ella. Pero sus ojos oscuros la miraban con una inteligencia y claridad aterradora.
Una nota de suplica que ella no pudo reprimir impregno su voz.
– Dime que no trasladaras
Por primera vez el vacilo, casi como si estuviera disputando algun tipo de guerra privada consigo mismo.
– No te hare ninguna promesa hasta que no hayas reconsiderado nuestra conversacion.
Ella respiro entrecortadamente.
– Quiero irme a casa ahora.
– Vale.
– Me deje el bolso dentro.
– Ire a buscarlo.
Cuando se quedo sola en el jardin, le resulto dificil asimilar lo que le estaba sucediendo, pero la situacion estaba tan alejada de lo que era su experiencia que no lo podia asimilar. Penso en su hijo, y se le helo repentinamente la sangre con aprension. Si Bobby Tom alguna vez se enterase de eso, mataria a Way Sawyer.
– ?Estas preparada?
Ella salto del susto cuando le toco el hombro.
El inmediatamente retiro la mano y le ofrecio el bolso.
– Mi coche esta delante. -Le indico con gestos un camino empedrado que serpenteaba por un lateral de la casa y ella se dirigio hacia alli antes de que la pudiera tocar otra vez.
Cuando alcanzaron el frente, ella vio su BMW en lugar del Lincoln que su chofer habia conducido y se dio cuenta de que tenia intencion de llevarla a casa el mismo. El abrio la portezuela y ella se deslizo dentro sin chistar.
Para su alivio, el no intento entablar conversacion. Cerro los ojos y trato de imaginarse que Hoyt estaba a su lado, pero esa noche le resulto imposible. ?
Quince minutos mas tarde, aparco el coche en su camino de acceso y, mirandola se apoyo ligeramente sobre el volante.
– Estare fuera del pais tres semanas. Cuando vuelva…
– Por favor -murmuro ella- no me obligues a hacer eso.
Su voz fue fria y distante.
– Cuando regrese, te llamare para saber tu decision.
Suzy salto fuera del coche y recorrio la acera hacia su casa, corriendo como si todos los perros del infierno le pisaran los talones.
Sentado tras el volante de su coche, el hombre mas odiado de Telarosa, Texas, la observo desaparecer en el interior. Cuando la puerta se cerro ruidosamente, su cara se transformo por la colera, el dolor y el mas desnudo anhelo.
capitulo 12
Era la primera vez en toda la noche que nadie metia una servilleta de papel bajo la nariz de Bobby Tom para pedirle un autografo, le preguntaba si queria bailar o intentaba sonsacarle detalles del torneo de golf. Por fin tenia unos minutos para si mismo, y se sento en el reservado del rincon. El
Poso su botella de cerveza sobre una mesa llena de marcas y apago uno de los puritos que ocasionalmente se permitia fumar. A la vez, observo como Gracie intentaba, sin lograrlo, bailar una nueva cancion de
A pesar de todo lo que habia mejorado, seguia sin ser de las que llamaban la atencion. Era guapa, nadie lo podia negar. Mucho, incluso. En la gran tierra de los cortes de pelo atrevidos, el suyo muy bien se podria considerar la obra maestra de Shirley y envolvia su cara, brillando bajo la luz tenue, con sus reflejos cobrizos. Pero el preferia a las rubias llamativas con piernas hasta las axilas y pechos de actriz porno. Las que exudaban sexo, esas eran las que le gustaban y no iba a disculparse por ello. Se habia ganado esos trofeos sexuales en los ensangrentados campos de batalla de la NFL. Se los habia ganado a base de golpes y dos brutales entrenamientos diarios; se los habia ganado recibiendo hostias tan violentas que luego no podia recordar su nombre. Eran el botin de la guerra de la
Tomo un largo trago de la botella de Shiner, pero la cerveza no lleno el vacio de su interior. Ahora deberia estar empezando la temporada, sin embargo, se paseaba delante de una camara como un jodido gigolo y fingia estar comprometido con una pequena mandona que nunca seria confundida con un trofeo sexual.
No era que Gracie no tuviera una pequena y atrayente figura con esos vaqueros tan apretado que provocaban que Len Brown no pudiera apartar los ojos de su trasero. Recordaba haberle dicho a su madre que se asegurara que Gracie comprara un par de vaqueros, pero lo que no recordaba era decir que fueran tan cenidos que pudieran acalambrarle las piernas.
El tema de la ropa de Gracie le hizo fruncir el ceno. No se lo podia creer cuando su madre le dijo que Gracie habia insistido en pagar su ropa y habian acabado por comprar en los
Sin embargo, seria el quien diria la ultima palabra. Mismo el dia antes, habia entrado en la Boutique de Millie y habia escogido un elegante vestido negro de coctel para Gracie. Millie habia prometido decirle a Gracie que tenia una estricta politica sobre devoluciones si Gracie trataba de devolverlo. De cualquier manera, tenia intencion de salirse con la suya en eso.
Rasco la etiqueta de la botella de cerveza con su pulgar. Tal vez seria mejor que hablara con Willow. Habia comenzado a pensar que necesitaba asegurarse que Gracie supiera quien pagaba su penoso sueldo.
Observo encolerizadamente como Gracie se perdia otro paso mas. ?En que demonios estaba pensando su madre cuando la aconsejo que llevara puesto ese chaleco esa noche? Inmediatamente despues de decirle a Gracie que la iba a llevar
Por obra de su madre, Gracie llevaba puesto un chaleco de brocado dorado que no tenia nada debajo excepto piel, con unos vaqueros negros muy cenidos y un par de botas nuevas. El chaleco no era exactamente indecente. Se mantenia cerrado por una hilera de botones de perla y llegaba hasta la cinturilla de los vaqueros. Pero habia algo en la idea de llevar un chaleco sin nada debajo que la hacia parecer una chica bonita y tonta, cosa que no podia estar mas alejada de la verdad, a pesar de los errantes ojos de Len Brown. La pobre Gracie deberia estar terriblemente avergonzada por la manera en que se estaba exhibiendo.
Acabo la cancion de los
Cuando observo que Johnny acercaba mas a Gracie, sintio una punzada de irritacion. Era una chica comprometida, y no deberian bailar tan intimamente, pero Bobby Tom no veia en ella el mas minimo indicio de resistencia. De hecho, ella le recordaba a un girasol buscando el sol ante cada palabra de Johnny. Para ser alguien