honesta con Suzy.

– Me averguenzo por este compromiso falso. Trate de convencerle de que toda la idea era ridicula.

– No desde su punto de vista. La gente de aqui siempre va tras el por un motivo u otro. Si todo esto le da un poco de paz mientras esta en el pueblo, estoy totalmente a favor. -Declaro sin dudar, mientras giraba hacia la calle mayor-. Tenemos una buena tienda de moda en el pueblo. Millie estara encantada contigo.

Al oir “tienda de moda” sonaron campanas de alarma en la cabeza de Gracie.

– ?Es cara?

– Eso no importa. Bobby Tom lo pagara todo.

– El no pagara mis ropas -dijo ella quedamente-. No lo permitire. Las comprare yo y, me temo que tengo un presupuesto limitado.

– Por supuesto que paga el. Todo esto fue idea suya. -Gracie nego con la cabeza tercamente.

– ?Hablas en serio?

– Muy en serio.

Suzy parecio aturdida.

– Bobby Tom siempre paga.

– No mis cosas.

Por un momento Suzy no dijo nada. Luego sonrio y giro cambiando la direccion del coche.

– Me encantan los desafios. Hay un centro comercial de tiendas de outlet a unos cincuenta kilometros de aqui. Esto va a ser divertido.

Durante las tres horas siguientes, Suzy fue como un sargento de entrenamiento, conduciendola de una tienda a otra, donde le mostro ropas de marca a precio de ganga. Presto poca atencion a las preferencias de Gracie, y la vistio con ropas juveniles y provocativas que Gracie nunca se hubiera atrevido a escoger para si misma. Suzy selecciono una falda transparente y una blusa de firma de seda brillante, un vestido sin mangas que se abria desde la mitad del muslo hasta la pantorrilla, vaqueros lavados a la piedra con tops cenidos y escandalosos, jerseys de algodon que se pegaban a sus pechos. Gracie probo cinturones y gargantillas, sandalias y zapatos de tacon, deportivas con diamantes falsos y pendientes plateados de diversas formas. Cuando la ultima bolsa fue guardada en el maletero del Lexus, Gracie habia gastado un enorme pellizco de sus ahorros. Se sentia deslumbrada y bastante nerviosa.

– ?Estas segura? -Miro el corpino rojo brillante que habia sido su ultima compra. El top se cenia de tal manera que no podia llevar sujetador y la tela centelleaba con lentejuelas doradas. Un cinturon de cinco centimetro sujetaba el pantalon corto y sus comodos zapatos habian sido sustituidos por unas sandalias rojas. Esa ropa la hacia sentir como si no fuera ella.

Por enesima vez esa tarde, Suzy la tranquilizo.

– Esto es lo que queria para ti.

Gracie lucho por controlar su panico. Las mujeres feas no se ponian ese tipo de ropa. Se agarro como a un clavo ardiente a lo que ella vio como una excusa valida para mostrar su punto de vista.

– Estas sandalias no son muy estables.

– ?Te molestan que sean abiertas?

– No. Pero quiza sea porque siempre he llevado zapatos comodos.

Suzy sonrio y palmeo su brazo.

– No te preocupes, Gracie. Estas genial.

– No parezco yo.

– Pues yo creo que pareces exactamente tu. Y tambien creo que ya era hora.

*****

?Quien diantres conducia su T-Bird? ?Y conducia tambien condenadamente rapido! Bobby Tom habia seguido la estela de polvo que dejaba desde unos dos kilometros desde lo alto del corral donde se habia subido para estudiar la escena que tocaba por la tarde.

El T-Bird abandono la carretera, todavia levantando polvo, y se paro justo delante de su remolque. Como estaba a contraluz por el sol poniente, solo vio que una chica pequena y sexy vestida de rojo bajaba del coche y su presion sanguinea se disparo. ?Maldicion! Gracie era la unica persona autorizada para conducir su T-Bird. Le habia encargado que lo recogiera en el Garaje de Buddy cuando acabara de hacer sus comprar, pero obviamente ella habia decidido darle otra de sus lecciones y habia enviado a una de esas aves de rapina a hacer su trabajo.

Apreto los dientes y miro airadamente, todavia entrecerrando los ojos ante el sol e intentando averiguar quien era, pero no veia mas que un cuerpo pequeno y bonito, con un pelo sexy y una cara oculta tras unas gafas de sol redondas. Se juro que Gracie se las pagaria. Tenia que plantearse mejor lo que hacia si pensaba que un compromiso falso iba a justificar ese tipo de cosas.

Y se quedo paralizado cuando el sol arranco unos destellos cobrizos de ese pelo alborotado. Su mirada bajo sobre ese cuerpo bien proporcionado y por las piernas delgadas hasta un par de tobillos que hubiera reconocido en cualquier parte y sintio como si lo hubieran desnucado. Al mismo tiempo, se llamo cien veces tonto. El era quien habia tenido la idea de “arreglar” a Gracie. ?Por que no se habia preparado para los resultados?

Gracie observo con aprension como el se acercaba. Lo conocia lo suficiente bien a esas alturas para saber como se comportaba Bobby Tom con las mujeres; podia predecir exactamente lo que iba a decir. La halagaria escandalosamente, probablemente le diria que era la mujer mas bonita que habia visto en su vida y bajo esa andanada de cumplidos absurdos, ella no tendria ni la mas remota idea de lo que el pensaba realmente sobre los cambios en su apariencia. Solo si fuera honesto con ella podria saber si se veia ridicula o no.

Se detuvo delante de ella. Pasaron varios segundos esperando que apareciera esa sonrisa de donjuan y comenzara a fluir ese adulador lenguaje. El se froto la barbilla con los nudillos.

– Parece que Buddy hizo un buen trabajo. ?Te dio la factura?

Estupefacta, ella observo como la rodeaba y se dirigia hacia el faro que Buddy habia reparado, agachandose para examinar las ruedas nuevas. Su placer se desvanecio en ese momento, y se sintio humillada.

– Esta en la guantera.

El se levanto y la miro con chispas en los ojos.

– ?Por que demonios conducias tan rapido?

Porque la chicas bonitas con frivolas sandalias abiertas y cabello rebelde son espiritus libres que no se ocupan de cosas tan mundanas como los limites de velocidad.

– Supongo que estaba pensando en otras cosas. -?Cuando iba a decirle que ella era la cosita mas bonita que habia visto en su vida, como le decia a todas las mujeres que se le ponian delante?

Apreto los labios molesto.

– Habia pensado que condujeras el T-Bird mientras estuvieramos aqui, pero creo que he cambiado de idea despues de ver a la velocidad que ibas. Conducias el coche como si te estuvieran persiguiendo.

– Lo siento. -Ella rechino los dientes mientras la colera sustituida su dolorosa decepcion. Ella habia gastado hoy una fortuna, y a el no parecia impresionarle.

– Apreciaria mucho que no volvieras a hacerlo.

Ella enderezo los hombros y alzo la barbilla decidida a no dejar que la intimidara. Por primera vez en su vida, sabia que estaba guapa y si el no lo pensaba asi, era una lastima.

– No ocurrira de nuevo. Ahora si acabaste de gritarme, voy a ver a Natalie. Le dije que vigilaria a Elvis durante toda la tarde.

– ?Se supone que eres mi ayudante, no la ninera!

– Las dos cosas son lo mismo -escupio ella.

capitulo 11

El Lincoln marron se detuvo ante la entrada de la amplia casa de ladrillo blanqueado que Wayland Sawyer habia construido orientada hacia el rio. Mientras el chofer se acercaba para abrir la portezuela, Suzy penso que

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