—?Indigo, espera! —jadeo, ronca por el esfuerzo y la emocion—. ?Espera, p... por favor!
Los otros corrian ahora tras Niahrin y Jes; al escuchar la voz de la loba, Brythere agarro el brazo de su esposo.
—?Ryen, ha hablado! ?El animal ha hablado!
Indigo bajo los ojos hacia su vieja amiga.
—
La voz le temblaba; parecia confundida. De improviso, la barrera mental que habia mantenido sus mentes separadas desde el naufragio se desplomo, y en una especie de torbellino
—?Indigo! —Era la voz de Vinar, quien, haciendo a un lado a Niahrin y a Jes, corrio junto a la muchacha—, Indigo, ?que ha sucedido? —La sujeto e intento rodearle los hombros con el brazo—, Indigo, ?no comprendo! Por favor...
Ella lo miro, y sus manos la soltaron al leer la verdad en sus ojos.
—Ha regresado —dijo ella en voz baja, y habia una clara nota tragica en su voz—. Mi memoria ha regresado. Lo recuerdo todo, absolutamente todo. Y..., y... —Pero no habia palabras para explicarselo, nada que pudiera permitirle comprender.
Los otros empezaban a reunirse a su alrededor ahora. Rostros desconocidos, ansiosos, preocupados, asustados, Indigo no soportaba mirarlos. El dolor que sentia en su interior era demasiado terrible; todo lo que deseaba era correr, huir.
«Huir...»
—Por favor —dijo en voz baja y temblorosa—. Ahora se por que vine aqui, y se lo que debo hacer. Por favor, no intenteis impedirmelo. No puedo haceroslo entender, y no hay tiempo para intentarlo. Tengo que irme.
—?No, Indigo! —grito Vinar—. No, no puedes. Tu...
—Vinar...
Su voz era tan dulce y apenada que lo acallo a mitad de la frase. Lo miro a los azules ojos, vio la herida que le habia provocado, y aquello casi le partio el corazon.
Pero ahora no podia ofrecerle nada. Tenia que decirle la verdad, por amarga que fuera.
—Vinar, no puedo casarme contigo. Habria estado mal, terriblemente mal, y nos habria traido la ruina a ambos. Lamento tanto haberte provocado..., el haberte provocado tanto... —Aspiro con fuerza y de forma entrecortada—. Gran Diosa, lo siento tanto; ?lo siento tanto!
—Indigo... —Moragh se adelanto, con las manos extendidas—. Querida, si pudieramos...
—No. —Indigo retrocedio rapidamente fuera de su alcance—. No, su alteza. No hay nada que decir; nada podria cambiarlo. Debo marcharme... El me espera, Fenran me espera.
Esquivando a
—Lo siento... —repitio, y desaparecio; el sonido de sus pasos a la carrera se fue perdiendo por el pasillo.
Durante varios segundos todos los presentes en la sala estuvieron demasiado aturdidos para hablar o moverse. Luego, bruscamente, el rey dijo en un estallido de colera:
—?Maldita sea! Pero ?quien se cree que es...?
—?Ryen, no! —La voz de Moragh resono con fuerza mientras el se encaminaba a la puerta para ir tras Indigo. Ryen se detuvo y la miro enojado, y ella anadio—: Dejala ir.
—?Dejarla ir?
—Si. —El rostro de la reina viuda estaba blanco y muy serio—. Esto esta fuera de nuestras manos ahora.
—Pero ella va... —Ryen se interrumpio al darse cuenta de que no sabia lo que Indigo habia hecho, o lo que pensaba hacer, o siquiera quien era en realidad. Hizo un gesto de total impotencia en direccion a Vinar, que permanecia inmovil como un muerto, con los ojos fijos en la puerta—. ?Que pasa con el? ?Por el, aunque no sea por otro motivo, hemos de traerla de vuelta!
—Mi senor... —Era Jes quien hablaba ahora— Su alteza tiene razon. —Se aparto de Niahrin y se encaro con el monarca—. Lo que Indigo, o quiza deberia decir ahora Anghara, piensa hacer es algo que le concierne a ella y solo a ella. No podemos ayudarla, ni podemos hacer nada por Vinar. —Hizo una pausa—. Creo, con todo respeto, que lo que hemos presenciado aqui esta noche es prueba suficiente de ello.
—Tu lo sabias. —Los ojos de Ryen se entrecerraron—. Lo sabias desde el principio, y no me lo dijiste...
—Si, mi senor, lo sabia —reconocio Jes, cabizbajo—. Solo puedo pedir vuestro perdon.
Durante un buen rato Ryen lo contemplo fijamente. Luego giro sobre sus talones y miro a Niahrin con dureza.
—Tu eres una mujer sabia, y esta claro por lo sucedido esta noche que tu tambien eras uno de los conspiradores principales en este enloquecido asunto. Muy bien, dejemoslo asi. ?Que dices tu que debemos hacer?
Niahrin observaba a
—Estoy de acuerdo con su alteza, majestad —respondio con calma—. Hemos de dejar marcharse a Indigo. No tenemos otra eleccion. Ademas... —Vacilo y busco la mirada del rey—. Creo que regresara a Carn Caille antes de que transcurra mucho tiempo.
La reina viuda se adelanto y toco la mano de su hijo con suavidad.
—Ryen, no se gana nada permaneciendo aqui de pie discutiendo entre nosotros. Hay todavia muchas cosas sobre este asunto que ni tu ni Brythere sabeis. —Dirigio una ojeada a su hija politica, que tenia el entrecejo fruncido y parecia absorta en sus pensamientos—. Y tambien debemos intentar hacer algo por el pobre Vinar, quien ha sufrido una conmocion mayor que ninguno de nosotros. Vayamos a mis aposentos, y Jes, Niahrin y yo os explicaremos lo que podamos.
—Pero Indigo... —Ryen seguia sin estar muy dispuesto a abandonar la idea de ir en su busca—. ?Sabes adonde ha ido?
Moragh y Niahrin intercambiaron una breve mirada muy elocuente.
—Eso creo —repuso la reina viuda—. Pero tambien creo que no seria sensato seguirla. —Con destreza y firmeza paso el brazo alrededor del de su hijo y con la otra mano atrajo a Brythere hacia ella—. Venid, queridos. Sera lo mejor, y no hay nada mas que podamos hacer de momento.
Una puerta mas pequena situada detras de la tarima conectaba directamente con los aposentos reales privados, y Moragh condujo a Ryen y a Brythere hacia ella. Jes convencio con suavidad al aturdido Vinar para que los siguiera, y los cinco abandonaron la
sala. Al ver que
—?Que sucede, carino? —pregunto en voz baja.
—No pu... puedo quedarme —respondio con voz ronca—. Niahrin, tengo que ir tras Indigo. Se lo que dijiste, pero... yo no puedo dejarla ir sola. Tengo miedo por ella, y... y es mi ammm... amiga.
La bruja comprendio. Y era consciente del resto, de aquello que
La mujer no hablo; se limito a extender los brazos para rodear con ellos a la loba, y la abrazo con fuerza unos instantes.