral era una diosa, decidio Grimya, desde luego mediaba un gran abismo entre ella y la poderosa Madre Tierra adorada en otras partes del mundo. La Dama Ancestral era la indiscutible Senora de los Muertos, que recompensaba o castigaba las almas de los difuntos que penetraban en su mundo subterraneo y se convertian, voluntariamente o no, en sus subditos. Y parecia como si sus subditos, incluso despues de muertos, no estuvieran muy dispuestos a renunciar al mundo que dejaban atras. ?
La primera vez que presencio la ceremonia vespertina,: Grimya no comprendio de inmediato su significado. Empezaba a ponerse el sol, y un grupo de mujeres abandono ciudadela para dar vueltas alrededor de la orilla del lago. Llevaban antorchas encendidas y largos bastones con los que golpeaban el suelo con violencia, y, mientras andaban, lanzaban gritos salvajes y alaridos espeluznantes que se mezclaban con el golpear de los tambores en los niveles inferiores de la ciudadela. La loba, sentada en lo que se habia convertido en su roca favorita cerca de la orilla, lugar en el que el aire soplaba algo mas fresco, contemplo la escena fascinada, hasta que su agudo oido capto el sonido de unas suaves pisadas a su espalda. Volvio la cabeza y vio a Shalune que se acercaba.
—Te asombran nuestros rituales, ?verdad, Grimya?
La mujer le dedico una sonrisa para volverse luego a contemplar la procesion, que en estos momentos habia llegado ya al otro extremo del lago. Evidentemente no esperaba una respuesta de la loba, sino que se limitaba a charlar romo lo haria con cualquier animal, y, aunque Grimya deseaba poder contestarle, no se atrevio a revelar que podia hablar, ni aun siquiera que podia comprender lo que le decian.
—Tenemos que rodear el lago cada noche —continuo Shalune—. De lo contrario, los muertos podrian ascender desde el reino de la Dama Ancestral situado bajo el lago para perseguirnos.
Las orejas de Grimya se irguieron hacia el frente y el animal contemplo a la mujer con asombro. ?Que clase de deidad era capaz de enviar esclavos muertos a atormentar a sus propios seguidores? Lanzo un gemido lastimero, y Shalune se echo a reir.
—No hay nada que temer. Los gritos, y los bastones y tambores, mantendran apartados a espiritus y zombis. No vendran a atormentarnos. Ademas —anadio con una pizca de orgullo—, cuando la Dama Ancestral nos hablo anoche, prometio que no habria plagas esta temporada, como recompensa por haber seguido las senales que nos envio y haber encontrado a su nuevo oraculo. Esta satisfecha de nosotras.
Acaricio levemente el pelaje de la loba, casi como si se tratara de una piedra de toque, y se alejo, mientras la loba contemplaba su marcha consternada al darse cuenta de que sus sospechas de la noche anterior se habian visto confirmadas. La llegada de Shalune y sus acompanantes al kemb de la familia comerciante no se habia debido a una coincidencia. Algun poder, alguna profecia, las habia conducido hasta Indigo; y eso, anadido al categorico mensaje la piedra-iman, troco las primitivas sospechas de Grimya en certeza. El siguiente demonio se encontraba aqui; ahora ya no le cabia duda. Y creia conocer la forma que habia adoptado.
El sol se habia ocultado tras los arboles, y los rojos reflejos empezaban a desaparecer de la superficie del lago a medida que esta se oscurecia para adoptar el tono gris, del estano. La ceremonia tocaba a su fin; los tambores callaron al tiempo que cesaban los gritos de las sacerdotisas y la procesion, ya de regreso, se encamino hacia el zigurat; Grimya las vio pasar, y se estremecio, «Indigo — penso— ?tienes que recuperarte y deprisa! Hay tantas cosas que tengo que contarte... y no creo que sea sensato esperar mucho mas.»
La manana del tercer dia de su estancia en la ciudadela Shalune declaro por fin a su paciente en perfectas condiciones; lo que significo un gran alivio para Grimya, pues la curandera habia mantenido a la muchacha bajo los efectos de sedantes y por lo tanto inalcanzable durante todo el tiempo que duro la recaida, y esta era la primera vez desde la ceremonia de la cima del farallon en que la loba podia hablar con ella.
Grimya se sintio consternada al descubrir que Indigo apenas si recordaba nada de lo acaecido durante la ceremonia. En un principio se pregunto si no seria algun efecto secundario de las drogas administradas por Shalune lo que enturbiaba la memoria de su amiga, pero Indigo se mostraba demasiado lucida para que tal teoria fuera posible. Sencillamente, no recordaba y, cuando escucho
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el relato de la loba, se sintio profundamente preocupada.
—?Dices que cambie? —Se encontraban a solas en la cueva mientras Shalune se ocupaba de otros asuntos, pero Indigo sospechaba que no disfrutarian de aquella intimidad mucho tiempo.
—No en lo rrreferente a tu as... pecto —respondio Grimya—. Pero percibi a alguien... o algo... diferente alli donde debiera haber estado tu mente. Y no me gusssto. Luego, cuando em... pezaste a hablar, supe que quien hablaba tampoco eras tu.
—?Que dije?
—No lo se. No comprrrendi las palabras. Pero las mujeres se excitaron mucho, y hubo a... alegria.
—?Que era lo que Shalune habia dicho mientras contemplaban la ceremonia del lago la tarde siguiente? «La Dama Ancestral esta satisfecha de nosotras... Grimya vacilo y luego continuo—: Indigo, ?has consultado la piedra-iman desde que despertaste? Porque temo que... —Se interrumpio al ver la expresion de su amiga, e Indigo asintio con seriedad.
—Si, Grimya, la he estudiado, y confirma lo que ambas sospechabamos. El demonio esta aqui en la ciudadela. Y tu crees que lo hemos encontrado, ?no es asi?
—Sssi —gruno la loba en voz baja—. Creo que toma la forma de esta crrriatura que ellas llaman la Dama Ancestral. —Descubrio los dientes en un gesto de desasosiego—. Tambien creo que fue ella la que penetrrro en tu mente cuando estabas sssentada en el trrrono de piedrrra. Oli a muerte, como a carne po... drrrida, y ella tiene mucho que ver con la muerte.
La idea de que un ser de esta naturaleza hubiera podido hacerse con el control de su mente, por breve que hubiera sido esta posesion, hizo estremecer a Indigo.
—Por la Madre, esto es una especie de locura —musito con apasionamiento—. ?Yo no soy un oraculo!
—Las mujeres que viven aqui creen que si. —Grimya titubeo un instante, para luego anadir—: Parece como si la Dama Ancestral tambien lo pensara.
De improviso, de forma espontanea, una imagen de unos ojos oscuros orlados de plata centelleo por un brevisimo instante en la mente de Indigo. La joven se sobresalto, y Grimya levanto la cabeza con brusquedad al captar la momentanea perturbacion en su cerebro.