sentado ante un arpa de tamano natural, con la cabeza inclinada y los ojos cerrados en concentracion mientras ensayaba una pieza de musica. Niahrin sintio que el corazon le daba un vuelco al ver el arpa, pero el bardo le dirigio una sonrisa tranquilizadora.

—Este es mi propio instrumento, no el de Cushmagar. El suyo —senalo con la cabeza de modo significativo hacia la ventana— esta ahi.

La bruja observo que se habia disfrazado la forma del arpa bajo una funda que la cubria; cualquiera que acertara a mirarla no podria reconocerla. —?Has traido tu flauta? —Moragh levanto la vista de donde se encontraba ocupada disponiendo un arreglo que no era totalmente de su agrado. Se la veia elegante y tranquila, pero su voz era tensa. — Si, senora.

Niahrin la saco y luego examino con mas atencion lo que la rodeaba. La habitacion estaba dispuesta como una miniatura del gran salon; habia una tarima en un extremo y una chimenea amplia en el otro, y altas ventanas de multiples paneles de cristal en la pared oeste para capturar la luz de la tarde. Esta noche, sin embargo, daba la impresion de que cada palmo de espacio disponible estaba lleno de plantas. Tiras de hojas trenzadas adornaban las paredes, guirnaldas de flores cubrian las ventanas, y sobre la repisa de la chimenea ramas de hojas perennes creaban un marco exuberante a las llamas del hogar. La mesa misma, sobre la tarima, era un mar de brillantes colores primaverales entre los cuales los platos y jarras apenas resultaban visibles. Niahrin lo contemplo todo con asombro, y al ver la sorpresa y deleite de su mirada Moragh sonrio debilmente.

—Es la tradicion, querida. Ha requerido una gran cantidad de duro trabajo, pero me parecio mas seguro seguir lo que mandaba la costumbre. —Entonces las comisuras de sus labios se curvaron hacia abajo—. Los otros no tardaran en llegar. Ocupa tu lugar; aqui, junto a la silla dispuesta para Vinar. —Dirigio una rapida mirada Jes—. Sera mejor que dejes el arpa y te sientes a la mesa.

Niahrin ocupo su asiento, con Jes a su lado. El corazon de la bruja martilleaba con fuerza, y cuando observo la exhibicion de comida su estomago protesto ante la idea de comer algo. Tendria que intentarlo, al menos para cumplir con las formalidades, y conseguir que Indigo no se percatara de nada, antes de que se llegara al autentico motivo de la reunion. Y, pasara lo que pasara, se recordo Niahrin con vehemencia, no debia emborracharse.

—Grimya —Moragh dedico una sonrisa a la loba—, ven y sientate aqui, a mi lado. — La loba hizo lo que le decian, y salto sobre el taburete que le habian preparado. La reina viuda paseo una ultima y evaluativa mirada por la mesa—. Bien, pues. Si no estamos preparados ahora, no lo estaremos nunca. De modo que..., que la Diosa nos de buena suerte y exito.

La primera parte de la celebracion bordeo el desastre. Los culpables fueron Ryen, Indigo, Grimya y —como ella misma fue dolorosamente consciente— la misma Niahrin. Por mucho que la bruja intentara desterrarlo, el fantasma de Vinar la perseguia. No Vinar tal y como era ahora, alegre y euforico con un brazo alrededor de los hombros de Indigo y alzando con el otro su copa en multiples brindis por todo el mundo y por cualquier cosa, sino Vinar como podria llegar a ser —como sin duda seria— al finalizar la noche. La idea le destrozaba la conciencia y el corazon, y no podia soportar que sus ojos se encontraran con los del scorvio ni responder a su buen humor. Ryen, tambien se sentia incomodo; sin dotes para la actuacion, se movia torpemente entre un silencio reticente y una jovialidad exagerada, y tambien estaba bebiendo demasiado a pesar de las frecuentes miradas de advertencia de Moragh. E Indigo y Grimya se comportaban ambas como si la otra no existiera.

Fue gracias a Jes que la atmosfera acabo por mejorar. Niahrin percibio el desesperado esfuerzo de las manipulaciones del bardo, pero por fin, como un capitan habilidoso que conduce su barco por aguas tempestuosas hasta buen puerto, consiguio cambiar el humor de la reunion y todos empezaron a relajarse. Con una expresion de profunda aprobacion en la mirada, Moragh sirvio mas vino a todos; luego, como la mujer de mas edad de entre los presentes, se levanto para pronunciar la bendicion tradicional, deseando que la generosidad de la tierra, del sol y de la lluvia cayeran sobre los novios y rogando a la Madre Tierra que bendijera su union. Habia lagrimas en sus ojos mientras pronunciaba las palabras del ritual, y Niahrin y Jes, que conocian el autentico motivo de estas, bajaron los ojos, incomodos, hacia las propias manos que mantenian entrelazadas. Finalizada la bendicion, todos se pusieron en pie para el brindis del compromiso, que implicaba vaciar las copas de un trago —el vino, observo Niahrin con satisfaccion, no era fuerte—, tras lo cual Jes, como padrino de Vinar, pronuncio un breve y gracioso discurso dando las gracias al rey, a la reina y a la reina viuda por su amabilidad y hospitalidad, y anunciando que la ceremonia habia concluido y habia llegado el momento de dar comienzo a la fiesta.

Vinar llevaba bastante rato lanzando miradas pensativas al arpa de Jes, y, cuando se inclino para susurrar algo al oido de Indigo, Moragh lo advirtio e hizo una sena significativa a Niahrin. Indigo parecio indecisa pero al cabo sonrio y se encogio de hombros, y, mientras Jes se levantaba para ir a sentarse ante el instrumento, Vinar se recosto en su asiento con una sonrisa de satisfaccion. Se giraron las sillas para colocarlas de cara al arpa, y el bardo inicio un alegre popurri de musica de baile cuyo compas muy pronto todos, incluso Ryen, siguieron con el pie. A esto siguieron dos canciones marineras, a cuyo estribillo se unieron todos, y entonces Jes extendio una mano hacia la bruja.

—Niahrin tiene una voz muy bonita, y tambien es una consumada interprete de caramillo. Le ruego que se una a mi ahora.

Niahrin fingio poner reparos alegando no ser digna —tal y como habian acordado, para marcar el ejemplo que debia seguir Indigo— y Moragh, representando su parte, insistio hasta el punto de conducirla personalmente junto a Jes. Ambos interpretaron una cancion de guardabosques; luego la bruja tomo su flauta para ejecutar dos bailes a corro y un baile de marineros. Mientras tocaban, la bruja observo que Indigo se bebia otras dos copas de vino, como para darse animos. Cuando el baile de marineros termino, Moragh aplaudio con una sonrisa deslumbrante.

—?Eso ha sido precioso, Niahrin! Ahora, Indigo. —Se inclino hacia la pareja—. Tengo entendido que tu tambien eres musica. ?Podemos persuadirte de que interpretes algo para nosotros?

—Yo... ah...

—Vamos, Indigo —interrumpio Vinar—. ?Que te dije, hace solo un momento? Te dije que no debias ser tan timida; ?deberias tocar, como lo hiciste esa vez en la taberna de Rogan y Jansa!

—Eso fue diferente —replico Indigo, pero sin autentica conviccion—, Ante un publico como este, y con un bardo tan dotado como Jes... ?no podria! —?Desde luego que podrias, querida! —afirmo Moragh—.

?Todos somos amigos, y no hay mas formalidades aqui que en cualquier pueblo! No nos desilusiones... ?Despues de todo, esta es la ultima oportunidad que tendremos de oirte antes de que nos dejes!

Indigo sonrio indecisa, primero a Vinar y luego a la reina viuda.

—Bueno, si alguien mas toca conmigo...

—?Esa es mi Indigo! —Vinar le dio un sonoro beso—. Toca esa cancion que oimos en la fiesta del pueblo. Ya sabes, la que tambien tiene una flauta; asi Neerin podra tomar parte tambien. La conoces, te he oido tararearla.

—Es para tres instrumentos, no dos... —empezo Indigo.

Jes casi sin poder creer en tanta suerte, se incorporo de un salto.

—?Entonces seran tres instrumentos! —anuncio, y dedico a Indigo una sonrisa de una ingenuidad tal que la muchacha no sospecho nada—. Si he de ser sincero, habia esperado que pudieramos tocar juntos, asi que pedi que trajeran otra arpa. Aqui esta. —

Encaminandose a la ventana, cogio un extremo de la funda que cubria el arpa de Cushmagar y la retiro.

El repentino silencio fue roto por una aguda exclamacion ahogada de Ryen. Moragh dio un frenetico puntapie en el tobillo a su hijo por debajo de la mesa, y le sujeto la mano con fuerza al ver que parecia a punto de ponerse en pie. El rey le dirigio una mirada de perplejidad; junto a el, Brythere habia palidecido y su boca se abria como para protestar. La reina viuda sacudio la cabeza con energia, mientras sus ojos suplicaban silencio; dandose cuenta entonces, Ryen fingio toser y dijo en voz alta:

—?Vaya, vaya! Esa vieja reliquia... ?No crei que volviera a verla en accion jamas!

Indigo volvio la cabeza. Tenia el entrecejo fruncido, pero mas en actitud perpleja que de duda. Moragh le sonrio.

—El abuelo de mi esposo tenia esta vieja arpa; aunque debo decir que en el se desperdiciaba. No era musico, segun decian todos, de modo que jamas la toco.

«Muy ingeniosamente expresado», penso Niahrin. En cieno modo, Moragh no habia contado una mentira.

La reina Brythere, recuperandose de la sorpresa, empezo a decir:

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