Nunca sabria de donde saco las fuerzas para separarse de el. ?Como deseaba ser como la Dama Anonima y poder mantener su corazon libre de ataduras! Se miraron a los ojos, ambos jadeando, y Carolyn supo que, por su propia supervivencia, tenia que decirselo. Esa misma noche.

Cuando estaban en el carruaje camino de casa de Carolyn, ella humedecio sus labios, que, de una forma repentina, se habian secado y declaro:

– Daniel, he estado pensando en nuestro… acuerdo.

Daniel, sentado frente a ella, la observo con los ojos entrecerrados y la mirada atenta.

– ?Si?

Carolyn se obligo a pronunciar las palabras que sabia que tenia que decirle. Las palabras que, sin embargo, le romperian el corazon.

– Yo… Creo que es mejor que no volvamos a vernos… de esa forma nunca mas.

El silencio mas estridente que Carolyn habia oido nunca lleno el carruaje. La cara de Daniel permanecio totalmente inexpresiva, pero entonces algo brillo en sus ojos y, durante un descabellado segundo, Carolyn se pregunto si se negaria. Si le diria que no podia ni queria considerar esa idea porque, de una forma inesperada, se habia enamorado de ella. Y que no podia imaginarse vivir sin ella.

Sin embargo, el, simplemente, le pregunto:

– ?Porque?

«Porque te quiero y no puedo soportar la idea de que tu no me quieras. Porque tengo que intentar proteger lo poco de mi corazon que no me hayas robado ya.»

– Aunque no tengo ningun reparo en admitir ante las autoridades que estabamos juntos ayer por la noche, no deseo que mi vida sea pasto de rumores y, si continuamos con nuestra relacion, lo sera. -Intento adoptar una actitud desenfadada-. Nuestra aventura tenia que terminar tarde o temprano. Y, dadas las circunstancias, creo que ha llegado el momento.

Una vez mas, el silencio los invadio y Carolyn contuvo el aliento. Entonces Daniel asintio con un breve movimiento de la cabeza.

– Es verdad, tienes razon. Nuestra aventura tenia que terminar tarde o temprano.

Sus palabras apagaron con brusquedad la descabellada chispa de esperanza de Carolyn. El hecho de que aceptara la decision de Carolyn con tanta facilidad demostraba que, al fin y al cabo, ella no era para el mas que otra de sus conquistas sexuales. Y tambien demostraba, mas alla de toda duda, que ella habia tomado la decision correcta. Sin embargo, haber actuado correctamente no significaba que no le doliera. Un dolor y una profunda desesperacion que ella habia esperado no volver a experimentar nunca mas la invadieron.

Algo debio de reflejarse en su cara, porque Daniel le pregunto con voz suave:

– ?En que estas pensando?

Como habia hecho muchas veces en el pasado, Carolyn relego a lo mas hondo de su mente el dolor de su corazon para examinarlo mas tarde, cuando estuviera sola. Y pudiera llorar.

– Estaba pensando en Edward -contesto con sinceridad.

Una cortina parecio caer sobre los ojos de Daniel, quien no dijo nada.

Llegaron a la casa de Carolyn unos minutos mas tarde y Daniel la acompano al interior. Nelson les informo de que no habia ocurrido nada durante su ausencia y de que estaria de guardia junto a la puerta delantera durante la noche.

– Me encargare de que alguien vigile la puerta trasera -le dijo Daniel a Carolyn-. Recuerda tu promesa de no ir a ninguna parte sola hasta que atrapen a ese demente.

– Tienes mi palabra.

Parecio que Daniel queria decir algo mas y Carolyn contuvo el aliento. El le cogio la mano y se la llevo a los labios besando el dorso de sus dedos enguantados. Y entonces dijo algo mas:

– Adios, Carolyn.

Y, sin mas, se volvio y se marcho. Y el corazon de Carolyn se rompio en millones de fragiles pedazos.

Capitulo 21

Aunque intente seguir siendo amiga de todos mis antiguos amantes, por desgracia, no siempre fue asi. Es una triste realidad que, algunas relaciones, terminan mal.

Memorias de una amante,

por una Dama Anonima

Oculto a la vista por una hilera de bien podados setos de ligustro, Daniel estaba sentado sobre el humedo suelo, con la espalda apoyada en el muro de piedra que separaba el pequeno jardin de Carolyn del de su vecino. Unas nubes oscurecian la luna y el aire, denso y pesado, amenazaba lluvia. Habia ocupado aquel puesto minutos despues de separarse de Carolyn y solo habia ido a su casa para comprobar si Samuel habia regresado. Su criado lo esperaba en el vestibulo y le informo de que no habia podido encontrar al comisario, aunque, al final, habia localizado al senor Mayne, quien no se habia sentido muy impresionado por su relato. Sin embargo, le prometio ir a visitar a lord Surbrooke a la manana siguiente.

Despues de darle instrucciones a Samuel para que montara guardia en la casa, Daniel habia entrado a hurtadillas en el jardin de Carolyn para vigilar la entrada trasera de su casa. Armado con una pistola y su punal, no tenia intencion de permitir la entrada a nadie. Si alguien pretendia hacer dano a Carolyn, tendria que pasar sobre su cuerpo sin vida.

Sin vida… Daniel exhalo un suspiro largo y lento. ?Maldicion, asi era, exactamente, como se sentia! Sin vida e insensible. Derrotado. Vacio.

«Nuestra relacion tenia que terminar tarde o temprano.» Las palabras de Carolyn resonaron en su mente causando otra herida sangrante en su maltratado corazon. ?Acaso no pretendia el decirle lo mismo? Si, aunque, si Carolyn no se lo hubiera dicho, Daniel se pregunto si el habria sido capaz de hacerlo. Cuando ella lo hizo, el quiso cogerla por los brazos y zarandearla. Obligarla a dejar el pasado a sus espaldas y dejar de adorar a un fantasma.

«Estaba pensando en Edward.»

Daniel apreto los parpados durante unos instantes. Queria odiar a Edward, pero ?como se odiaba a un hombre muerto? ?A un hombre que habia sido su amigo? ?A un hombre que le caia bien y a quien admiraba? ?A un hombre que no merecia morir tan joven? Comprendia que Carolyn amara a Edward durante toda su vida, pero ?por que tenia que amar solo a Edward?

Cuando le dijo que su aventura tenia que terminar, la primera y mas potente reaccion de Daniel fue la de discutirselo, pero se obligo a no hacerlo. Lo mejor, sobre todo en aquellos momentos, era que se mantuviera a distancia de ella, pues no queria ponerla en peligro. Quiza, despues de que todo aquello hubiera pasado, podria intentar convencerla…

Aparto esta idea de su mente con brusquedad. ?Que sentido tenia? Ella habia elegido la memoria de su esposo. Intentar convencerla para prolongar su aventura solo serviria para humillarlos a ambos. En lugar de intentar la imposible tarea de conseguir que ella olvidara a un hombre que nunca olvidaria, lo mejor que podia hacer era encontrar la manera de desenamorarse.

Un nudo tenso y amargo atenazo su garganta. ?Dios, como si pudiera hacerlo! En algun lugar, los dioses debian de estar riendose de el. Despues de toda una vida de burlarse del amor, este lo habia alcanzado y lo habia atrapado en cuerpo y alma dejando solo un vacio insensible donde antes latia su corazon.

Dirigio la mirada a los ventanales del dormitorio de Carolyn. Al pequeno balcon al que habia lanzado una cuerda por la cual habia escalado para introducirse en su habitacion. ?De verdad habia creido que solo deseaba su cuerpo? ?Que lo unico que habia querido de ella era una relacion sexual? ?Que no habia sentido nada mas que lujuria por ella? Dio un golpe seco con la cabeza en la fria pared de piedra que tenia detras. ?Menudo idiota estaba hecho!

Se mantuvo despierto durante toda la noche, con los sentidos alerta, los oidos atentos a cualquier sonido extrano y los ojos siempre escrutantes, pero no ocurrio nada sospechoso. Alrededor de las tres de la madrugada, empezo a llover. Al principio, de una forma suave y despues con mas intensidad, hasta que las gotas cayeron

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