hemos luchado uno contra otro durante demasiado tiempo, inutilmente?»— y su propia suplica como respuesta: «?Ayudame!». Y en los delirantes momentos que siguieron, en el abrazo, la danza y el torbellino que le habia hecho perder el sentido, Indigo y su mas viejo enemigo, que en realidad no era tal, se habian reconciliado.
Poco a poco se fue dando cuenta de como habia cambiado. Se sentia poderosa de un modo como nunca antes lo habia sido. Se sentia despierta, viva. Estaba... completa.
Indigo sintio una oleada de excitacion, embriagadora como la brillante atmosfera del mundo fantasma. Era cierto: el poder estaba en su interior; lo sentia, lo sabia. Los largos anos de angustia estaban a punto de finalizar, la definitiva y mas maravillosa de las reconciliaciones estaba a su alcance. Ahora, a su contacto, al sonido de su voz, el hombre dormido despertaria.
Giro en redondo, ansiosa como la chiquilla cuyos ecos todavia vivian en su interior, para dirigirse a la torre que sonaba a su espalda bajo la suave e inmutable luz...
Y se detuvo.
La ambarina mirada de
Lo estaba; ella lo sabia. En aquellos instantes dormia en el sillon de la torre. Un roce, una palabra... Con el corazon golpeando con fuerza contra sus costillas, Indigo dio tres pasos en direccion a la puerta de la torre, y volvio a detenerse.
Y en ese mismo instante comprendio que, para ella, ese sencillo desenlace era imposible.
Se sintio atenazada por la pena y miro a
«?Grimya..., Grimya,
La respuesta mental de
Resultaria una decision muy facil de tomar. Dar la espalda, endurecer el corazon. Cincuenta anos de batallar: ?no habia hecho y sufrido lo suficiente para ganarse el derecho a ser egoista ahora? No obstante, esta oportunidad, este momento, no habria llegado jamas sin el Benefactor. Y
Contemplo la puerta de la torre con ansiedad y su resolucion se tambaleo. Pero habia tomado una decision; no la cambiaria.
—Solo un poco mas, mi amor —musito, aunque sabia que el hombre que dormia en su torre no podria oirla—. Regresare. —Hizo una pausa al percibir otra vez la presencia de aquella parte de ella que habia sido Nemesis, y sonrio ironica—. Regresaremos. Lo prometemos. —Luego se dio la vuelta y avanzo hacia las dos figuras silenciosas que aguardaban al borde del claro.
—Oh,
Habia un extrano brillo en las profundidades de los oscuros ojos del Benefactor cuando la miro.
—Creo —dijo con suavidad— que todo esta arreglado ahora. ?No es asi, Indigo?
Esta levanto la cabeza para devolverle la mirada.
—Si. Todo esta bien. Tambien me disculpo ante ti, Benefactor. Estaba equivocada; cometi un gran error. Lo descubri al intentar convencer a los ancianos de la verdad, pero era demasiado orgullosa, o tozuda, para reconocerlo entonces. —Parpadeo—. Lo reconozco ahora, y solicito tu perdon.
El Benefactor quito importancia a sus palabras con un gesto de la mano.
—Por lo poco que vale, te lo concedo.
—Quiero ayudarte, si puedo. —Extrano, penso, con que facilidad acudian ahora las palabras—. Si lo que he aprendido aqui, lo que he encontrado aqui, puede tambien transmitirse a las gentes de Alegre Labor, entonces lo hare, si es que poseo ese poder. —Volvio la mirada hacia la torre, y reprimio un involuntario escalofrio al recordar algo que el Benefactor le habia dicho en una ocasion—. Este mundo no deberia existir —continuo—. No tendria necesidad de existir; esa es la mayor tragedia. Pero ?lo abandonaran los ninos de buena gana? Es su refugio y parecen muy felices aqui. ?No sera demasiado tarde para que regresen?
—Pa... parecen felices, si —repuso—. Pero incluso ellos comprenden, en su interior, que a pesar de toda su belleza este mundo no puede proporcionarles una vvv... vida.
La joven contemplo a la loba sorprendida, pero el Benefactor sonrio.
—Tu amiga no hace mas que repetir lo que ya me ha dicho a mi, Indigo. Tiene mas de filosofa de lo que quiere admitir, me parece.
La loba balanceo la cabeza de un lado a otro.
—No, te traje aqui, eso es todo. El rrresto... eso lo hiciste tu. Fuiste tu quien eligio. Pero me alegro de tu elec... cion. No solo por Koru, sino tambien por ti.
Indigo no contesto a eso, pero se arrodillo sobre la hierba y abrazo a la loba con fuerza. No hacian falta palabras;
—?Es demasiado tarde para los ninos?
—Con tu ayuda no, no lo es. —Parecia triste, penso ella, y se pregunto por que. Entonces el sonrio, y la pesadumbre desaparecio de su rostro—. Sera el juego mas alegre e importante de todos para ellos. Y, si tienes exito, el ultimo que jugaran aqui. —Callo un instante, y luego anadio—: Aunque no puedo tomar parte en el juego con ellos y contigo, y por lo tanto no vere su resultado, atesorare ese momento.
—?No veras su resultado? —repitio ella, repentinamente confusa.
—No. Mis visitas al mundo fisico no pueden ser prolongadas. Han transcurrido demasiados anos, demasiados siglos, desde que busque refugio aqui, y regresar durante mas de unos minutos al mundo que abandone significaria mi muerte. Pero esperare y observare, y te dare toda la ayuda que pueda.
Indigo lo miro con fijeza.
—Pero si los ninos se van...
Se interrumpio al ver que el Benefactor se llevaba un dedo a los labios. Volvia a sonreir, y se dio cuenta de que el no queria que le hiciera las preguntas que acababan de pasar por su cabeza. ?Conocia la respuesta? ?Sabia